La OTAN del siglo XXI nace en Kosovo
La cumbre consagra el derecho de injerencia humanitaria en un nuevo ¨¢mbito y con nuevas reglas
"La existencia del pudding se demuestra comi¨¦ndolo". Jamie Shea cit¨® ayer este viejo dicho para reflejar el esp¨ªritu de la cumbre conmemorativa del 50? aniversario de la OTAN, una organizaci¨®n que ayer defini¨® sus objetivos, m¨¦todos y ¨¢mbito de actuaci¨®n en el siglo XXI mientras dirig¨ªa una guerra sin precedentes contra Yugoslavia. La primera victoria de este conflicto, subray¨® anoche Jacques Chirac, ha sido "la unidad de los 19 miembros de la Alianza sobre Kosovo" demostrada en Washington. Todas las diferencias est¨¢n siendo soslayadas en aras del objetivo de expresar la determinaci¨®n a ganarle el pulso a Slobodan Milosevic. Es un pulso que anticipa que la OTAN se dota como objetivo "defender la seguridad y los valores democr¨¢ticos dentro y fuera de sus fronteras", dijo Javier Solana, secretario general de la organizaci¨®n. Solana a?adi¨® que, "como ha hecho en Bosnia y Kosovo", la OTAN se reserva el derecho a actuar sin permiso expreso del Consejo de Seguridad de la ONU.
Chirac reclam¨® para la diplomacia de Francia, ausente de la estructura militar de la OTAN y siempre cr¨ªtica respecto a la hegemon¨ªa anglosajona, el "¨¦xito" de haber incluido referencias a la Carta de las Naciones Unidas y a la tutela del Consejo de Seguridad en las acciones de la Alianza.
Con o sin Naciones Unidas
Sin embargo, y con todas las cautelas, la OTAN se reserva el derecho a actuar, en ¨²ltimo t¨¦rmino, en buena parte del planeta con o sin permiso previo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, como aclar¨® luego Solana. Lo conseguido por Chirac fue una referencia al art¨ªculo 7 del Tratado de Washington que precisa que la OTAN no puede actuar en contra de la Carta de las Naciones Unidas ni del Consejo de Seguridad en sus operaciones de mantenimiento de la paz. La OTAN dibuj¨® en Washington un nuevo mapa, que proyecta su actuaci¨®n mucho m¨¢s all¨¢ de los Urales, estableci¨® nuevas misiones que incluyen la lucha contra el genocidio, el terrorismo y las armas de destrucci¨®n masiva y consagran el derecho de injerencia humanitaria, y se dota de nuevas reglas.
El debate sobre si el permiso expl¨ªcito del Consejo de Seguridad es o no preceptivo para acciones militares fue zanjado ayer con una f¨®rmula que establece que la Alianza seguir¨¢ "el esp¨ªritu y los fines" de Naciones Unidas. Fue una manera de decir que los Aliados no se ven obligados a tener que enfrentarse en el Consejo de Seguridad a posibles vetos rusos o chinos a misiones que consideren claves para su paz y seguridad.
El "espacio euroatl¨¢ntico" que la OTAN considera su territorio de acci¨®n incluye a 44 pa¨ªses, 19 de la OTAN y los 25 miembros m¨¢s de la Asociaci¨®n para la Paz, en su inmensa mayor¨ªa antiguos dominios de la desaparecida Uni¨®n Sovi¨¦tica. De hecho, el escenario de seguridad cubre de Alaska a Vladivostock.
El problema, del que ayer eran conscientes los l¨ªderes de la organizaci¨®n, es Rusia, que ha suspendido sus relaciones con la Alianza y que no ha enviado ninguna delegaci¨®n a la cumbre de Washington. Ni tan siquiera el embajador ruso se ha acercado por el flamante edificio Ronald Reagan, donde, bajo la advocaci¨®n del presidente conservador que le gan¨® a la URSS la guerra de las galaxias, se re¨²nen como jefes de guerra antiguos pacificistas como Bill Clinton, Tony Blair, Gerard Schr?der, Maximo D?Alema y Javier Solana.
El aislamiento de Rusia no es deseado por los estrategas de la Alianza, que, como se?al¨® Solana, desean su regreso a la mesa del di¨¢logo y cooperaci¨®n.
El territorio de Kosovo, banco de pruebas del nuevo concepto estrat¨¦gico, entra de lleno en esa zona en la que la OTAN no aceptar¨¢ "desaf¨ªos como la limpieza ¨¦tnica desencadena por Milosevic", como insisti¨® ayer Solana. Pero, el 50 aniversario de la organizaci¨®n nacida para defenderse del imperio sovi¨¦tico no est¨¢ siendo la fiesta que se hab¨ªa preparado. La organizaci¨®n est¨¢ en una guerra no declarada con el r¨¦gimen de Milosevic. El consenso de sus miembros es que va a ganarla cueste lo que cueste. De momento, mediante incremento de los bombardeos y presiones econ¨®micas como el embargo de petr¨®leo y su aplicaci¨®n mediante un bloqueo naval impl¨ªcito. Pero, si es menester, entrar¨¢n en acci¨®n las fuerzas terrestres.
El debate sobre la Identidad Europea de Defensa bloque¨® ayer durante algunas horas la cumbre ante la resistencia de Turqu¨ªa de que se residencie ese concepto en la Uni¨®n Europea. Ankara, que ha visto c¨®mo se le ha cerrado la puerta de entrada al club econ¨®mico europeo, exig¨ªa una redacci¨®n distinta en lo que parec¨ªa una acci¨®n de represalia contra la UE.
Pese a esas peque?as divergencias, la cumbre reafirma el indiscutible liderazgo norteamericano del mundo. EE UU, que comenz¨® a construirse como imperio frente a Espa?a en la guerra de Cuba de 1898, termina el siglo al frente de una coalici¨®n militar en campa?a, tras haber sido el elemento decisivo en las dos guerras mundiales. Sin embargo, el principio de que las decisiones de la OTAN se adoptan por consenso ha empezado a impacientar a los detractores pol¨ªticos y militares internos de Bill Clinton, que le querr¨ªan ver en una actitud abierta de ordeno y mando.
El orgullo militar norteamericano, que esgrimen sectores cuyo poder es temible en una ¨¦poca preelectoral, no est¨¢ dispuesto a aceptar una nueva Somalia.
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