"Los escritores vascos ya no escriben para el gueto, sino para todo el mundo"
Defensor del universalismo y no del exclusivismo, el fil¨®logo Joseba Gabilondo (Urretxu, 1964) se march¨® hace 12 a?os a Estados Unidos para doctorarse en Literatura Comparada por la Universidad de California, en San Diego. En este tiempo ha publicado numerosos art¨ªculos sobre el cine y la literatura vasca. Despu¨¦s de tres a?os y medio sin volver a su tierra, ha visitado Bilbao, Bayona, Pamplona, Vitoria y San Sebasti¨¢n para disertar sobre Literatura vasca en los tiempos de la globalizaci¨®n en unas conferencias organizadas por Eusko Ikaskuntza. Pregunta. ?En sus conferencias, cuestiona la validez de la cultura vasca? Respuesta. No tanto la validez como la direcci¨®n. Yo veo que todo un periodo de escritura literaria ha terminado en el Pa¨ªs Vasco. P. ?Qu¨¦ papel considera que han jugado las instituciones para impulsar el desarrollo de la literatura vasca? R. En los ¨²ltimos 20 a?os ha ayudado, empujado y promovido la consolidaci¨®n de un modelo que ven¨ªa de finales del siglo XIX. Desde Orixe a Atxaga, esta literatura oficial que ten¨ªa como misi¨®n representar y significar al Pa¨ªs Vasco est¨¢ a punto de desaparecer. Con la publicaci¨®n de Obabakoak [de Bernardo Atxaga] este proceso alcanz¨® su madurez. El New York Times Book Revue le dedic¨® toda una p¨¢gina. Al mismo tiempo, se identifica a esta novela como muy espa?ola. Eso ya se ha conseguido. Ese paradigma, por su gran ¨¦xito, ha entrado en crisis. Una vez que uno consigue darle un nombre a un pueblo ese proceso termina ah¨ª y no se puede duplicar. P. Usted habla de la ruptura de ese modelo con Obabakoak. ?Acaso Jon Juaristi no decidi¨® apartarse de esa cultura? R. Evidentemente Juaristi es una voz muy importante dentro del proceso intelectual del Pa¨ªs Vasco. ?l ha sido uno de los grandes intelectuales que ha ayudado a repensar este proceso. Desgraciadamente, me da la sensaci¨®n que el ¨²ltimo efecto de Juaristi es exacerbar este modelo de pensar y percibir las naciones y los estados de una manera homog¨¦nea. En El bucle melanc¨®lico, aflora el nacionalismo m¨¢s radical de los ¨²ltimos 100 a?os, que empieza con Unamuno. Sigue atrapado en el modelo exlusivista de esto est¨¢ bien y lo otro mal. P. Agotado este modelo, ?hacia d¨®nde deber¨ªa enfocarse la literatura vasca? R. La globalizaci¨®n ha permitido que entre en la cultura vasca otro componente distinto, como es el de la comercializaci¨®n masiva de la cultura. El lector le ha robado protagonismo a la naci¨®n. La literatura empieza a adaptarse a los gustos de un p¨²blico muy heterog¨¦neo, mucho m¨¢s especializado. Antes no se repond¨ªa a ese tipo de demanda porque la labor m¨¢s importante era la divulgaci¨®n nacional. La literatura vasca ha empezado a hablar mucho m¨¢s de historias de amor, de sexualidad, de memorias, de lo que es uno mismo. Ahora nos lo podemos permitir. P. ?Cree usted que hay mimbres para dar ese salto? R. S¨ª, y muchos. Ah¨ª est¨¢n Aingeru Epaltza, Anjel Lertxundi o el mismo Koldo Izaguirre, tachado de radical, nacionalista y extremista de izquierdas. Han escrito cosas muy intersantes que no responden al tipo de literatura nacionalista. En este momento hay una emergencia tremenda de autores que no compiten por un mismo paradigma literario, sino que se complementan de formas muy interesantes y provocativas. P. ?Este tipo de literatura es exportable? R. Todo depende de la calidad. Lo que s¨ª ha supuesto un cambio transcendental es que a partir de Atxaga se empiecen a traducir obras del euskera al castellano, como sucede ahora con Lertxundi o [Ram¨®n] Saizarbitoria. Esto crea una din¨¢mica global que indica que la literatura vasca no se escribe s¨®lo para los vascos. Los escritores ya no escriben para el gueto, sino para el mundo. P. Usted habla de la contaminaci¨®n que ha habido entre la literatura vasca y espa?ola. R. Ambas literaturas se han concebido, vendido, ense?ado y criticado de forma excluyente. Bernardo Atxaga fue el primero en reivindicar la literatura como tal, independientemente de la lengua en que est¨¦ escrita. Por ejemplo, ahora ya no se piensa en Luisa Etxenike como una escritora espa?ola que s¨®lo escribe para Madrid, sino que se siente una escritora vasca, participa en la cultura vasca y es conocedora de la literatura en euskera. El di¨¢logo que se establece entre todos permite que se alcance una etapa de mestizaje, en el que uno lee al otro en su propia lengua. P. ?Qu¨¦ es ser vasco cuando la mayor¨ªa consume programas de televisi¨®n, pel¨ªculas y libros que llegan de fuera? R. Esto es el posnacionalismo. Este modelo nos hace sentirnos m¨¢s vascos, pero m¨¢s globales que nunca. No excluye el proceso de identificaci¨®n.
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