Dos bailoras en las ant¨ªpodas
Dos mujeres, dos estilos de baile. Francisca Sadornil La Tati, gitana de Madrid, tiene un sentido del flamenco muy pegado a la tradici¨®n de los tablaos, con su desparpajo, sus tics, sus pinceladas de humor. Milagros Meng¨ªbar, sevillana, tiene un se?or¨ªo, profundiza y da templanza al baile. Quiso el azar que las dos hicieran estilos de la misma familia, las canti?as, y las dos con bata de cola. Las comparaciones surgen solas. La Tati no parece llevarse muy bien con la cola: la trata con un cierto despego, a veces con violencia, como si le hubiera perdido el respeto. Meng¨ªbar hace un cuerpo ¨²nico con la cola, se asienta en la supremac¨ªa de su belleza, se funde con ella en un acto de amor. El baile de La Tati es saltar¨ªn y juguet¨®n, se queda en lo superficial; es el bailar por bailar, no nos dice nada importante, no creo que ella quiera dec¨ªrnoslo. El baile de Meng¨ªbar es hacia adentro, se busca dentro de s¨ª con fijeza; aunque -todo hay que decirlo- esta noche nos pareci¨® no estar a su propia altura, el baile de Meng¨ªbar es siempre sugestivo.
Campanas flamencas
III Festival de Jerez. Baile: La Tati, Milagros Meng¨ªbar, Crist¨®bal Reyes y otros. Cante: Juan Jos¨¦ Alcal¨¢, Silverio Heredia, Mar¨ªa Carmona y El Glori. Toque: Andr¨¦s Heredia, F. Mej¨ªas, A. Rey y Canito. Percusi¨®n: Bandolero. Jerez de la Frontera, teatro Villamarta, 24 de abril.
Crist¨®bal Reyes hizo, con el solo acompa?amiento de cante y percusi¨®n, una suite flamenca de lucimiento para un bailaor como ¨¦l que conoce muy bien los resortes de su arte. Reyes hizo un recorrido por distintos palos flamencos, utilizando especialmente la percusi¨®n de sus pies, y en ello dio una lecci¨®n de autoridad y conocimiento, sin descomponer en ning¨²n momento la figura.
El espect¨¢culo, en definitiva, es absolutamente convencional, casi todo muchas veces visto y carente de atractivo de mayor relevancia. Salvo los artistas citados, el resto del elenco cumple correctamente su cometido, sin mayores virtudes que destacar.
Campanas flamencas parece una idea que persigue ¨²nicamente dar un espect¨¢culo que puede tener su aceptaci¨®n en p¨²blicos no muy exigentes, aunque hoy d¨ªa los espectadores lo aplauden todo sin demasiado rigor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.