?Y d¨®nde dejamos al ni?o?
Trabajo ignora que existe un plan de guarder¨ªas como el anunciado en Par¨ªs por el ministro Pimentel
![Gabriela Ca?as](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe2ef923b-1fb5-40d3-a83a-f8e22e6aaa96.png?auth=e38266807565ed5e93a4dcac350ef8ca70270dc6216112a4322580e55d781a8a&width=100&height=100&smart=true)
Hace un par de semanas, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Manuel Pimentel, prometi¨® en un foro parisiense sobre la paridad promover la creaci¨®n de nuevas guarder¨ªas, pero en su departamento ni siquiera tienen datos sobre la situaci¨®n a escala nacional; menos a¨²n sobre la mencionada promesa.El a?o pasado nacieron en Espa?a 385.502 ni?os. Una gran mayor¨ªa de ellos, en el seno de una familia en la que tanto el padre como la madre tienen un empleo remunerado. ?C¨®mo cuidar¨¢n de ellos hasta que llegue la edad escolar? Espa?a es uno de los tres pa¨ªses de la Uni¨®n Europea que menos infraestructura p¨²blica ofrece para el cuidado de la primera infancia.
Casi la mitad de los ni?os daneses menores de tres a?os son atendidos en centros p¨²blicos o subvencionados. Uno de cada tres peque?os suecos dispone tambi¨¦n de tales atenciones. En Espa?a, Irlanda y Reino Unido se registra el peor porcentaje de Europa (s¨®lo el 2%) en este terreno. Los datos son de un estudio europeo y datan de 1993. No hay cifras comparativas m¨¢s recientes.
Y, sin embargo, hay consenso sobre la gravedad del d¨¦ficit de guarder¨ªas en Espa?a. La necesidad de una decidida intervenci¨®n pol¨ªtica es "imperiosa", seg¨²n el ¨²ltimo estudio elaborado sobre este asunto. Es un trabajo de un equipo de la Universidad de Barcelona dirigido por ?ngel Forner que concluye que en Catalu?a est¨¢n escolarizados (tanto en centros p¨²blicos como privados) s¨®lo el 25% de los menores de tres a?os.
A escala nacional, y seg¨²n los datos del Ministerio de Educaci¨®n, las tasas eran muy inferiores hace tres a?os, si bien todos los c¨®mputos estatales advierten de la escasa fiabilidad de sus cifras. Primero porque las competencias son de gobiernos regionales y ayuntamientos. Segundo porque junto a los centros de financiaci¨®n p¨²blica hay una constelaci¨®n de guarder¨ªas privadas, en n¨²mero indeterminado, y a ellas acuden mayoritariamente los padres que trabajan fuera de casa.
El estudio catal¨¢n ha puesto de manifiesto que all¨¢ donde hay oferta crece en igual medida la demanda de centros de calidad donde dejar a los ni?os y que la gente es m¨¢s fiel a los centros p¨²blicos.
Una subcomisi¨®n del Congreso pidi¨® hace dos a?os extender la red p¨²blica de guarder¨ªas. "Se han tomado otras medidas", dice la diputada del PP Mar¨ªa Jes¨²s Sainz, "como las deducciones fiscales aprobadas por el Gobierno". Porque al Partido Popular, como a CiU, le anima la voluntad de proteger a la familia, pero tambi¨¦n de elevar la tasa de natalidad, la m¨¢s baja del mundo. Pero la meta no es tan sencilla. Como advierte la soci¨®loga In¨¦s Alberdi en su ¨²ltimo trabajo, La nueva familia espa?ola, el hecho de que las espa?olas se nieguen a tener hijos no es s¨®lo una cuesti¨®n econ¨®mica, pues tampoco las de mayor renta desean tener descendencia.
Los poderes p¨²blicos saben que se necesita una mayor y global atenci¨®n a la infancia. La precariedad laboral y los altos niveles de paro dificultan enormemente las cosas en Espa?a y las medidas tomadas hasta el momento no se acercan ni de lejos a las pol¨ªticas adoptadas en los pa¨ªses n¨®rdicos, donde se favorecen las ayudas para que los padres tengan hijos y, adem¨¢s, los disfruten.
Tanto el PP como CiU, principales impulsores de aquella subcomisi¨®n parlamentaria, aseguran estar mejorando las cosas. La Generalitat de Catalu?a ha lanzado un plan para crear 30.000 nuevas plazas en seis a?os y en la Comunidad de Madrid se han creado en los ¨²ltimos cuatro a?os 37 nuevas casas de ni?os, sumando un total de 93 p¨²blicas entre locales y auton¨®micas.
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