Alivio para las finanzas rusas
El cr¨¦dito del Fondo Monetario Internacional abre al Kremlin la puerta a nuevos pr¨¦stamos
El acuerdo de Rusia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) conseguido el pasado jueves en Washington permite al Kremlin respirar un poco m¨¢s tranquilo. Los 4.500 millones de d¨®lares (4.275 millones de euros, 711.000 millones de pesetas) que ha decidido dar el FMI significan que Mosc¨² no deber¨¢ declarar la suspensi¨®n de pagos de su deuda exterior.Este cr¨¦dito significa tambi¨¦n dar luz verde para obtener pr¨®ximamente nuevos pr¨¦stamos procedentes del Banco Mundial y Jap¨®n, y pr¨¢cticamente determina que los acreedores reunidos en los llamados clubes de Londres y Par¨ªs acceder¨¢n a que el Kremlin aplace el pago del servicio de la deuda de este a?o y del pr¨®ximo.
El problema es que, por el momento, el FMI todav¨ªa no ha concedido oficialmente a Rusia el cr¨¦dito anunciado. Para ello, antes es necesario que el director ejecutivo del organismo, Michel Camdessus, se dirija al Consejo de Directores del FMI recomendando su concesi¨®n y que esta recomendaci¨®n sea aceptada. Y para que esto suceda, el Fondo pide que Rusia realice previamente una serie de cambios concretos en su pol¨ªtica econ¨®mica. Para cumplir todas las exigencias del FMI, el Parlamento ruso deber¨ªa aprobar unas sesenta resoluciones, consistentes en nuevas leyes o en modificaciones a las ya existentes.
Entre las medidas que Rusia deber¨¢ adoptar para satisfacer al FMI figuran las de aumentar los impuestos a la gasolina, aprobar la ley sobre reestructuraci¨®n del sistema bancario, modificar la ley sobre la bancarrota de las entidades crediticias, aplazar la rebaja del IVA (que, seg¨²n una ley recientemente aprobada el 1 de julio, pasaba del 20% al 15%) y anular una serie de restricciones impuestas por el Banco Central a la compraventa de divisas.
En concreto, el paquete total de ayuda comprende diversos elementos, seg¨²n el ministro de Finanzas de Rusia, Mija¨ªl Zad¨®rnov. Por una parte, los 4.500 millones de d¨®lares del FMI, m¨¢s 3.000 millones que dar¨¢ el Banco Mundial y un mill¨®n que conceder¨¢ Jap¨®n. A ello se le deben agregar los 16.000 millones de d¨®lares de servicio de su deuda a los clubes de Londres (que re¨²nen a los acreedores privados) y Par¨ªs (a los estatales) en 1999 y el 2000 (8.000 millones cada a?o), que, gracias al acuerdo con el FMI, ser¨¢n aplazados. De la suma de todo resulta, seg¨²n Zad¨®rnov, que la ayuda tiene para Rusia un valor de 23.500 millones de d¨®lares. El destino de este paquete de ayudas est¨¢ ahora en manos de los diputados rusos, que deben aprobar las leyes y enmiendas exigidas por el FMI. Esto significa que, por el momento, el viceprimer ministro Yuri Masliukov, que encabez¨® el equipo econ¨®mico negociador, tiene su puesto asegurado.
Aunque hay insistentes rumores de su pr¨®xima destituci¨®n, Masliukov, miembro del Partido Comunista, es un personaje clave para convencer a la mayor¨ªa izquierdista de la Duma Estatal que apruebe los proyectos de ley que ha elaborado el Gobierno para poder obtener el cr¨¦dito del FMI.
Adem¨¢s de aprobar las leyes necesarias para cumplir las exigencias del Fondo, el Gobierno ruso ha prometido informar sobre lo que hizo con el anterior cr¨¦dito y sobre el destino de los fondos que el Banco Central coloc¨® en para¨ªsos fiscales. Los 4.800 millones de d¨®lares obtenidos del Fondo en julio del a?o pasado fueron despilfarrados por Rusia en su vano intento de defender el rublo y evitar su colapso. Como se sabe, todo fue in¨²til: se gast¨® millones en la Bolsa de divisas de Mosc¨² para mantener el tipo de cambio de la moneda nacional, pero, al fin y al cabo, ¨¦sta se desplom¨®, desatando una de las m¨¢s graves crisis financieras por las que ha pasado Rusia.
El dinero que el Banco Central desvi¨® entre 1994 y 1998 a Fimaco, una firma controlada por ¨¦l que opera en para¨ªsos fiscales, no se ha evaporado. El objetivo de esa operaci¨®n, seg¨²n el entonces gobernador de la entidad emisora rusa, era proteger los fondos de las acciones judiciales de los acreedores extranjeros.
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