Maragall afirma que gobernar¨¢ Catalu?a respetando la diversidad

Es la hora de un catalanismo abierto y confiado, que les diga a los dem¨¢s espa?oles "os queremos", salvaguarde la diversidad y predique la uni¨®n y la cohesi¨®n. ?ste fue el mensaje que Pasqual Maragall lanz¨® ayer a las 600 personas que asistieron en L"Hospitalet de Llobregat a la presentaci¨®n de las plataformas de Ciutadans pel Canvi, con cuyo impulso pretende alcanzar la presidencia de la Generalitat. El catalanismo que ¨¦l profesa aspira, dijo, a aplicar este modelo desde el Gobierno ante el agotamiento de lo que denomina "el nacionalismo oficial".

Con Isabel Allende, la hija del presidente chileno, como invitada de honor, Maragall present¨® las caras de su plataforma, que pretende coaligar con el PSC. El primero en presentarse fue Jaume Valls, un viejo comunista de L"Hospitalet; luego lo hizo Xavier Folch, el editor que se defini¨® a s¨ª mismo como compa?ero de viaje de Iniciativa per Catalunya; Cristina Viad¨¦, alcaldesa de Cardedeu, independiente, aunque electa en una lista del PSC; Paco Boya, uno de los dirigentes de Unitat d"Aran; S¨ªlvia Benages, una joven no afiliada, y Antoni Pan¨¦, un cooperativista de Juneda (Les Garriges) que impulsa la plataforma Fem Via. Todos ellos se declararon dispuestos a trabajar a favor de un cambio pol¨ªtico en Catalu?a que lleve a Pasqual Maragall a la presidencia. Folch dijo que la pretensi¨®n de Ciutadans pel Canvi es propiciar la unidad de las izquierdas en esta batalla pol¨ªtica y propiciar un acuerdo con el centro izquierda. Dijo que para esto Ciutadans pel Canvi se convertir¨¢ probablemente en partido pol¨ªtico, es de suponer que con Maragall como l¨ªder, aunque esto no lo precis¨®. S¨ª dijo que para este viaje esperan poder contar con Iniciativa per Catalunya y con Esquerra Republicana. Como sea que ERC no considera llegada la hora de un cambio, Folch advirti¨® a los republicanos que "su credibilidad como fuerza de izquierda depende de lo que haga en estas elecciones auton¨®micas". Adem¨¢s de insistir en que est¨¢ ya sobradamente agotado el programa y el proyecto de Jordi Pujol, Maragall explic¨® que pretende gobernar Catalu?a aplicando "algunas lecciones" que las izquierdas han "aprendido de las derechas". Se refiri¨® a dos. Una de ellas es que las izquierdas han confiado demasiado en el Estado para hacerlo todo. Cuando lo que es sustantivo de la izquierda no es el Estado sino la igualdad y la justicia. Esa igualdad debe entenderse, adem¨¢s, no como uniformidad, sino como la garant¨ªa de las bases para que todos los colectivos puedan vivir con dignidad. Un planteamiento que implica el respeto de la identidad, la subsidiariedad y la cohesi¨®n. En Catalu?a se da la circunstancia, adem¨¢s, de que la sociedad no ha podido contar demasiado con el Estado y ahora se trata de aprovechar esa herencia, no de construir un miniestado. La otra lecci¨®n que Maragall est¨¢ dispuesta a aceptar de la derecha nacionalista es que "quiz¨¢ si que el pa¨ªs necesitaba una etapa de reafirmaci¨®n". La izquierda, y aqu¨ª especific¨® que se refer¨ªa sobre todo al PSC, pero tambi¨¦n al PSC, se sinti¨® en la obligaci¨®n de reforzar los primeros pasos de la democracia del posfranquismo y eso dej¨® a Catalu?a en el segundo plano de sus prioridades. Eso estuvo plenamente justificado en su momento, dijo Maragall. "Pero hace ya unos cuantos a?os que pod¨ªamos haber ido por libre", a?adi¨®. Entendiendo que ir por libre supone promover el modelo federal. Dicho todo esto, Maragall asegur¨® que Catalu?a "no necesita un alcalde que crea conocer a todos los ciudadanos", sino un Gobierno que gobierne bien. El actual ya est¨¢ agotado. "Lo despediremos con respeto", asegur¨®.