La ¨²ltima caseta, en la playa
Agotamiento. El Real parec¨ªa ayer que no terminaba de despertar. Ya era m¨¢s de mediod¨ªa y no se viv¨ªa el bullicio de jornadas anteriores. "Es que la Feria es la fiesta de los sevillanos, y se han ido a la playa". Tantos d¨ªas de jolgorio y trabajo pueden con cualquiera. Y lo mejor es ir de fiesta en fiesta. Est¨¢ por ver si los protagonistas de la fiesta se hab¨ªan ido hasta la localidad onubense de Punta Umbr¨ªa, la segunda residencia por antonomasia de los habitantes de la capital andaluza. Se regalaban 1.000 kilos de bivalvos gracias a la quinta edici¨®n de la Muestra Nacional de la Coquina. Eso s¨ª. No faltaron los incombustibles. La precampa?a obliga. Reincid¨ªan las mismas caras. Los pol¨ªticos se volvieron a pasear por el Real. Mientras algunos se recorr¨ªan el Real, Soledad Becerril, la alcaldesa, recib¨ªa y recib¨ªa en la caseta municipal. Lo que m¨¢s se repet¨ªa en todos los rincones era un nombre: El Juli. El chaval ha calado. De h¨¦roe para arriba. Bueno, en todas las casetas, no. En la de la Pe?a Curro Romero, mutismo, como los silencios recibidos por el torero en su ¨²ltima corrida. "No pudo ser". Era lo m¨¢ximo que se pod¨ªa sacar a los ensimismados aficionados. Se encontr¨® el Fara¨®n de Camas, mientras paseaba por el Real, con el juez Baltasar Garz¨®n. Saludos y palmadas en la espalda. "No pudo ser". En este d¨ªa de reflexi¨®n ya que el cuerpo no da para otra cosa, reprueban el rebujito. Del verbo reprobar: no aprobar, sino dar por malo; que no es lo mismo que probar una y otra vez, que es lo que han hecho todo los feriantes este a?o. Un empresario comenta con sigilo que la idea de mezclar la manzanilla con las bebidas espirituosas le puede salir caro a las bodegas andaluzas, "y es que aqu¨ª quien se lo lleva caliente son los refrescos", comenta. Est¨¢ por ver si este matrimonio bienavenido significa un aumento del consumo de caldos. De gaseosas, seguro. No hubo invasi¨®n de famosos. Los viandantes que paseaban por "las calles de la ciudad ef¨ªmera" se autoenga?aban viendo estrellas de la televisi¨®n y portadas de las revistas del coraz¨®n en cada coche de caballos que se cruzaba ante ellos. Aunque siempre est¨¢ por ver. Una chica contaba con excitaci¨®n que hab¨ªa bailado con la mujer del ministro de Asuntos Exteriores. Se trataba de Mirella Descamps, y no se preocupen si no la conocen o no encajan el nombre ya que el ministro en cuesti¨®n es de Monaco. Comentaba la monaguesca su fascinaci¨®n por la Feria, acompa?ada por una amiga de Niza y a la vez se quejaban de lo de siempre: "Si no conoces a gente con caseta esta fiesta es aburrida". La pol¨¦mica de siempre. Y ayer los sevillanos en la playa. Los que no est¨¢n cansados sino molidos son los trabajadores de la Feria. En la caseta del sindicato Comisiones Obreras un feriante un poco pasado le brama a un exhausto camarero: "tu tienes toda la cara de trabajar 35 horas a la semana". No hace gracia. El beodo toma el camino y el empleado sigue con lo suyo. Deber¨ªan dedicar la nueva calle de la Feria a estos currantes. Hoy los fuegos artificiales dan el punto final. Hay que habituarse tras una semana agotadora. Mejor en la playa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.