Una muestra recurre a los h¨¦roes mitol¨®gicos para reflexionar sobre la falta de modelos en la sociedad La Diputaci¨®n de C¨®rdoba acoge una colecci¨®n de obras de Juan Zafra y Jacinto Lara
Tras siete a?os de trabajo y a trav¨¦s de m¨¢s de 300 obras, entre esculturas, grabados y pinturas, Juan Zafra y Jacinto Lara plantean el abandono del mito y la desidia del hombre contempor¨¢neo, que ha olvidado la lucha por los valores. Zafra y Lara recurren a siete de los h¨¦roes de la mitolog¨ªa griega (Perseo, Prometeo, Herakles, Teseo, ?caro, Orfeo y Ant¨ªgona) para plantear la b¨²squeda de los valores en una sociedad que consideran desprovista de modelos. De la desaparici¨®n de los h¨¦roes es el t¨ªtulo de la exposici¨®n, que permanecer¨¢ en la Diputaci¨®n de C¨®rdoba hasta el 9 de mayo.
Primero fue la Edad del Oro, Saturno mandaba sobre la Tierra, y ¨¦sta daba sus frutos espont¨¢neamente. Una eterna primavera. Los hombres viv¨ªan en la inocencia, desconoc¨ªan los males y, por supuesto, no hab¨ªa cr¨ªmenes. Pronto lleg¨® la Edad de Plata, Zeus se convirti¨® en el due?o y se?or de todas las cosas. Empezaron los des¨®rdenes, se impuso el trabajo a los hombres y se estableci¨® la propiedad privada. Por si no fuera suficiente, tras el reinado de Zeus, Poseid¨®n tom¨® las riendas. Guerras y violencia, en un mundo de arbitrariedades. Era la ¨¦poca del Bronce. El hombre luch¨® por lograr un mejor destino, se lleg¨® as¨ª a la Edad Heroica. Todo fue in¨²til: se rompieron los diques morales y el vicio se apoder¨® del ser humano. Leyes injustas y guerras. Es la edad de Hierro, en la que la Tierra, cansada de tantas iniquidades y apesadumbrada por parir seres tan depravados, se niega a dar frutos sin sudor. As¨ª contemplaba en el siglo noveno antes de Cristo el poeta Hesiodo la historia del hombre, y es en este pasaje en el que los artistas cordobeses Juan Zafra y Jacinto Lara han basado su exposici¨®n. Seg¨²n explican los autores, no pretenden marcar ning¨²n camino, ni mucho menos caer en una especie de mileniarismo apocal¨ªptico, sino reflexionar sobre la p¨¦rdida de referencias del hombre actual. Confusi¨®n "La desaparici¨®n de los h¨¦roes en el mundo en los tiempos que corren hace evidente la ausencia de una meta, la confusi¨®n tremenda en la que vivimos. Los h¨¦roes de hoy son productos de temporada, que abandonamos cada tres meses una vez que estrujamos el poco jugo que ten¨ªan, afirma Juan Zafra. Los autores plantean la exposici¨®n como el intento de crear un h¨¦roe nuevo, que permita salir de la reclusi¨®n en la que consideran est¨¢ hundido el hombre de hoy d¨ªa. De la desaparici¨®n de los h¨¦roes no es el repaso a una supuesta decadencia de la sociedad actual, ni tan siquiera un conjunto de obras que sugieran la adopci¨®n de una u otra conducta. La exposici¨®n presenta al visitante la historia de siete personajes de la mitolog¨ªa griega, "con sus virtudes y sus defectos", aclara Zafra. Seg¨²n explican los autores, la interesante personalidad de estos siete h¨¦roes no debe ocultar sus debilidades, sus miserias, sus ineludibles gestos humanos, propios de unos seres creados por los dioses para que el hombre tuviera unos modelos con los que identificarse. Como una llamada a la esperanza, a la salida de la exposici¨®n el visitante encuentra el Testamento del h¨¦roe, obra de Zafra. En un bonito texto, el h¨¦roe de la mitolog¨ªa griega grita su soledad. Se declara abandonado, aunque no pierde la ilusi¨®n de que alg¨²n d¨ªa el hombre vuelva los ojos hacia ¨¦l. Entretanto, encerrado en su f¨¦retro espera ese momento. Para acabar diciendo: "Si otra vez necesit¨¢is mi ayuda, si quer¨¦is utilizarme como ejemplo. Si en alguna lid perd¨¦is los rasgos, y la necesidad de miraros os obliga a situaros de nuevo ante mi espejo, otra vez ser¨¦ dichoso, feliz, capaz de todo; aceptar¨¦ las figuras m¨¢s mediocres; soportar¨¦ todo, lo que se dice todo; hasta que el nombre me cambi¨¦is por otro".
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