?El Giro del ciclismo limpio?
Comienza en Sicilia una carrera preparada para Pantani, pero que no puede eludir los esc¨¢ndalos del dopaje
Estaba llamado a ser el gran festival de Marco Pantani, la fiesta de los escaladores, el triunfo del ciclismo m¨¢s espectacular. La presencia de Richard Virenque (dorsal n¨²mero 148) en la lista de los 162 participantes es un recordatorio clamoroso de que no. No s¨®lo eso, algo m¨¢s. Cuando se present¨®, all¨¢ por noviembre pasado, el Giro de 1999, los sucesos extradeportivos que conmovieron el Tour eran algo del pasado, un asunto que viv¨ªa la lenta v¨ªa judicial. Sin embargo, seis meses despu¨¦s, justamente en plenas v¨ªsperas del Giro, la primera gran vuelta del a?o, volvieron a estallar. Y esta vez con tanta virulencia que nadie en el mundo del ciclismo puede proclamarse indemne. Por eso, ayer en Sicilia, en el valle de los templos de Agrigento, hablar de Pantani y dem¨¢s presumidos protagonistas del Giro m¨¢s monta?oso de los ¨²ltimos a?os, m¨¢s que una necesidad era una obligaci¨®n que hab¨ªa que cumplir. Lo necesario era hablar de lo ¨²nico. Lo prueban las reuniones que mantuvo el presidente de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI), Hein Verbruggen, con los directores de los equipos, el director del Giro y una representaci¨®n de los corredores; lo prueba la asamblea de los ciclistas para constituir un nuevo sindicato internacional, que presidir¨¢ el ex recordman de la hora Francesco Moser; lo prueban los titulares de la prensa, los editoriales en que se pide que la polic¨ªa anticontrabando efect¨²e registros en los coches y camiones de los equipos; lo prueban, en fin, los comunicados oficiales de la organizaci¨®n, que m¨¢s que referirse a aspectos t¨¦cnicos de una carrera que se presenta m¨¢s apasionante que nunca, intentan hacer un poco de luz en la confusi¨®n que reina en torno a los diferentes tipos de an¨¢lisis a que se han sometido y se someter¨¢n los corredores. Y en el fondo del todo una pregunta. ?En alg¨²n momento de la carrera, hablar de ciclismo ser¨¢ lo necesario o se har¨¢ por obligaci¨®n? ?Recuperar¨¢ el deporte sus derechos por encima del fango? El lema ya no es, por ahora, el Giro de las monta?as, sino En busca de un Giro, y de un ciclismo limpio.Los ciclistas se reunieron e hicieron, por primera vez en mucho tiempo, autocr¨ªtica. De su asamblea surgi¨® un nuevo sindicato y un ruego innegociable: que los controles m¨¦dicos y de antidopaje dejaran a todos en plano de igualdad en la carrera. Tambi¨¦n se comprometieron a denunciar todos aquellos comportamientos de colegas que consideraran oscuros.
Pocas esperanzas tienen, sin embargo, los limpios. La UCI, s¨ª, y la organizaci¨®n, tambi¨¦n, han organizado el mayor n¨²mero posible de an¨¢lisis para intentar hacer realidad el deseo de que todos salgan en las mismas condiciones y de que pocos tengan la posibilidad siquiera de arriesgarse. Ayer, los m¨¦dicos de los equipos terminaron de entregar a los de la comisi¨®n m¨¦dica de la UCI los informes de los an¨¢lisis de sangre efectuados en abril a los corredores. Es la segunda etapa del seguimiento m¨¦dico instituido esta temporada, que se repetir¨¢ las v¨ªsperas del Tour y de la Vuelta. Hoy, adem¨¢s, todos los corredores se someter¨¢n a un test de hematocrito (v¨ªa indirecta para detectar el consumo de eritropoietina, la sustancia indetectable m¨¢s usada por los corredores), un an¨¢lisis que no es m¨¢s que cosm¨¦tico al no efectuarse por sorpresa, pues todos los implicados conocen f¨®rmulas para baj¨¢rselo a su gusto. Estas medidas no anulan los cotidianos y tradicionales (y tambi¨¦n ineficaces) an¨¢lisis de orina en busca de sustancias que no se encuentran (las muestras ser¨¢n enviadas diariamente por avi¨®n al laboratorio de Lausana), ni tampoco los del CONI, de sangre y orina, s¨®lo para ciclistas italianos, ni los de la UCI de hematocrito por sorpresa durante la carrera. Ser¨¢, o eso parece, la competici¨®n deportiva m¨¢s (?in¨²tilmente?) vigilada de la historia.
Muchas expectativas
Ser¨¢ tambi¨¦n el de 1999 el Giro italiano que m¨¢s expectativas deportivas ha despertado para los equipos espa?oles desde los a?os Indur¨¢in. Ser¨¢n cuatro los conjuntos de Espa?a que participen (Banesto, Kelme, ONCE y Vitalicio), y los cuatro acuden llenos de ambiciones de convertirse en protagonistas de las pr¨®ximas tres semanas, lo que no deja de ser una novedad. Ha bastado con que coincidiera un recorrido especialmente monta?oso (nada menos que cinco llegadas en alto, la primera tan pronto como el quinto d¨ªa; la ¨²ltima, tan tarde como el pen¨²ltimo) con la eclosi¨®n en Espa?a de una generaci¨®n especialmente dotada para la escalada para que las expectativas y el inter¨¦s se hayan disparado. Aqu¨ª est¨¢n el espectacular y bullicioso Jos¨¦ Mar¨ªa Jim¨¦nez, El Chava, el h¨¦roe de la pasada Vuelta; el serio y ambicioso Roberto Heras, quiz¨¢s nuestro corredor mejor dotado para alcanzar un buen puesto en la general, y el genial e inmaduro Santiago Blanco, quiz¨¢s el ciclista que m¨¢s talento tiene de los paridos ¨²ltimamente por el ciclismo espa?ol. Y tambi¨¦n en equipos espa?oles estar¨¢n Laurent Jalabert, Peter Luttenberger, Alex Z¨¹lle, Leonardo Piepoli. Y hay m¨¢s corredores espa?oles capaces de dejarse ver a gusto: Jos¨¦ Luis Rubiera, ?scar Sevilla, Mikel Zarrabeitia, ??igo Cuesta, Daniel Clavero...A la fuerza ahorcan, dir¨¢n algunos, que cuentan: si del total de 18 equipos participantes, 13 son italianos, cuatro espa?oles y uno holand¨¦s (el TVM), es natural que los locales vean que la ¨²nica fuerza extranjera que puede oponerse a su avance son las huestes espa?olas. Pero tambi¨¦n es verdad. El dibujo que se hacen en Italia es tal que as¨ª: Marco Pantani, El Pirata, el ganador del Giro y del Tour de 1998, el mejor escalador de la d¨¦cada y quiz¨¢s uno de los tres mejores escaladores de la historia, por encima de todos. Por debajo, una jaula de grillos que intentan desestabilizarle, tirarle del pedestal. Est¨¢n el tridente del Polti (Rebellin, Virenque, Gotti), el joven del Saeco (Savoldelli), el campe¨®n del mundo del Lampre (Camenzind), el siciliano del Mapei (Di Grande)... Y est¨¢n los espa?oles. Y por delante 22 etapas hasta el 6 de junio. Los 22 d¨ªas del Giro que quiere ser limpio.
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