Mortier busca a Fausto en Oma
El director del Festival de Salzburgo asegura que no continuar¨¢ en su cargo despu¨¦s del 2001
Todo empez¨® con un ensayo esc¨¦nico con La Fura y el Orfe¨®n en el vel¨®dromo de Anoeta; al d¨ªa siguiente fue la primera lectura musical del Orfe¨®n con Sylvain Cambreling de la obra de Berlioz en la sede del coro donostiarra. El turismo cultural comenz¨® con una visita al bosque encantado de Oma de la mano del artista Agust¨ªn Ibarrola. En el Guggenheim, su director, Juan Ignacio Vidarte, le mostr¨® las singularidades del edificio, en las que Mortier encontr¨® rincones ideales para cuadros esc¨¦nicos. G¨¦rard Mortier no continuar¨¢ al frente de la direcci¨®n art¨ªstica del Festival de Salzburgo cuando, en el 2001, finalice su contrato actual. "Lo tengo totalmente decidido. Un periodo de 10 a?os es suficiente para hacer todo lo que pensaba sin caer en la rutina. En este momento de mi vida creo que debo volcarme en otro tipo de proyecto: m¨¢s vanguardista, m¨¢s aventurado, con m¨¢s riesgo. Salzburgo tiene un cierto grado de condicionamientos, y yo quiero ir un poco m¨¢s lejos", ha manifestado Mortier durante una intensa visita de 48 horas al Pa¨ªs Vasco, en la que ha combinado el contacto con la cultura vasca y la presentaci¨®n de una nueva producci¨®n para el pr¨®ximo verano en Salzburgo de La condenaci¨®n de Fausto, protagonizada por La Fura dels Baus y el Orfe¨®n Donostiarra.Despu¨¦s de recorrer las exposiciones de Chillida y Richard Serra, As¨ªs Aznar, presidente de la Sociedad Filarm¨®nica de Bilbao, le gui¨® por su hist¨®rica sala, haci¨¦ndole entrega de una memoria del centenario. Los encuentros gastron¨®micos en Zuberoa, Arzak o Gorrotxa despertaron tambi¨¦n la admiraci¨®n del director del Festival de Salzburgo.
El pr¨®ximo verano es la octava edici¨®n de Mortier en Salzburgo. "El festival de 1999 rueda alrededor de dos grandes mitolog¨ªas hist¨®ricas de la cultura europea: Fausto y Don Juan. Fausto representa el lado alem¨¢n, protestante, del af¨¢n del hombre por el conocimiento; Don Juan, el lado latino, en un ambiente cat¨®lico, de la b¨²squeda de la libertad. Alrededor de estas dos mitolog¨ªas queremos invitar a hacer una reflexi¨®n, y para ello presentaremos las ¨®peras Doctor Fausto, de Busoni; La condenaci¨®n de Fausto, de Berlioz, y una versi¨®n muy joven, muy new age, de La Fura dels Baus sobre el texto de Goethe. Y, por supuesto, el Don Juan de Mozart".
Para el a?o 2000, Mortier ha articulado la programaci¨®n de Salzburgo en torno a dos grandes temas: Troya y el amor. "Troya da idea de un mundo que termina. Es como una met¨¢fora del siglo que acaba. Los troyanos, de Berlioz, y La bella Helena, de Offenbach, son dos caras opuestas de una mirada que tiene ramificaciones en Idomeneo, de Mozart, hasta cierto punto una despedida del barroco, y en Ifigenia en T¨¢uride, de Gluck, un exponente claro de la reforma oper¨ªstica en b¨²squeda de nuevos caminos. En cuanto al amor, pienso que es la gran fuerza creadora del mundo, la esperanza ante el futuro. El amor visto por Mozart en Cos¨ª fan tutte, por Wagner en Trist¨¢n e Isolda o por Berlioz en Romeo y Julieta se ver¨¢ complementado por una nueva ¨®pera sobre este tema a cargo de la compositora finlandesa Kaija Saariaho sobre un libreto de Amin Maalouf".
Para su ultimo a?o en Salzburgo, el 2001, Mortier ha combinado la gran tradici¨®n de la ciudad, representada por las ¨®peras de Mozart y Strauss, con tres t¨ªtulos del siglo XX, de autores como Janacek, Lachemann y un estreno absoluto de Matthias Pintscher. "Intento dar una s¨®lida consistencia a la programaci¨®n de los tres pr¨®ximos a?os alrededor del milenio. En el siglo que comienza mi idea es que se representen, como homenaje a la historia del festival, las tres ¨®peras de Mozart con libreto de Da Ponte, adem¨¢s de Ariadne auf naxos, de Strauss. Todo ello estar¨¢ combinado con un cl¨¢sico del siglo XX, Jenufa, y con dos creaciones recientes".
Adelanta G¨¦rard Mortier un primer balance de su estancia salzburguesa. "Mi deseo fundamental es que cuando se hable de una ¨¦lite en Salzburgo sea una ¨¦lite del pensamiento y no una ¨¦lite del dinero. Que la gente venga aqu¨ª para encontrar una cultura viva y actual, y no para exhibir su poder econ¨®mico. En la programaci¨®n de estos a?os he volcado mis esfuerzos en hacer de Salzburgo un festival de nuestro tiempo, con creaciones del siglo XX al lado de las de Mozart. Tambi¨¦n he procurado que el teatro de prosa sea tan importante como la ¨®pera, y que ¨¦sta tenga una calidad esc¨¦nica a la altura de la calidad musical". El director art¨ªstico del Festival de Salzburgo insiste en la importancia de haber contado con creadores procedentes de las artes pl¨¢sticas, el cine, el v¨ªdeo o las culturas alternativas. "Han convivido durante estos a?os tres generaciones de directores de escena: la veterana de los Stein, Bondy y Ronconi; la intermedia de los Wernicke, Marthaler o Mussbach, y la m¨¢s joven con el grupo colectivo La Fura dels Baus y otras sorpresas que tengo para las pr¨®ximas convocatorias".
Desmiente Mortier los rumores que han aparecido en un sector de la prensa centroeuropea sobre su posible marcha a Berl¨ªn para coordinar la direcci¨®n de los tres teatros de ¨®pera. "No van por ah¨ª mis deseos. No le voy a negar que me han hecho un par de ofertas tentadoras, pero tengo que reflexionar mucho, pues tal vez sea mi ¨²ltimo proyecto. A¨²n me quedan tres ediciones del Festival de Salzburgo en las que tengo puestas muchas ilusiones. Ya habr¨¢ tiempo para pensar con calma sobre el futuro". En el futuro mas inmediato, ma?ana mismo, G¨¦rard Mortier, a petici¨®n de Tony Blair, disertar¨¢ sobre la cultura europea en Aachen en los actos de entrega del prestigioso Premio Carlomagno.
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