"Me agarro a mi espect¨¢culo de cabar¨¦ como a un marido"
Antonia San Juan es Bego?a, una madre-amiga; Covadonga; la madre-pija que se encuentra con un ovni en la Casa de Campo; Pili, "la t¨ªpica amiga que cuando la deja su novio dice: 'me dej¨® porque le vengo grande, me quer¨ªa demasiado", o La Falsa, que se presenta con un "Hola, yo soy superfalsa, lo reconozco". "Soy todas y ninguna", afirma en referencia a los 42 mon¨®logos de mujeres (en los que dominan las madres, las se?oronas y, "en general, las prepotentes") que la actriz guarda en su cabeza hasta que cada mi¨¦rcoles de madrugada les da vida en el Mad Caf¨¦, un local del centro de Madrid.
Un espect¨¢culo de cabar¨¦ ("minimalista, como yo") para el que esta canaria, que cumplir¨¢ 38 a?os el pr¨®ximo 22 de mayo, selecciona cada noche una decena de personajes con los que ha recorrido toda la ciudad en los ¨²ltimos ocho a?os y que no ha abandonado despu¨¦s del ¨¦xito de s trabajo en la ¨²ltima pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var Todo sobr¨¦ mi madre "He actuado en locales de rockeros, en locales de al terne y en discotecas de pijos A veces, hasta tres veces por noche, y con esto no s¨®lo he sobrevivido, sino que he vivido muy bien.
Yo me agarro a mi cabar¨¦ porque es lo ¨²nico que he tenido desde el principio. Es mi marido, el resto s¨®lo son novios; mientras exista un mon¨®logo y una tarima, yo s¨¦ que no me muero de hambre".
El mi¨¦rcoles pasado ya era casi imposible encontrar un sitio para ver su actuaci¨®n, y hace dos semanas, la primera fila la ocupaban un grupo de j¨®venes y atractivos ejecutivos que jaleaban a la actriz "Pues no me fije en ellos pero pon que estaban porque a mi los ejecutivos mon¨ªsimos me encantan" De noche, con una silla, una mesa y un micr¨®fono inal¨¢mbrico a lo Madonna; la actriz interpreta a sus mujeres, papeles escritos por ella, por su amigo de la infancia el cineasta F¨¦lix Sabroso y por el guionista Enrique Gallego Desde las butacas le piden m¨¢s personajes: "Escarlata O'Hara gusta mucho y Pili, porque todas tenemos ese tipo de amigas divinas que se creen que solo ligan ellas o Magdalena, la se?ora vasca que se queja de todo y a la que todo le parece mal. Ahora he escrito uno sobre una miss que quiere ser actriz".
Antonia San Juan que dice que leer a Freud y al psicoanalista Miguel Oscar Menassar le ha ayudado mucho, cuenta que sus mon¨®logos son s¨®lo de mujeres porque es lo ¨²nico que conoce: "Yo viv¨ªa con mis t¨ªas y mi madre, y desde muy peque?a o¨ªa las conversaciones de mis primas sobre sus novios. En Canarias, los hombres pintan poco. Siempre se hacen las cosas a espaldas de ellos, las mujeres llevan todo la casa la econom¨ªa y las relaciones. Y las dos partes lo tienen claro y nadie sufre por ello. Es una sociedad machista, pero s¨®lo aparentemente, all¨ª la mujer hace de su capa un sayo. Como dice el refr¨¢n, el hombre expone y la mujer dispone. Es eso de cuando ¨¦ramos peque?os y tu madre dec¨ªa "t¨² preg¨²ntaselo a tu padre, pero, tranquila, que a la excursi¨®n vas". "Mi padre muri¨® cuando yo ten¨ªa 23 a?os, y recuerdo que mir¨¦ mucho ese d¨ªa su cara porque me jure que nunca la olvidar¨ªa. Nos quer¨ªamos mucho era un hombre muy bueno y generoso.
La actriz asegura que si ha pasado por malos momentos, no los recuerda, que es terca, "y pesada cuando quiere algo "Tengo una gran capacidad para reponerme de todo. Siempre he hecho lo que he querido y siempre he disfrutado con lo que ten¨ªa. Es como con las relaciones de pareja yo, si un hombre no me quiere, me retiro y le dejo de querer autom¨¢ticamente ni llamaditas ni tonter¨ªas. Y me retiro no por orgullosa, si no por pr¨¢ctica. O tienes un se?or que te trata bien, te regala, te quiere y te mima o tienes un se?or al que quieres, cuidas y al que tratas como a un rey. As¨ª que elige t¨² misma. Aunque, claro, qui¨¦n dice que quejarse no da tambi¨¦n mucho gusto".
Ha vivido de la noche gracias su espect¨¢culo, pero asegura que lo suyo ("que no son ni los clanes, ni los guetos") es madrugar para al gimnasio, la disciplina ("yo no creo ni en la magia, ni en los hados, ni en la suerte, ni en la inspiraci¨®n, s¨®lo en el trabajo") y la vida casera. "No me gusta el petardeo, a m¨ª la noche no me gusta nada, gente me identifica con muchas cosas que no tienen nada que ver conmigo". Y despu¨¦s de recordar que ella es una mujer discreta —"que no me gusta ni el griter¨ªo ni los grifos de or¨® ni las batas de cola"— que se identifica con la ropa de Prada y Jil Sander, que odia los tacones, llamar la atenci¨®n y pintarse la boca, a?ade: "Todo el mundo tiene derecho a verme como quiera, que yo no voy a dar explicaciones a nadie de c¨®mo soy, porque no soy una narcisista, y, adem¨¢s, me parece maravilloso que cada uno piense lo que le d¨¦ la real gana sobre m¨ª".
Acerca de su papel de travestido en la pel¨ªcula de Almod¨®var, la actriz, que hoy viajar¨¢ a Cannes con el resto del equipo para presentar el s¨¢bado el filme, afirma que no tiene nada que ver con ella. "Me entregu¨¦ al personaje completamente, pero ¨¦sa no soy yo. No soy guapa, pero tampoco soy tan fea, ni llevo esos pelos de loca como Agrado. Ni tampoco soy tan buena, yo no pongo la otra mejilla". Aun que se considera "una payasa" —"a mi madre nadie le como yo, y la verdad es que siempre, en los momentos m¨¢s tr¨¢gicos, s¨¦ re¨ªrme"—, la actriz cree que su fuerte es el drama. Ser¨¢ una directora de cine enloquecida por sus fracasos en la comedia El s¨ªndrome d¨¦ la impostura, de F¨¦lix Sabroso y Dunia Ayuso, y tambi¨¦n Ser¨¢, en un papel dram¨¢tico, la madre de Nawja Nimri en la pr¨®xima pel¨ªcula de Daniel Calparsoro.
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