Tiran desde un cami¨®n en marcha a una prostituta de la Casa de Campo

Jos¨¦ Antonio M.G., de 30 a?os, y Robert G.E., de 23, fueron detenidos ayer, tras obligar a una prostituta somal¨ª, S.M., de 20 a?os, que ejerc¨ªa su trabajo en la Casa de Campo, a subir a un cami¨®n para despu¨¦s arrojarla en marcha a la carretera. La j¨®ven sufre m¨²ltiples heridas, traumatismos y p¨¦rdida de varias piezas dentales, y se encuentra ingresada en el Hospital Cl¨ªnico, seg¨²n inform¨® ayer la Jefatura Superior de Polic¨ªa.Sobre las 06.20 horas de ayer, un ciudadano llam¨® desde su telef¨®no m¨®vil al 091, para explicar a la polic¨ªa que se encontraba en la Casa de Campo cuando vio un gran revuelo entre un grupo de mujeres que ejercen la prostituci¨®n en esa zona. Se acerc¨® a ellas, que le explicaron asustadas que dos desconocidos se hab¨ªan llevado momentos antes en un cami¨®n a una de sus compa?eras contra su voluntad.

Persecuci¨®n

El hombre emprendi¨® entonces la persecuci¨®n del cami¨®n en su coche. Al llegar al cruce de las calles de Villasandino con Villamar¨ªn, vio c¨®mo la joven era arrojada en marcha desde el cami¨®n. La mujer fue a parar bajo un veh¨ªculo aparcado en la calle. Al tiempo que ¨¦ste ciudadano llamaba al 091, prosigui¨® la persecuci¨®n del cami¨®n. Pero, su conductor se dio cuenta entonces de que el coche le segu¨ªa e intent¨® despistarle. Mientras tanto, los coches patrulla de la Polic¨ªa Nacional ya hab¨ªan recibido el aviso de alerta y montaron un dispositivo para impedir que pudieran huir. Los agentes lograron interceptar el cami¨®n en el paseo de Yeser¨ªas y detener a sus dos ocupantes.Mientras que el conductor del cami¨®n se neg¨® a declarar, su acompa?ante ofreci¨® en comisar¨ªa una versi¨®n bien distinta al relato del testigo. Esta persona afirm¨® que los hechos ocurrieron de la siguiente manera: los dos detenidos se encontraban parados con el cami¨®n cerca del c¨¦ntrico teatro Calder¨®n. En ese momento, una mujer de color se introdujo en la cabina sin previo aviso.

Sin embargo, los ocupantes emprendieron la marcha con ella dentro, a pesar de insistirla en la necesidad de que se apeara. El detenido afirm¨® no recordar las calles que recorrieron, aunque asegur¨® que, en un momento dado, la joven decidi¨® bajarse del veh¨ªculo de manera completamente voluntaria.