La lucha por el territorio en la Casa de Campo
Unas 300 mujeres que ejercen la prostituci¨®n se concentran cada d¨ªa en la Casa de Campo. Africanas, espa?olas, latinoamericanas y del centro y este de Europa. En zonas cercanas al zool¨®gico, el Parque de Atracciones y el lago se distribuyen cuidadosamente prostitutas y transexuales. Cada una sabe qu¨¦ espacio ocupa. Cada una defien de su territorio. Se agrupan por nacionalidades y con horarios estrictos: las africanas -de Nigeria, Senegal, Mauritania y Costa de Marfil- trabajan de lunes a viernes. En su mayor¨ªa son j¨®venes que no pasan de los 20 a?os y que, curiosamente, son las que menos temen a la polic¨ªa. "Casi todas tienen la documentaci¨®n en regla. No sabemos c¨®mo lo han conseguido, pero la tienen", asegura Carmen Britz, del colectivo Hetaira, que reivindica los derechos de las prostitutas.
Las africanas, afirma Briz, no suelen exponerse desnudas. "Apenas se atreven a exhibirse en bragas y sujetador", afirma. Son los transexuales quienes se muestran m¨¢s abiertamente y, por lo general, son los ¨²ltimos en llegar a la Casa de Campo.
Cada ma?ana suele aparecer en los alrededores del lago, cerca del recinto ferial, un grup¨²sculo de mujeres espa?olas a las que dif¨ªcilmente se las puede identificar. Llevan indumentaria poco llamativa y algunas son madres que por su situaci¨®n econ¨®mica deben dedicarse a la prostituci¨®n. La mayor¨ªa no pasa de los 30 a?os. "Y tienen que organizar su horario de tal manera que no afecte a sus hijos, porque muchos est¨¢n peque?os y van a la escuela", dice Briz.
En ese mismo lugar se ubican, por la noche, italianas y originarias de pa¨ªses del este. "Las italianas han llegado aqu¨ª desplazadas por los problemas que tienen en su pa¨ªs para ejercer la prostituci¨®n", explica la portavoz de Hetaira.
Pero tambi¨¦n se ha incrementado el n¨²mero de centroeuropeas. ?stas tienen que distribuirse celosamente en los alrededores del lago, donde adem¨¢s suelen trabajar africanas que no encuentran sitio en las cercan¨ªas del Parque de Atracciones.
El mercado de la prostituci¨®n en la Casa de Campo tambi¨¦n se lo disputan por igual los transexuales y las toxic¨®manas. Los transexuales son de origen suramericano, mayoritariamente ecuatoriano y venezolano. Y las toxic¨®manas, espa?olas. Muchas de ellas son adictas a la coca¨ªna y a la hero¨ªna, pero casi nunca se inyectan, seg¨²n Briz.
El colectivo Hetaira cree, no obstante, que la presi¨®n policial est¨¢ obligando a las mujeres a desplazarse: "El pol¨ªgono industrial de Villaverde se est¨¢ convirtiendo en su nuevo sitio de trabajo", asegura Briz.
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