'Caso Tenerife'

TRAS LA imputaci¨®n a dos cargos p¨²blicos y a dos letradas del PP en Canarias hecha por la juez que investiga las amenazas y agresiones a la abogada tinerfe?a Julia Bango, ese partido no puede seguir tratando el asunto como un conflicto personal. El caso Bango, por el nombre de la abogada amenazada de muerte por su empe?o en investigar posibles irregularidades urban¨ªsticas, ha pasado a ser el caso Tenerife del Partido Popular.No basta afirmar, como hace Arenas, secretario general del PP, que la corrupci¨®n ha dejado de ser un problema para que sus efectos desaparezcan. En el asunto de Tenerife, los dirigentes nacionales han actuado con displicencia, como si no fuera con ellos. En lugar de amparar al denunciante, el anterior presidente del partido en Tenerife, Francisco de la Barreda, en su deseo de limpiar al PP de posibles pr¨¢cticas corruptas relacionadas con la construcci¨®n, lo que ha hecho es permitir que el resto de la direcci¨®n le apee de la presidencia. Esa actitud permisiva, siempre por detr¨¢s de los acontecimientos, ha vuelto a ponerse de manifiesto al suspender de militancia a los imputados s¨®lo a petici¨®n propia y cuando ha habido un pronunciamiento judicial.

Pero una vez que se conoce, tras el levantamiento del secreto del sumario, la implicaci¨®n de personas relevantes del PP en las amenazas y agresiones f¨ªsicas a la abogada Bango por parte de matones, as¨ª como la del promotor de la urbanizaci¨®n sospechosa de irregularidades urban¨ªsticas, la direcci¨®n nacional no puede seguir haci¨¦ndose la distra¨ªda. La lucha contra la corrupci¨®n pol¨ªtica es fundamentalmente tarea de los partidos, no de los jueces. Al menos, si se quiere evitar esa judicializaci¨®n de la pol¨ªtica que confunde responsabilidades pol¨ªticas y penales y que tanto critic¨® el PP. En este caso hab¨ªa desde el principio materia suficiente para que el PP no hubiera tenido que esperar a la investigaci¨®n del juez. ?O es que no debe preocupar a la direcci¨®n de un partido que sus dirigentes y militantes aparezcan mezclados en actuaciones mafiosas, con matones a sueldo de por medio, en relaci¨®n con posibles actuaciones corruptas? Urge una explicaci¨®n clara y detallada sobre lo ocurrido en Tenerife por parte de la direcci¨®n nacional del PP. La elaboraci¨®n de las listas para las municipales y auton¨®micas ha sido un juego de incorporaciones y defenestraciones de ¨²ltima hora que han dejado demasiadas sospechas sobre demasiadas personas. Arenas est¨¢ obligado a despejar tantas sombras.