La guerra civil y la de todos los d¨ªas se entrecruzan en la ¨²ltima novela de Ram¨®n Saizarbitoria
"En este libro hay amor y hay guerra como tambi¨¦n memoria", dijo ayer el escritor Jon Juaristi al presentar Amor y guerra, la versi¨®n en castellano de Bihotz bi, de Ram¨®n Saizarbitoria, uno de "los mejores novelistas en euskera del siglo que se acaba", como le defini¨® Juaristi. Saizarbitoria correspondi¨® con media sonrisa a los elogios y asegur¨® ser consciente de cu¨¢l es su sitio. El autor lament¨® la poca tradici¨®n novel¨ªstica en Euskadi e invit¨® a leer Amor y guerra asegurando que es "m¨¢s din¨¢mica" que su trabajo anterior, Los pasos incontables, Premio de la Cr¨ªtica 1995.
La novela de Ram¨®n Saizarbitoria (San Sebasti¨¢n, 1944) tambi¨¦n result¨® premiada en su versi¨®n original en euskera, Bihotz bi. Gerrako kronikak. En 1996, obtuvo el premio Euskadi Difusi¨®n. Ahora que Espasa Calpe saca al mercado su traducci¨®n al castellano (realizada por Bego Montorio) el autor se sincera sobre lo que le llev¨® a escribir una historia m¨¢s "asequible". "Soy consciente que Los pasos incontables exige al lector un esfuerzo importante para entrar en ella. Un gran esfuerzo que yo hice, debido a su complejidad, para escribirla y continuar al tiempo con mis obligaciones laborales. Decid¨ª que en este caso quer¨ªa dedicarle a la escritura el tiempo que necesitara y me embarqu¨¦ en un proyecto menos ambicioso", afirma. Eso le permiti¨® escribir Amor y guerra "casi de un tir¨®n". En la quinta novela de Saizarbitoria hay el amor del que habla el t¨ªtulo, pero es un amor que no sabe si ama o si odia. Y hay guerra, varias guerras. Una es la guerra civil, que recuerdan cinco amigos ex combatientes. Y otra guerra es la de la vida cotidiana de la pareja, una guerra sorda y doliente, tan tr¨¢gica al final como la otra. El final al comienzo Amor y guerra, escrita en primera persona, comienza desvelando el final: "Mi mujer se llamaba Flora. Decid¨ª matarla el d¨ªa en que, recogi¨¦ndose el camis¨®n en la cintura, se me sent¨® a horcajadas y me pellizc¨® las tetillas con la demasiado evidente intenci¨®n de complacerme". Esto le da pie al protagonista para volver atr¨¢s en los recuerdos, para meditar "sobre si se pudo evitar o no lo que sucedi¨®", apunt¨® el autor. Seg¨²n Saizarbitoria ¨¦sta es una reflexi¨®n muy actual. "Saber si no se pudo hacer nada antes para detener el desastre. El personaje desgrana los recuerdos con su mujer por si la ca¨ªda mortal pudiera haberse soslayado. Pero tambi¨¦n est¨¢ obsesionado con si el 17 de julio de 1936 no se notaba nada que avisara de que el 18 iba a haber una guerra", explica. Del personaje principal, vendedor de enciclopedias, Jon Juaristi destac¨® el gran trabajo realizado por Saizarbitoria en su contrucci¨®n psicol¨®gica, algo que destac¨® como una constante en la trayectoria del autor. "Es una t¨¦cnica muy peculiar y muy t¨ªpica de Ram¨®n la de construir el personaje en torno a una neurosis que sufre, en este caso, obsesiva", concret¨® Juaristi. "El protagonista de Amor y guerra establece dos l¨ªneas de fuga: una es la relaci¨®n obsesiva con su mujer, en la que no puede quitarse de la cabeza a una tercera persona con la que ella ha tenido una aventura, y otra, hacia la memoria de la guerra civil, que cuenta historias recurrentes", concluy¨®. "Todas las guerras grandes tienen algo de las peque?as", apunt¨® Saizarbitoria. El bar Hambre A esa guerra "tan nuestra", como dijo el autor, regresan una y otra vez cinco amigos que se re¨²nen en un bar, el Hambre -Saizabitoria reconoce la exitencia de un caser¨ªo con ese mismo nombre cerca de Ermua-, a repetir sus experiencias b¨¦licas. "Al final parece que se pasaron toda la contienda subiendo y bajando colinas", reconoce el novelista, que ha hablado con muchos supervivientes de la guerra para construir estos personajes, "y resulta que ninguno peg¨® nunca un tiro a nadie", indica con gesto de extra?eza. Saizarbitoria construye esa memoria trabajosamente, poco a poco. Es su manera de enganchar al lector. Vuelve repetidamente sobre los recuerdos de los cinco ex combatientes, recuerdos que ya han aparecido antes, pero cada vez lo hacen con un detalle nuevo, una luz distinta, una perspectiva reveladora. "La novela tiene algo de comedia de enredo, de confusiones, trampantojos", afirm¨® Jon Juaristi. "Hay tambi¨¦n un motivo policiaco, porque se construye alrededor del homicidio con el que comienza el libro". Un homicidio al que se llega tras el hast¨ªo y el desencanto en la relaci¨®n. Comienzo y final de la novela cierran el c¨ªrculo de la memoria y de la cat¨¢strofe inevitable.
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