El auditorio del Kursaal carece de capacidad para acoger grandes representaciones de ballet y ¨®pera

La Quincena Musical afronta este a?o el reto de llevar parte de su programaci¨®n al nuevo Palacio de Congresos del Kursaal. Y lo hace con cierta preocupaci¨®n. Jos¨¦ Antonio Echenique, quien dirige desde hace 18 a?os esta sociedad municipal, advirti¨® ayer de las limitaciones del actual escenario, fruto de la rigidez presupuestaria. En estas condiciones, el Kursaal no puede acoger representaciones de ¨®pera o ballet. "Si las instituciones no dedican en sus presupuestos del a?o 2000 una importante partida, tendr¨ªamos que suprimir gran parte de nuestra programaci¨®n", dijo.

Los 9.000 millones presupuestados para la construcci¨®n del nuevo Palacio de Congresos del Kursaal no han sido suficientes para dotarle de una infraestructura esc¨¦nica capaz de acoger representaciones de envergadura. El empe?o p¨²blico por cumplir a rajatabla los presupuestos ha ocasionado que en estos momentos el auditorio del mayor de los cubos dise?ados por Rafael Moneo tenga serias limitaciones. De hecho, seg¨²n fuentes pr¨®ximas al Kursaal, las instituciones tienen sobre la mesa un estudio encargado para corregir todas esas carencias en el que se preve una inversi¨®n pr¨®xima a los 1.000 millones de pesetas. De este modo, teniendo en cuenta que el teatro Victoria Eugenia permanecer¨¢ cerrado durante todo el a?o 2000 por reformas, la Quincena se ver¨ªa abocada a suprimir de su programaci¨®n espect¨¢culos como el ballet o la ¨®pera. Ante esta posibilidad, el director de la Quincena Musical, Jos¨¦ Antonio Echenique, manifest¨® ayer a este peri¨®dico su confianza en que tanto el Ayuntamiento como la Diputaci¨®n, propietarias y responsables del Kursaal, prevean en sus presupuestos del a?o que viene una partida para mejorar las prestaciones del escenario. Sin embargo, estas limitaciones no supondr¨¢n nig¨²n obst¨¢culo durante la 60? edici¨®n de la Quincena Musical. La organizaci¨®n decidi¨® llevar este a?o al Kursaal, previendo la precipitaci¨®n de la inauguraci¨®n, exclusivamente cinco actuaciones sinf¨®nicas. El pr¨®ximo 30 de agosto, la Orquesta del Siglo XVIII interpretar¨¢ en el nuevo auditorio la Novena Sinfon¨ªa de Beethoven, bajo la batuta de Frans Br¨¹ggen. Ser¨¢ el estreno de la Quincena en el Kursaal. "Vamos a ser los primeros, y eso nos preocupa un poco", se?al¨® Echenique. Cerrada desde hace tiempo la programaci¨®n y financiaci¨®n de este festival, que se desarrollar¨¢ entre el 4 de agosto y 5 de septiembre pr¨®ximos, la ¨²nica incertidumbre que planea continuamente por la cabeza de Echenique es el Kursaal: "Para nosotros lo ideal hubiera sido que el auditorio hubiera estado listo a mediados de junio y tuviera cierto rodaje". Uno de los mayores problemas con los que se encontrar¨¢ la organizaci¨®n en la fecha de inauguraci¨®n ser¨¢ la desubicaci¨®n. Tanto ellos como el p¨²blico estar¨¢n desconcertados, sin saber muy bien c¨®mo dirigirse a su localidad. El abono de 13 conciertos (8 en el Victoria Eugenia y 5 en el Kursaal) obligar¨¢ a la organizaci¨®n a situar al p¨²blico en ambos escenarios, "lo cual es un problema", se?al¨® Echenique. No todo son pegas, ni mucho menos. A la Quincena se le avecina un gran reto con el cambio de un escenario antiguo como el Victoria Eugenia, especialmente dise?ado para la representaci¨®n, a uno de los mayores auditorios de Espa?a. "Ese gran reto ser¨¢ en el a?o 2000". 1.000 abonados de meta Para entonces, esta organizaci¨®n que programa 60 actuaciones con un presupuesto algo superior a los 330 millones de pesetas, deber¨¢ cambiar el chip. "A partir de entonces deberemos ofrecer espect¨¢culos que sean acordes a este nuevo espacio, mucho m¨¢s atractivos y que, adem¨¢s tengan el ¨¦xito de p¨²blico que hasta ahora hemos tenido". El nuevo Kursaal permitir¨¢ ampliar la demanda de entradas en 800 personas respecto al aforo del Victoria Eugenia. Esta diferencia permitir¨¢ de cara al a?o 2000 crear la nueva figura de los Amigos de la Quincena, que dar¨¢ prioridad para conseguir entradas. Los abonados gozar¨¢n de un privilegio nada desde?able, como es elegir una localidad en el Kursaal. Ambos, abonado y amigo de la Quincena, podr¨¢n pagar a plazos. La limitaci¨®n del teatro Victoria Eugenia obligaba cada a?o a los ineteresados a hacer largas colas para conseguir entradas, sin privilegio alguno. "Nuestra meta es llegar a los 1.000 abonados para poder llevar una gesti¨®n con tranquilidad", se?al¨® el director de la Quincena, quien a pesar de las preocupaciones del estreno y cambio de escenario, se mostr¨® esperanzado con el nuevo reto.