Los expertos creen que Estados Unidos tiene miedo a la expansi¨®n del espa?ol
Un simposio re¨²ne en Madrid a profesores, cr¨ªticos y escritores hispanos
Estados Unidos ya es el tercer pa¨ªs del mundo por n¨²mero de hispanohablantes, s¨®lo por detr¨¢s de M¨¦xico y de Espa?a, mientras Los ?ngeles se ha convertido en la segunda ciudad donde m¨¢s se habla castellano, tras la capital mexicana. Estas elocuentes cifras fueron algunos de los datos barajados ayer en la apertura del simposio La literatura hispana en Estados Unidos, que se celebra en Casa de Am¨¦rica. Los coordinadores del simposio, Frances Aparicio y Alejandro Manara, resaltaron que Estados Unidos tiene miedo a la expansi¨®n del espa?ol.
"Las clases dirigentes de Estados Unidos manifiestan una cierta fobia al espa?ol", sentenci¨® Frances Aparicio, puertorrique?a y profesora de la Universidad de Michigan. Entretanto, el argentino Alejandro Manara, profesor de la Universidad de Carolina del Norte, defendi¨® la "hibridez" de la cultura hispana en Estados Unidos y coment¨®: "La fuerza de la cultura y de la lengua en espa?ol resulta imparable en Estados Unidos. Dentro de medio siglo, la mitad de la poblaci¨®n estadounidense estar¨¢ integrada por hispanos".Sin embargo, la mayor¨ªa de autores de origen hispano escriben en ingl¨¦s sus obras. Aparicio atribuy¨® este fen¨®meno a la diglosia (situaci¨®n de biling¨¹ismo donde una de las lenguas goza de m¨¢s privilegios sociales y pol¨ªticos que la otra) y afirm¨®: "Entre los hispanos de segunda o tercera generaci¨®n, el espa?ol queda reducido en muchas ocasiones a un idioma de ¨¢mbito dom¨¦stico, mientras que el ingl¨¦s figura como la lengua de conocimiento y de expresi¨®n p¨²blica". A pesar de la presencia de 25 millones de habitantes de origen hispano entre su poblaci¨®n, los pol¨ªticos norteamericanos ven con recelo y animadversi¨®n una opci¨®n de biling¨¹ismo, como la que se plantea en Canad¨¢ entre angl¨®fonos y franc¨®fonos.
Marginalidad
La profesora Aparicio calific¨® de "parcial marginalidad" la situaci¨®n de muchos hispanos, tanto en Estados Unidos como en sus pa¨ªses de origen. "Reclamamos", dijo, "un espacio cultural en Estados Unidos sin renunciar a nuestra identidad en la m¨²sica, en el cine, en los medios de comunicaci¨®n o en la literatura". Tanto Frances Aparicio como Alejandro Manara pidieron a las autoridades espa?olas que reconozcan a los hispanos como "parte del mundo en espa?ol". En todos los debates sobre cultura hispana en Estados Unidos se pone de relieve la extracci¨®n social humilde de la mayor¨ªa de inmigrantes y sus dificultades para abrirse paso en la competitiva sociedad norteamericana. De ah¨ª que el auditorio de Casa de Am¨¦rica acogiera ayer con risas el matiz de Manara de que "hay 25 millones de emigrantes legales e incontables ilegales".El reci¨¦n nombrado director general del Libro, Fernando Luis de Lanzas, hizo especial hincapi¨¦ en el inter¨¦s del Gobierno por la expansi¨®n del espa?ol en EE UU y lo centr¨® en tres motivos. "Estados Unidos", dijo, "aparece como el tercer pa¨ªs por n¨²mero de hispanohablantes, el 60% de los estudiantes de ense?anza secundaria elige el espa?ol como segundo idioma y el castellano tiene cada d¨ªa una presencia mayor como lengua de negocios".
En la balanza negativa, Lanzas cit¨® que un tercio de las familias de procedencia hispana no utiliza ya el espa?ol, as¨ª como la reducci¨®n de las p¨¢ginas en Internet escritas en castellano, una tendencia que ya han observado los especialistas. Los nuevos tipos de comunicaciones tambi¨¦n han favorecido la extensi¨®n del llamado spanglish, una suerte de lengua mixta que cada vez emplean m¨¢s hispanos y cuya presencia aumenta, d¨ªa a d¨ªa, en el mundo de la inform¨¢tica e incluso en las ediciones literarias. De cualquier modo, el director general del Libro concluy¨®: "Se har¨¢n todos los esfuerzos necesarios para que el espa?ol no s¨®lo sea una lengua de inmigraci¨®n, sino tambi¨¦n de cultura".
Durante la apertura del simposio, el medio centenar de participantes -entre profesores universitarios, cr¨ªticos literarios y autores de diversos g¨¦neros- subray¨® las diferencias entre los distintos grupos de hispanos. Esta poblaci¨®n agrupa b¨¢sicamente a los chicanos (mexicanos) que viven en California, Tejas y otros Estados del sur; los puertorrique?os, concentrados sobre todo en Nueva York y sus alrededores, y, por ¨²ltimo, los cubanos residentes en Miami.
Econom¨ªa y pol¨ªtica
Mientras las emigraciones mexicana y puertorrique?a responden fundamentalmente a razones econ¨®micas, la notable presencia cubana en Miami obedeci¨®, en un principio, a la salida de miles de exiliados de Cuba tras el triunfo de la revoluci¨®n castrista, en 1959. Pero, en los ¨²ltimos a?os, otros flujos migratorios, como los de dominicanos, centroamericanos, argentinos y chilenos, han venido a sumarse a los tres grupos de hispanos m¨¢s antiguos. Tras la sesi¨®n de apertura, el poeta puertorrique?o V¨ªctor Hern¨¢ndez Cruz; la cr¨ªtica Susana Oboler, de la Universidad de Brown; el escritor neoyorquino ?ngel Losada y la tambi¨¦n cr¨ªtica Josianna Arroyo, de la Universidad de Michigan, rompieron el fuego de los debates con una mesa redonda titulada Migraci¨®n, identidad cultural y sexualidad en la literatura puertorrique?a, ac¨¢ y all¨¢. Dentro del recorrido por los distintos grupos de hispanos, hoy se celebrar¨¢n debates sobre Las fronteras de g¨¦nero en la literatura chicana y acerca de Escribir en cubano, so?ar en ingl¨¦s, un t¨ªtulo muy ilustrativo sobre las contradicciones que viven los autores hispanos de segunda y tercera generaci¨®n que habitan en Estados Unidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.