MAR?A EUGENIA SALAVERRI ESCRITORA Y PERIODISTA "La cr¨ªtica m¨¢s imb¨¦cil te deja huella durante d¨ªas"
A Mar¨ªa Eugenia Salaverri (Bilbao, 1957) le gustaba inventar historias cuando era ni?a. Creci¨® atrapada entre los sue?os que le contaban los libros y lo que ella fantaseaba. Despu¨¦s se convirti¨® en periodista y ha seguido imaginando, hasta cuando habla. Autora de varios libros de relatos, un par de guiones de cine y numerosos art¨ªculos, acaba de ganar, de entre 1.486 participantes, la V edici¨®n del premio Julio Cortazar que entrega la c¨¢tedra de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Murcia,con la narraci¨®n Un taxi en la niebla. Los escritores Jos¨¦ Hierro y Guillermo Cabrera Infante, que leyeron el cuento, alabaron su calidad emotiva. "En una sociedad que te castiga tanto, los premios me parecen un regalo estupendo, dan ¨¢nimos. Dependemos excesivamente de la opini¨®n ajena. El halago m¨¢s bonito se olvida y la cr¨ªtica m¨¢s imb¨¦cil te deja huella durante d¨ªas", dice. Salaverri parece clavar en la memoria no s¨®lo lo que contempla su retina, sino hasta lo que capta su olfato. Y, de repente, lo vierte en su escritura. Eso es lo que tambi¨¦n hizo con Un taxi en la niebla. "Le¨ª una noticia sobre tres ciegos que hab¨ªan aparecido en medio de una autopista y nadie sab¨ªa c¨®mo ni por qu¨¦. A partir de ah¨ª, reconstru¨ª la historia, c¨®mo llegaron, qu¨¦ hab¨ªan estado haciendo, todo un poco irreal", explica. Como le atrae la "gente normal", eligi¨® a una mujer que trabaja en un centro de distribuci¨®n de carga de camiones; a su novio, un taxista al que acompa?a por las noches para no olvidar su voz, ya que apenas comparten tiempo, y a los clientes: tres ciegos que ambos recogen en un bar de alterne. "Es una narraci¨®n en primera persona. Ella cuenta lo que ocurre mientras lo entrelaza con su propia experiencia. Son personajes perdidos en la vida, pero con esperanza, pugnando por salir adelante". Reconoce que se identifica con Cesare Pavese cuando escribi¨®: "Lo que m¨¢s secreta y atrozmente tememos, siempre ocurre". Pero, por encima de todo, asevera, est¨¢ su deseo de supervivencia, aunque para ello, como sus personajes, tenga que sacrificar lo m¨¢s vulnerable de s¨ª misma. "Yo tambi¨¦n me considero una superviviente. Esta cicatriz [se?ala la huella de una traqueotom¨ªa practicada a vida o muerte] me hace sentir como un soldado, pero no s¨®lo por eso, casi todo el mundo que no se queda en el camino es un superviviente. Yo creo que soy de amianto", asegura sonriendo. Prol¨ªfica escritora, Salaverri escribe a velocidad de v¨¦rtigo, como si su mano se deslizara sin permiso. "Escribo mucho. Lo que m¨¢s me gusta es el relato, aunque resulta muy dificil. Me recuerda a una fotograf¨ªa, en la que se para el tiempo en un momento muy corto. No puede faltar ni sobrar nada. Es un g¨¦nero en el que lo mismo entra Julio Cortazar que los hermanos Grimm o Jorge Luis Borges".
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