La vida se resiste a las definiciones
Cincuenta a?os de intentos de reconstruir la aparici¨®n de los primeros seres vivos no han resuelto el enigma
?Qu¨¦ es la vida? ?C¨®mo sabemos que un objeto est¨¢ vivo y no muerto? Las cuestiones planteadas por los cient¨ªficos sobre el origen de la vida no dan pistas sobre d¨®nde trazar, por un lado, la l¨ªnea entre una laguna repleta de sustancias qu¨ªmicas y, por otro, un organismo vivo. Los bi¨®logos tienden a pensar en la vida por lo que hace, en lugar de por lo que es. Por ejemplo, los virus est¨¢n en el umbral de la vida. Se pueden concebir como aut¨®matas que imitan muchas de las propiedades de la vida, pero que no pueden sobrevivir sin anfitriones vivos. Igual que los ordenadores, que necesitan seres humanos para cargar sus bater¨ªas. Para llevar m¨¢s all¨¢ esta l¨ªnea de pensamiento: los virus est¨¢n hechos de las mismas prote¨ªnas y ¨¢cidos nucleicos que constituyen lo que consideramos vida. Esto subraya la raz¨®n por la cual no podemos definir la vida seg¨²n aquello de lo que est¨¦ hecha. En cuyo caso, una definici¨®n basada en el proceso podr¨ªa ser m¨¢s ¨²til. Los organismos vivos hacen cosas que las cosas inertes no hacen. Comen, excretan residuos y se reproducen. Tienden a reaccionar ante est¨ªmulos externos modificando su comportamiento o su funcionamiento interno. El problema es que esas propiedades guardan relaci¨®n con la vida, pero no la definen. Adem¨¢s, estas propiedades se encuentran en otros sistemas: existen robots y programas inform¨¢ticos que producen r¨¦plicas de s¨ª mismos y modifican su comportamiento como respuesta a est¨ªmulos.
Existe un problema fundamental respecto a lo que entendemos por vida. Nuestra idea de la vida est¨¢ inevitablemente limitada por lo que sabemos y esto est¨¢ basado enteramente en lo que vemos a nuestro alrededor en la Tierra. Como la vida en la Tierra casualmente est¨¢ hecha de prote¨ªnas y ¨¢cidos nucleicos y basada en la qu¨ªmica de compuestos de carbono en soluci¨®n acuosa, tendemos a suponer que toda la vida tiene que estar hecha de esa manera. Estos argumentos plantean que el debate popular sobre la existencia de vida en Marte es irrelevante.
Energ¨ªa
Claramente, lo que necesitamos es un planteamiento de la definici¨®n de vida que no sea presa de prejuicios estrechos de miras. La f¨ªsica podr¨ªan proporcionar una respuesta. En t¨¦rminos de termodin¨¢mica, la rama de la f¨ªsica que trata de la energ¨ªa y de su transferencia, todos los procesos tienden a extinguirse si no se abastecen constantemente de energ¨ªa. Los sistemas, por s¨ª solos, caer¨¢n con el tiempo en un desorden uniforme, y toda la energ¨ªa se disipar¨¢ en forma de calor. Es la Segunda Ley de la Termodin¨¢mica, la tendencia de todos los sistemas a aumentar su entrop¨ªa, a alcanzar una situaci¨®n en la que ninguna parte del universo contiene m¨¢s energ¨ªa que otra. Evitar el aumento de entrop¨ªa es imposible en general, pero se puede evitar localmente. Es decir, una parte del universo puede luchar por mantener su propio contenido de orden o de informaci¨®n a costa de otras partes. En t¨¦rminos de termodin¨¢mica, ese subuniverso est¨¢ supuestamente "lejos del equilibrio". Los organismos vivos son buenos ejemplos de estos subuniversos, Los procesos que asociamos a la vida tienen lugar lejos del equilibrio: la vida exige el mantenimiento activo de estructuras que desaf¨ªan la entrop¨ªa, estructuras que, si se dejasen a su propio albedr¨ªo, decaer¨ªan y desaparecer¨ªan.
En general, la vida se podr¨ªa considerar como un conjunto de fen¨®menos en los cuales unas colecciones de ¨¢tomos se constituyen en agrupaciones temporales de miembros variables, organizadas en sistemas lejos del equilibrio que contienen m¨¢s informaci¨®n, orden y estructura que su entorno, y cuya posici¨®n energ¨¦tica es mantenida por actividades generadas dentro del sistema a costa del orden, informaci¨®n y estructura exteriores al sistema. La implicaci¨®n es que la entidad viva est¨¢, por lo general (pero no necesariamente siempre) separada del resto del universo por un discreto l¨ªmite, como una membrana celular.
Esto suena, por fin, a progreso. Pero, ?lo es? ?No se agrava el problema equiparando la vida a toda clase de sistemas que se encuentran lejos del equilibrio? La vida es parte integral del universo. Como tal, buscar definiciones de la vida como fen¨®meno diferenciado es tan dif¨ªcil (algunos dir¨ªan que in¨²til) como la b¨²squeda de la localizaci¨®n del alma humana. No hay una respuesta simple a la cuesti¨®n de "?qu¨¦ es la vida?" que no incluya alg¨²n l¨ªmite arbitrario. Sin ese l¨ªmite, o nada est¨¢ vivo, o todo lo est¨¢.
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