LA CR?NICA Barcelona a 12 metros de profundidad GUILLEM MART?NEZ
Naves ardiendo m¨¢s all¨¢ de Ori¨®n. Rayos gamma en las puertas de Tannhauser. Los aviones italianos ven¨ªan de Mallorca. Los pilotos, m¨¢s chulos que un ocho, cantaban ¨®pera en el trayecto. En la mar salada los pescadores ten¨ªan la radio conectada. Cuando escuchaban ¨®pera daban la voz de alarma en la ciudad y la ciudad se daba la voz de alarma a s¨ª misma. La gente se iba pitando al metro o a los refugios. Mucha gente no iba. Les daba igual ocho que ochenta o jugaban a las probabilidades. Incluso en una guerra hay, pues, optimistas y pesimistas. Los ni?os se hac¨ªan los suecos e intentaban quedarse en las terrazas a ver los aviones. Luego, sus madres les daban para el pelo. Un antepasado m¨ªo recuerda un bombardeo. Se re¨ªa de la luna mientras ve¨ªa correr a los adultos. Luego mir¨® la mano que le cog¨ªa la mano, sigui¨® por el brazo y vio el rostro de su madre llorando mientras corr¨ªa como corre una mam¨¢, y supo que la cosa iba en serio. El urbanismo barcelon¨¦s le debe mucho a la aviaci¨®n italiana. La plaza que hay frente a la catedral la hicieron ellos. ?aca. Otro antepasado defend¨ªa el cielo de la ciudad en el puerto, desde la Torre Sant Jaume. Con, je, je, un Winchester, el rifle que dio el triunfo a la Uni¨®n frente a los confederados en la guerra de Secesi¨®n, pero que, como qued¨® claro, no hizo un pito contra la aviaci¨®n italiana. Cuando finalizaba el bombardeo volv¨ªa a casa con un saco de peces muertos por las bombas. Ese hombre sin rostro que en un recuerdo no vivido reparte peces muertos mientras bromea, es el rostro del se?or que, sucesivamente, es bombardeado, conoce el campo de Argel¨¨s y, por ¨²ltimo, el olor a carne quemada en Mauthausen. Ese hombre sin rostro que reparte peces bombardeados es un chiste de la no intervenci¨®n ante la barbarie, una tendencia del humor netamente europea y, esta ma?ana a primera hora -miren la frontera macedonia-, a¨²n vigente. Debajo de los adoquines est¨¢ lo contrario a la playa. Barcelona est¨¢ llena de refugios antia¨¦reos, de lo que se deduce que aqu¨ª tuvo que pasar alguna cosa terrible. De hecho, lo que pas¨® por aqu¨ª fueron los primeros bombardeos sistem¨¢ticos sobre poblaci¨®n civil despu¨¦s de que, poco tiempo antes, el Ej¨¦rcito Imperial inventara la disciplina en Manchuria. En Barcelona hay m¨¢s de 1.000 refugios, de los cuales el Ayuntamiento s¨®lo construy¨® 24. El resto son una ilustraci¨®n del terror, canalizada por el ingeniero Ram¨®n Parera, que tras crear la ciudad con mayor cobertura antia¨¦rea del mundo, fue fichado por el Gobierno ingl¨¦s en 1939 para preparar la defensa civil de la, ya previsible, batalla de Inglaterra. De vez en cuando, mientras una excavadora busca un aparcamiento, aparece un refugio. Los viejos de la plaza se apretujan alrededor de la excavadora y empiezan a hablar del pasado, algo a lo que ni siquiera los viejos est¨¢n acostumbrados. Hace muy poco, en la plaza del Diamant, se abri¨® un refugio. Sin excavadora. Con viejos. Fue una iniciativa de Pilar Frutos, una se?ora que pretende recuperar este refugio como museo, es decir, como recuerdo de que usted y yo podemos ser sometidos a la brutalidad en plena primavera. Un refugio. Pilar Frutos. "Realic¨¦ unas visitas con chicos del instituto a lo que queda del refugio de la plaza de la Revoluci¨®. Los chavales no se cre¨ªan que eso hubiera pasado aqu¨ª". "Empec¨¦ a recoger informaci¨®n sobre el refugio de la plaza del Diamant". "El Distrito defend¨ªa que estaba destruido. Hace pocos d¨ªas entramos, por fin. Est¨¢ intacto. Encontramos alg¨²n zapato, un colador, un grafito. Ahora los arque¨®logos est¨¢n investigando". "En Gr¨¤cia es donde hay m¨¢s refugios, pues era uno de los barrios con mayor tejido asociativo". "Los primeros refugios se empiezan a construir con el dinero destinado a las fiestas de Gr¨¤cia de 1936". "Los constru¨ªa la gente de la retaguardia: mujeres ni?os, viejos. Muchos refugios tienen una zona para que jueguen los ni?os". "Este refugio se construy¨® con ladrillos de un convento quemado. Tras el colegio, los ni?os llevaban los ladrillos al refugio. Supongo que se picar¨ªan con los de otra plaza a ver qui¨¦n llevaba m¨¢s ladrillos". "Unas personas nunca sal¨ªan del refugio, otras no entraban nunca, se quedaban en casa enroscadas al colch¨®n. Otros iban al metro. El metro de Fontana, por ejemplo, estaba dividido en parcelitas, donde la gente dorm¨ªa cada noche". "Los refugios se tapiaron el mismo 26 de enero de 1939. Pensaron que la gente ir¨ªa all¨¢ a refugiarse, a no ser encontrada". "Cada barrio deber¨ªa tener su refugio recuperado, s¨®lo para recuperar la memoria". "Aqu¨ª hay cosas que jam¨¢s han pasado, a pesar de haber pasado". Nota: hoy, d¨ªa 8, Recuperem la mem¨°ria hist¨°rica, campanya ciutadana per la recuperaci¨® dels refugis, organizar¨¢ diversos actos en la plaza del Diamant con objeto de dar a conocer el refugio y la intenci¨®n de convertirlo en museo.
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