'Venti?o do mare'

Desde el pasado martes, y hasta el pr¨®ximox d¨ªa 9 inclusive, Amancio Prada presenta en el C¨ªrculo de Bellas Artes su ¨¢lbum De mar e terra. Es un artista leal consigo mismo y con su p¨²blico impecable. Ahora ofrece una primorosa recreaci¨®n de las tonadas que escuch¨® de peque?o. Se ha sumergido en la memoria y se ha reencontrado con la belleza perenne de los c¨¢nticos de tradici¨®n oral de su tierra. Prada es planta de interior, pero est¨¢ lleno de barcos y brisas de mar. El Bierzo se las ha arreglado siempre para tener venti?os do mar y aromas gallegos.Su propuesta esc¨¦nica es, como siempre, exquisita. Se le nota m¨¢s gozoso, m¨¢s suelto, m¨¢s locuaz, m¨¢s apuesto. Es evidente su formaci¨®n parisiense. Hay maneras y gestos que evocan a los grandes de la chanson, sobre todo en la primera parte del espect¨¢culo, donde revisa parte de su producci¨®n anterior. En la segunda parte interpreta su nuevo trabajo. De mar e terra, en disco, es una rara joya.

En directo, en cambio, algo falla en barlovento, no mientras canta, sino cuando habla. Prada baja la guardia del micr¨®fono en sus parlamentos. Es decir, que se pierde bastante de su montaje. Introduce las canciones como si estuviera en un filand¨®n, en un coloquio al amor del fuego. Pero no se entienden las hilaciones oportunas. Si este desliz se subsana, el espect¨¢culo ser¨¢ redondo.