La OTAN, la ONU y la CNN
A muchas millas de Espa?a, en pa¨ªses donde la informaci¨®n sobre problemas internacionales casi no forma parte de sus muchas preocupaciones, se nota a trav¨¦s de la CNN que los norteamericanos le van tomando el gusto a la guerra contra Serbia, su guerra, porque apenas si dejan protagonismo para los supuestos aliados europeos. Al mismo Solana s¨®lo lo muestran como recepcionista, cuando saluda a la ministra de Asuntos Exteriores de Estados Unidos, por ejemplo. Curioso contraste el del retrato de la situaci¨®n entre TVE exterior y la CNN, porque mientras TVE se esfuerza en resaltar el protagonismo de Aznar o de Matutes, incluso el de Solana, la CNN no deja espacio casi ni para Schr?der, a pesar de su plan de paz. La guerra de Yugoslavia es la guerra de Estados Unidos, una chucher¨ªa estrat¨¦gica que le permite ensayar bombardeos ultramodernos de momento sin coste de vidas humanas propias, perfectamente calculadas las v¨ªctimas del territorio bombardeado, sean serbios, montenegrinos o albanokosovares. Es de suponer que, como ocurre en todas las guerras, y m¨¢s en las guerras inteligentes, el mando aliado calcul¨® las p¨¦rdidas humanas, en este caso las p¨¦rdidas humanas de los otros, porque se part¨ªa del principio de que no las hubiera de los nuestros. Esta guerra se terminar¨ªa el d¨ªa en que aparecieran en la pantalla cad¨¢veres aliados, y en las argumentaciones televisadas de Matutes que acabo de contemplar de TVE exterior subyace el argumento subconscientemente exculpatorio de que Espa?a contribuye poco y tiene la garant¨ªa de la seguridad de sus efectivos humanos. En los art¨ªculos de Solana que se reproducen en la prensa mundial, dentro de la campa?a de autojustificaci¨®n del secretario de la OTAN, se sigue afirmando su orgullo por contribuir a la formaci¨®n de la nueva Europa y su rechazo a aceptar que la OTAN est¨¢ en guerra. Parece como si un desvencijado Solana, sin duda afectado por su imposible papel, fuera v¨ªctima del s¨ªndrome del doble lenguaje y errara por ah¨ª sorprendi¨¦ndose: ?Guerra? Nosotros no le hemos declarado la guerra a nadie. ?l es posible que no. Lo que ya est¨¢ fuera de estimaci¨®n sensata es que esta guerra obedezca a la voluntad de salvar a los albanokosovares de la limpieza ¨¦tnica. Sobre el genocidio de esta poblaci¨®n, los historiadores del futuro escribir¨¢n que lo empez¨® Milosevic, pero que los de la OTAN hicieron lo imposible para llevarlo a sus peores consecuencias. Y es que Solana no ha conseguido hacer de la OTAN la Unicef, sin duda el prop¨®sito que le llev¨® a secretario que no jefe de los guardias de la globalizaci¨®n. En la portada de The Economist se reproduc¨ªa la imagen de un albanokosovar pregunt¨¢ndose a qui¨¦n ha de temer m¨¢s, si a Serbia o a la OTAN. Fue Solana quien, ante uno de los en¨¦simos bombardeos de Irak, justific¨® que la OTAN pod¨ªa permitirse pasar por encima del mandato del Consejo de Seguridad, y es que la OTAN juega el papel de polic¨ªa malo de la globalizaci¨®n, y la ONU, el de polic¨ªa bueno; la CNN, el de la cadena imperial que fija el canon de la globalizaci¨®n deseable.
Por si faltara algo, una ilustre personalidad de guerras pasadas, casi todas sucias y perdidas, menos las del Chile de Pinochet, la Argentina de Videla y el Uruguay de Bordaberry, Kissinger, ha publicado un art¨ªculo en el que va m¨¢s all¨¢ que Solana y propone aniquilar a Serbia, aunque nada dice sobre la necesidad de convertirla en un pueblo de pastores y camareros. Podemos llegar a la sospecha de que la OTAN no s¨®lo ultima la limpieza ¨¦tnica de albanokosovares, sino que cada vez le encuentra m¨¢s gusto a la limpieza ¨¦tnica de serbios. Los que no podemos permitirnos la limpieza ¨¦tnica de los responsables de la OTAN hemos de quedar a la espera de lo que pase, tomando partido ante la zanahoria Milosevic. Nos la comemos o no nos la comemos. Nos ponen a Milosevic como el causante psic¨®pata del conflicto, como si este conflicto terminara el d¨ªa en que Milosevic desaparezca, como si no fuera una hidra siniestra, a la que la aventurera acci¨®n de la OTAN le ha a?adido m¨¢s patas.
Sigo afanosamente la CNN para enterarme del pensamiento del imperio e incluso advierto en tan pasteurizada y decantada cadena una cierta perplejidad sobre el final de esta historia. ?Y si muriera alg¨²n norteamericano? Muchos serbios han muerto, los albanos son un pueblo de hormigas pisoteadas e instrumentalizadas, pero, claro, Estados Unidos tiene a tres, tres, insisto, soldados retenidos por los serbios. Pase o no por encima del cad¨¢ver de Milosevic, el nuevo orden internacional empieza bien. Va a tener en el bajo vientre de Europa dos tumores en plena met¨¢stasis: la constituci¨®n de un enclave isl¨¢mico y la memoria herida de los eslavos del norte y del sur. Cautivo y desarmado el ej¨¦rcito rojo y sus compa?eros de viaje con la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, dijeron: la Historia ha terminado. Insensatos. Ahora constamos como eslavos, isl¨¢micos, bereberes, samoyedos, celt¨ªberos, europeos, todos en el campo de concentraci¨®n global, vigilados desde las garitas por la OTAN y la CNN. Reproduciendo la dial¨¦ctica de la cultura policial, la OTAN se ha autoatribuido el papel de polic¨ªa malo del imperio; la ONU, el de polic¨ªa bueno, que previene al interrogado sobre la conveniencia de que sea comprensivo, porque si no vendr¨¢ el otro con sus dedos gordezuelos llenos de misiles inteligentes. La CNN es el instrumento medi¨¢tico para globalizar los c¨®digos del poder imperial, en una adaptaci¨®n posmoderna de la constataci¨®n de Nebrija de que siempre fue la lengua compa?era del imperio y hoy d¨ªa el imperio ser¨ªa imposible sin una herramienta de representaci¨®n del canon globalizador.
No pasar¨ªa sin que los Clinton le saquen partido a su guerra balc¨¢nica. Hillary quiere ir a hacer carrera pol¨ªtica besando a ni?os albanokosovares y preguntando sagazmente a los repatriados, mientras su marido a?ade m¨¢s d¨®lares para que la OTAN act¨²e, los mismos d¨®lares que regatea a la ONU, y es que el imperio tiene su polic¨ªa preferido. Cueste la violencia que cueste, pero que esa violencia se cobre las vidas de los ciudadanos perif¨¦ricos. La ONU y la Cruz Roja de Ver¨®nicas, no vaya a haber un empacho de sangriento Ecce Homo en la pantalla global.
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