Una fiesta con mucha 'finezza'

Una tonadillera de otro tiempo, votante ahora del Partido Popular, irrumpi¨® ayer en el patio de festejos de la Real Casa de Correos, donde se celebraba el D¨ªa de la Comunidad de Madrid. Se fue hacia los gestores auton¨®micos y reprob¨® su pol¨ªtica cultural. "En todos estos a?os", se quej¨® la artista, "no me hab¨¦is contratado ni una sola vez. S¨®lo os sirven los rojos". Se lo cont¨® a un dirigente popular al tiempo que le mostraba un pastillero donde guardaba una foto de Francisco Franco. "No conozco a ese se?or", le contest¨® el alto cargo del Gobierno. Fue una respuesta elegante a una tosca sugerencia en una jornada de discursos cargados de finezza.El anfitri¨®n de la fiesta, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, presidente regional hasta, al menos, el 13 de junio, avis¨® a los navegantes populares que a?oran tratos de favor: "No se puede mirar a la cultura con un ojo tapado, hay que mirarla con los dos ojos. Nosotros, desde el poder, no podemos sostener una cultura con ideolog¨ªa partidaria".

Ruiz-Gallard¨®n abri¨® ayer sus dos ojos a las luces del patio de la Real Casa de Correos para que no se le escapara ning¨²n detalle. All¨ª puso medallas, tendi¨® su mano a mil manos, amag¨® cientos de besos, presidi¨® desfiles, lanz¨® vivas al Rey, a Espa?a y a Madrid (como el alcalde), y ley¨® discursos conocidos de otros a?os.

Disfrut¨®, especialmente, con la palabra de Adolfo Marsillach, actor, director de teatro, escritor, y candidato socialista al Ayuntamiento en un puesto de cola de la lista, ese lugar que sirve a quien lo ocupa como testimonio de afectos y apoyo a personas e ideolog¨ªas.

Marsillach se expres¨® emocionado por ser medalla de oro de la Comunidad de Madrid junto a la Sociedad General de Autores. Nacido en Barcelona, lleg¨® en 1950 a la estaci¨®n de Atocha cargado con una maleta "llena de ilusiones". Casi cincuenta a?os despu¨¦s, Marsillach no sabe, seg¨²n confes¨® ayer, si es un catal¨¢n afincado en Madrid o un madrile?o que naci¨® en Barcelona. Cree que las dos cosas. Se declar¨® en contra de los nacionalismos excluyentes; y de los nacionalismos. Despu¨¦s record¨® a un diplom¨¢tico italiano para el que "manca finezza" en la pol¨ªtica espa?ola. Faltaba finura, elegancia. "En Madrid", declar¨® solemne Marsillach, "no manca finezza".

Ruiz-Gallard¨®n recibi¨® la flor encantado. El delgado presidente madrile?o, seco y palido como el jerez fino, tuvo la fina ocurrencia de elegir a Marsillach para el oro del Dos de Mayo en el momento m¨¢s inoportuno. Unos d¨ªas despu¨¦s de la elecci¨®n, el PSOE anunciaba la presencia de Marsillach en sus listas municipales. Su atrevimiento fue premiada ayer con la palabra de un cl¨¢sico, Adolfo Marsillach.