Un nuevo golpe militar derroca al presidente de Guinea-Bissau y hace peligrar los acuerdos de paz

Una nueva rebeli¨®n de la Junta Militar de Guinea-Bissau, originada por el rechazo del presidente a desarmar su guardia personal, culmin¨® en la ma?ana de ayer con la rendici¨®n de las tropas leales al jefe del Estado, Jo?o Bernardo Vieira, quien ha solicitado asilo pol¨ªtico en Portugal. El ministro de Asuntos Exteriores portugu¨¦s, Jaime Gama, manifest¨® ayer su disposici¨®n para mediar en el conflicto y restablecer el proceso de paz, abierto tras los acuerdos alcanzados el pasado mes de noviembre. Los primeros datos apuntan a que, al menos, se han producido 70 muertes durante el golpe.

Las fuerzas de la denominada Junta Militar, que dirige el general Ansumane Man¨¦, iniciaron en la tarde del jueves una ofensiva armada contra al palacio presidencial tras acusar al jefe de Estado de incumplir los acuerdos de paz, especialmente el desarme de su guardia personal. Los enfrentamientos comenzaron sobre las seis de la tarde (ocho de la tarde hora peninsular espa?ola), se interrumpieron durante la noche y se reanudaron a primera hora de la ma?ana de ayer con armamento pesado y ligero.La capital de la ex colonia portuguesa pas¨® la noche a oscuras y centenares de personas huyeron hacia el puerto de la ciudad, temiendo una nueva oleada de violencia como la vivida durante la revuelta de junio del a?o pasado. Por el momento, se sabe que el intercambio de disparos ha causado bajas, al menos, entre los soldados leales al ya derrocado presidente. La agencia portuguesa Lusa hablaba anoche de al menos 70 muertos.

Un oficial portugu¨¦s destinado en Bissau explic¨® que las tropas del general Man¨¦ recomendaron al cuerpo diplom¨¢tico y a las fuerzas de interposici¨®n africanas (Ecomog) que se refugiaran en las ¨¢reas bajo su control. Los golpistas quemaron el centro cultural de la embajada francesa y detuvieron durante unas horas a 20 de sus funcionarios que, finalmente, se refugiaron en la embajada portuguesa. El padre ?scar, miembro de una misi¨®n cat¨®lica en Bissau, explic¨® que durante la noche del jueves acogi¨® a miles de refugiados: "En menos de media hora fuimos completamente desbordados. La gente estaba asustada y tem¨ªa bombardeos en la capital. A las cuatro de la madrugada ten¨ªamos cerca de 20.000 personas y llegaban m¨¢s".

Acuerdos de paz

Aparentemente, el conflicto armado parece resuelto. En la ma?ana de ayer, el presidente Nino Vieira se refugi¨® en la Embajada de Senegal y, posteriormente, se traslad¨® a la legaci¨®n portuguesa, donde solicit¨® asilo pol¨ªtico.Bajo los auspicios de la Comunidad de Pa¨ªs de Lengua Portuguesa (CPLP), que lidera Portugal, las fuerzas leales al presidente Vieira y la Junta Militar firmaron el pasado noviembre un acuerdo de paz por el que fue nombrado un Gobierno de Unidad Nacional, que dirige el primer ministro Francisco Fadul. El jefe de Gobierno se encontraba ayer en Bruselas, desde donde lanz¨® un llamada urgente al pa¨ªs: "Es muy desagradable constatar que esto haya vuelto a suceder, tras muchas horas de trabajo, de gran sacrificio y de gran empe?o. Por eso, vuelvo a apelar a todos los ciudadanos de buena voluntad, y especialmente a las dos partes en el conflicto, para que seamos capaces de parar la guerra y cumplir los acuerdos".

Fadul lleg¨® en la tarde de ayer a Lisboa, desde donde ten¨ªa previsto desplazarse a Bissau. El primer ministro y los responsables de la Junta militar deber¨¢n negociar en las pr¨®ximos d¨ªas la sustituci¨®n de Vieira y un plan para impedir la reanudaci¨®n de cualquier conflicto. Por su parte, el primer ministro luso, Ant¨®nio Guterres, afirm¨® ayer que "el pueblo de Guinea-Bissau puede contar con el apoyo de Portugal, que est¨¢ disponible para cooperar en todo lo posible y evitar nuevos sufrimientos".

El ahora derrocado Nino Vieira lleg¨® al poder en 1980 tras un golpe de Estado contra el presidente Luis Cabral, pero este h¨¦roe de la independencia ya estuvo a punto de perder el poder en junio de 1998, cuando el general Man¨¦ se levant¨® en armas tras haber sido destituido por haber facilitado armas a la guerrilla senegalesa.