"La actual ley universitaria es hija tard¨ªa del Mayo del 68"

Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz (Valladolid, 1950) lleg¨® a la Secretar¨ªa de Estado de Educaci¨®n, Universidades, Investigaci¨®n y Desarrollo de la mano del ministro Mariano Rajoy y se ha encontrado amontonados los problemas que dej¨® sin resolver el equipo de Esperanza Aguirre. Es consciente de la urgencia, pero ya casi no le queda legislatura.Pregunta. ?Cual ser¨¢ el siguiente paso de la reforma del acceso a la universidad?

Respuesta. Ahora vamos a reformar el contenido de las pruebas. Queremos que est¨¦ en vigor a principios del pr¨®ximo curso. Tenemos el primer borrador de real decreto sobre la base de las demandas que nos ha hecho el Senado con un consenso total de todos los grupos parlamentarios. En los pr¨®ximos d¨ªas lo entregaremos a todos los sectores involucrados: comunidades aut¨®nomas, Consejo de Universidades, sindicatos de estudiantes, asociaciones de padres... Les pedimos que hagan todas las observaciones que se les ocurran y luego buscaremos un consenso para el texto definitivo.

P. Hay quien sugiere que la selecci¨®n la debe hacer la universidad.

R. El problema ahora no es de demanda, sino de oferta. Por tanto, las reglas de la competencia entre las universidades van a entrar en juego. De hecho ya sucede as¨ª. Basta ver los anuncios de ofertas de trabajo en los peri¨®dicos donde incluso se recomienda que se abstengan de presentarse, licenciados o diplomados de determinadas universidades. El reto que tenemos por delante es el de la calidad. Al final, la nota de corte, o la nota de acceso para una determinada ense?anza o un determinado centro es, no nos enga?emos, el juego de la oferta y la demanda.

P. ?Piensa usted que la universidad espa?ola va mal?

R. No. Es m¨¢s, afirmo lo contrario. Creo que, teniendo en cuenta la masificaci¨®n que se ha producido, duplic¨¢ndose en los ¨²ltimos 20 a?os la poblaci¨®n universitaria, el nivel de la docencia y la investigaci¨®n se ha mantenido a niveles muy aceptables. Otra cosa es que los retos que tiene por delante, que hacen que la universidad tenga que reformarse, como toda la sociedad en general. Ya s¨¦ que es un t¨®pico hablar de ello, pero estamos en una sociedad global en donde la competitividad, hemos de asumirlo, no se puede conseguir por la v¨ªa de la reducci¨®n de costes, sino por el incremento de la productividad.

P. Dos son los temas b¨¢sicos de la reforma: los ¨®rganos de gobierno y el profesorado.

R. En cuanto al profesorado, creo que hay que ir a un sistema mixto. El actual establece un 70% de funcionarios docentes. En las human¨ªsticas, un m¨¢ximo de un 20% de contratados, y en las polit¨¦cnicas, un 30%. Hoy la realidad es que el 53% son contratados. Por tanto hay un claro incumplimiento de la ley. Me atrevo a decir que la figura del asociado a tiempo completo es una contradicci¨®n in terminis, porque originariamente debe ser una persona ajena a la universidad que aporta sus conocimientos.

P. La perversi¨®n de la figura.

R. Totalmente de acuerdo. Entre otras cosas, porque creo que se ha definido mal y, despu¨¦s, algunas universidades la han aplicado de forma no adecuada. Es indispensable introducir criterios de flexibilidad en cuanto a la contrataci¨®n para que las universidades puedan adaptarse a los cambios que se van a producir, singularmente la ca¨ªda de la poblaci¨®n universitaria. Pero eso no debe hacernos olvidar que debe seguir existiendo un cuerpo de funcionarios docentes, que en la tradici¨®n de nuestra universidad tiene un enorme peso. Tan malo ser¨ªa funcionarizar la universidad como pretender que funcione como una empresa que opera en el mercado.

P. ?Dos cuerpos?

R. No. Va a haber unos cuerpos docentes, los que actualmente existen de catedr¨¢ticos y titulares, y habr¨¢ que definir unas nuevas figuras contractuales. De hecho, ya el proyecto de reforma del t¨ªtulo V de la LRU que cay¨® en la anterior legislatura cuando estaba a punto de ser aprobado y el que se elabor¨® en esta legislatura, contemplaban dos nuevas figuras: el contratado doctor y el colaborador, con lo que se pretend¨ªa dar salida a la injusta situaci¨®n a la que se ven abocados ahora los doctores cuando finaliza el contrato de tres a?os y los asociados a tiempo completo doctores y no doctores. Hay ah¨ª una bolsa, que puede estimarse en algo m¨¢s de 20.000, que se encuentra en una situaci¨®n de imposibilidad de progresi¨®n de la prestaci¨®n de sus servicios a la universidad y de inseguridad jur¨ªdica y laboral. Es una situaci¨®n absolutamente injusta que se da con mayor intensidad en unas universidades que en otras. Esta situaci¨®n est¨¢ provocando una tensi¨®n en el sistema universitario espa?ol a la que nosotros pretendemos dar salida. En estos momentos tenemos muy avanzado lo que podr¨ªamos denominar un plan de promoci¨®n y estabilidad del profesorado. Pretende establecer unos acuerdos con las comunidades aut¨®nomas para dar salida a esa situaci¨®n a trav¨¦s de nuevas plazas de profesores titulares y de la definici¨®n de una nueva figura contractual que entendemos que podr¨ªa hacerse sin entrar a modificar la LRU, modificando los decretos de 1985, el llamado Estatuto del Profesorado, y de 1989.

P. ?Ser¨¢ un contrato laboral o un contrato administrativo?

R. Lo estamos pensando. En un plazo m¨¢ximo de dos semanas estaremos en condiciones de ofrecer esa propuesta de plan, tanto a las universidades, a los rectores, como a las comunidades aut¨®nomas y a los sindicatos, para que nos planteen sus observaciones. En s¨ªntesis, estar¨ªa basado en la cofinanciaci¨®n entre el Estado y las comunidades. Estamos pensando en la voluntariedad de la aplicaci¨®n de ese programa, de modo que las comunidades a las que les pudiera convenir, previo acuerdo con las respectivas universidades y una vez aceptado por ¨¦stas, podr¨ªan aplicarlo a lo largo de diversas anualidades hasta llegar a un porcentaje determinado de distribuci¨®n entre docentes funcionarios y docentes no funcionarios. En cuanto a la modalidad de esa figura contractual, nosotros pensamos que la figura contractual administrativa con evaluaciones externas y abriendo el tipo de contrataci¨®n a los contratados doctores y permitiendo que fueran contratados a tiempo completo. Esto dar¨ªa respuesta satisfactoria a un colectivo de unos 10.000 ayudantes doctores y contratados asociados a tiempo completo que es en donde sustancialmente en estos momentos radica el problema. Tres o cuatro a?os para la ejecuci¨®n de ese plan puede ser un plazo razonable, teniendo en cuenta que estamos hablando de un plan que puede costar en torno a 8.000 millones de pesetas y que, en principio, insisto, la financiaci¨®n la deber¨ªan aportar las comunidades aut¨®nomas. El Estado, lo estamos estudiando, puede ayudar a la cofinanciaci¨®n.

P. ?Sin reformar la LRU?

R. Nosotros queremos ir a una reforma amplia de la LRU. Es el objetivo de la pr¨®xima legislatura. La reforma tiene que entrar en los ¨®rganos de gobierno y en la gesti¨®n del propio sistema universitario; establecer un acuerdo de estructura de la relaci¨®n universitaria para facilitar la labor investigadora y sobre todo su conexi¨®n con la empresa. Debe tambi¨¦n potenciar el Consejo de Universidades, como piedra angular sobre la que ha de pivotar la construcci¨®n del edificio universitario espa?ol. En todo caso, tambi¨¦n deber¨ªan tratarse los aspectos del cap¨ªtulo V que corresponde a la tarea docente, para lo cual lo que hagamos ahora tendr¨¢ un valor considerable. De aqu¨ª a final de a?o vamos a impulsar el debate dentro del Consejo de Universidades y vamos a incorporar los documentos de trabajo que diversas instituciones est¨¢n elaborando, como por ejemplo este documento que ha elaborado la Fundaci¨®n C¨ªrculo de Econom¨ªa de Barcelona o el que est¨¢ elaborando Josep Maria Bricall por encargo de la CRUE, as¨ª como los documentos y aportaciones nos lleguen o los debates que propicie el propio consejo de universidades. Debemos decantar un estado de opini¨®n.

P. Comparte la opini¨®n de quienes califican de asamblearios los ¨®rganos de gobierno, en el sentido de que hay poca capacidad ejecutiva y que es uno de los or¨ªgenes del corporativismo

R. Teniendo en cuenta que toda generalizaci¨®n es injusta, creo que s¨ª. En ese aspecto, de alguna manera, podr¨ªamos calificar a la LRU como hija tard¨ªa del mayo del 68. El papel de los claustros deber¨ªa concentrarse en labores m¨¢s consultivas, de asesoramiento y de propuesta que en funciones ejecutivas. Creo que hay una conciencia general, se explicite o no, de que el actual sistema de gobierno de las universidades, puede convertirse en uno de los focos de ineficiencia del sistema. Llegar a la colegialidad permanente en la toma de decisiones es un factor de ineficiencia a la hora de gobernar y de gestionar las universidades. ?Es razonable un sistema en el que el peso de determinados sectores de la propia universidad vale m¨¢s que el de los poderes p¨²blicos que est¨¢n determinando las decisiones de financiaci¨®n para esas instituciones? Creo que no.

P. ?Cu¨¢ndo se traspasar¨¢ la gesti¨®n de las becas?

R. Nuestra voluntad es que el decreto pueda ver la luz para el mes de junio. Ser¨¢ un decreto con rango de norma b¨¢sica que va a dejar un amplio espacio de desarrollo normativo a las comunidades aut¨®nomas, territorializ¨¢ndolo de manera que les corresponda la gesti¨®n y el pago de esas becas. Las que quieran podr¨¢n gestionarlas el pr¨®ximo curso acad¨¦mico. Pero nos reservamos las becas de movilidad interauton¨®mica, que van a permitir que los estudiantes puedan escoger la universidad que deseen dentro del Espa?a, incluso realizar determinados cr¨¦ditos con estancias cortas. Esto es muy importante, jugar¨¢ en favor de la competitividad. Curiosamente, en la actualidad hay m¨¢s alumnos que usan los programas Erasmus para estudiar en el extranjero que los que se mueven en el sistema universitario espa?ol.