ANTONIO SU?REZ NI?O MAGISTRADO EXILIADO "En Colombia hay 50 jueces amenazados de muerte"

En los dos ¨²ltimos a?os, 31 empleados del poder judicial han sido asesinados en Colombia, "uno de los pa¨ªses m¨¢s violentos del mundo y en el que la profesi¨®n de magistrado comporta alto riesgo para la vida". Lo dice Antonio Su¨¢rez, juez de lo penal en Bogot¨¢, exiliado desde 1997 en Espa?a tras ser amenazado de muerte por la ultraderecha. Su¨¢rez colabora con el Consejo General del Poder Judicial y con la asociaci¨®n Jueces para la Democracia, que le ayudaron a venir a Espa?a. Pregunta. ?Por qu¨¦ est¨¢ exiliado? Respuesta. Porque el Estado colombiano no garantiz¨® mi existencia. Recib¨ª amenazas de muerte permanentes en mi condici¨®n de presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Jueces. Y como el Gobierno no se interes¨® ni por mi vida ni por la de muchos otros jueces decid¨ª poner distancia. P. ?Cu¨¢l fue la raz¨®n de las amenazas? R. Mi militancia en defensa de los derechos humanos. En Colombia formo parte de un comit¨¦ que hace una importante labor de denuncia de los desmanes que cometen las fuerzas armadas. All¨ª, quien no tiene un discurso oficial o claro hacia la derecha es concebido como un enemigo del Estado y de las fuerzas de la ultraderecha que, desafortunadamente, tienen un gran peso en el Gobierno y en el ej¨¦rcito. P. ?Cu¨¢ntos compa?eros de la judicatura hay en su misma situaci¨®n? R. En Colombia hay unos 50 jueces amenazados de muerte. Por ejemplo, los 15 fiscales de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscal¨ªa General de la Naci¨®n, que han destapado una serie de implicaciones de militares en masacres. Algunos han optado por el exilio en Espa?a y en otros pa¨ªses de Europa. P. ?No se permite entonces el trabajo independiente de los jueces? R. Es muy complicado. Los jueces est¨¢n ante la disyuntiva de quedarse y ser amenazados de muerte, callarse o irse. Lo peor es que no encontramos una respuesta del Estado que nos garantice la vida. P. ?Los c¨¢rteles de narcotraficantes coartan a¨²n m¨¢s su labor? R. ?se es otro ingrediente de perturbaci¨®n. El narcotr¨¢fico, con sus acciones violentas, tambi¨¦n ha amenazado y asesinado a jueces. Pero son los propios sectores oscuros empotrados dentro de la estructura del Estado quienes m¨¢s amenazan a jueces y fiscales. P. ?C¨®mo ve la Justicia en Espa?a? R. Tiene los problemas de cualquiera otra en occidente: demora, ritualismo asfixiante... Pero ha dado grandes muestras de independencia y, sobre todo, un paso de gigante cuando se atrevi¨® a procesar a Pinochet, para decirle a los dictadores y tiranos de Am¨¦rica Latina que sus hechos no van a quedar en la impunidad.