La flor de la Pradera

Dios le ha dado la gracia del cielo. Derrama lisura y a su paso deja aromas de mixtura que lleva en el pelo. Canela, jazmines en la cara, rosas. Ella es la flor de la Pradera. En hora y media dio un repaso magistral a algunas pasiones serenas e intergeneracionales. Interpret¨® 25 canciones de toda la vida con una sabidur¨ªa asombrosa y suave, con un poder¨ªo ajeno a la belicosidad y a la prosopopeya. Mar¨ªa Dolores Pradera inicia su concierto con una s¨²plica humilde y arrebatadora: "El tiempo que te quede libre, si te es posible, ded¨ªcalo a m¨ª" (El tiempo que te quede libre).Ella lo tiene claro: "Porque despu¨¦s de esta vida no hay otra oportunidad" (Caballo viejo).

La Pradera es la elegancia esc¨¦nica y vital. Trabaja todos los ritmos latinos (samba argentina, corrido mexicano, ranchera, vals peruano, bambuco colombiano, habanera, cueca, bolero). Luce a lo largo del espect¨¢culo una sublime colecci¨®n de mantones, ruanas, ponchos, pa?oletas, rebozos, echarpes, jorongos y diversas mantillas (una de ellas, primorosa, perteneci¨® a la madre de Garc¨ªa Lorca y se la regalaron los familiares del poeta cuando interpret¨® Mariana Pineda). Introduce tambi¨¦n piezas de ahora mismo, como T¨² ten¨ªas 20 a?os, de V¨¢zquez Montalb¨¢n y Parera Fons. El concierto tiene un ritmo vertiginoso y sereno. Aunque afirma que el rosario de su madre ya se lo han devuelto, no tiene m¨¢s remedio que cantar El rosario de mi madre. El p¨²blico, por gusto, se hubiera quedado toda la noche escuch¨¢ndola. Porque la flor de la Pradera est¨¢ espl¨¦ndida de voz y sabidur¨ªa. Hay lunas, r¨ªos, caballos, palomas, amarraditos. El cuarteto de m¨²sicos es excelente y sabio, exquisito tambi¨¦n. En definitiva, una gozada.