Con autorizaci¨®n

El s¨¢bado ¨²ltimo, de madrugada, un individuo llama a la puerta de mi casa con ruido e insistencia tal que despierta y alarma a medio vecindario. Salgo desvelado y en pijama. Seg¨²n dice, es taxista y est¨¢ muy cabreado porque alguien que no me concierne us¨® de sus servicios y no le pag¨®. Pero jura que en la comisar¨ªa de polic¨ªa del barrio Zof¨ªo (Usera) le dijeron que viniera en aquel momento a cobrar a mi domicilio. Ignoro por qu¨¦ en la comisar¨ªa del barrio Zof¨ªo tienen a mano mi direcci¨®n para quitarse asuntos de encima. Tambi¨¦n ignoro por qu¨¦ habr¨¢n decidido all¨ª que se cobren en mi casa, los s¨¢bados de madrugada, los impagos de los taxis que circulan por Madrid.

Lo cierto es que, dado el car¨¢cter intimidatorio que tom¨® la situaci¨®n, me dije: ?estar¨¢ armado este individuo que viene de madrugada y en nombre de la polic¨ªa?, ?se tratar¨¢ de un atraco domiciliario? Y prefer¨ª darle el dinero que me exigi¨®, le hubiera dado mayor cantidad, y excuso decir que no estaba el momento para pedirle recibo. Lo m¨¢s sorprendente es que de la comisar¨ªa del barrio Zof¨ªo todav¨ªa no me han dado ninguna explicaci¨®n ni desmentido ni disculpa de por qu¨¦ me mandan esa gente.

Espero que la pr¨®xima vez elijan otro incauto, porque cuando se desmadran las instituciones "del orden" provocan medidas imprevisibles para repeler los abusos: la pr¨®xima vez esperar¨¦ a la puerta con un trabuco o llamar¨¦ a la comisar¨ªa del barrio Zof¨ªo para que acudan en mi auxilio.- .