Todo un recital
ENVIADO ESPECIALEl viaje (mejor dicho, la odisea) de Almod¨®var para llegar a Cannes no pudo ser m¨¢s desastroso, pero su estancia en el certamen no ha podido tener un mejor comienzo. El ¨²nico momento en que el director se puso realmente nervioso no tuvo nada que ver con la responsabilidad de competir por primera vez, con Todo sobre mi madre, en el festival cinematogr¨¢fico m¨¢s importante del mundo; sino con Barajas. Tras horas de espera el viernes en el aeropuerto madrile?o, tuvo que cortar por lo sano y alquilar un avi¨®n privado para poder llegar ayer a la presentaci¨®n de su pel¨ªcula ante la prensa. La broma le sali¨® por un mill¨®n de pesetas; pero la inversi¨®n mereci¨® la pena.
"Su pel¨ªcula me ha conmovido", "Es lo m¨¢s emocionante que hemos visto hasta ahora", "Ante todo, gracias por su filme". Con estas, o con otras frases similares, comenzaron todas las preguntas de su masiva rueda de prensa, en la que el realizador supo meterse al p¨²blico en el bolsillo. Acompa?ado por las actrices que protagonizan el filme, Almod¨®var fue la gran estrella, no s¨®lo de la rueda de prensa sino del Festival. Desmadrado, divertido, a veces impertinente, a veces (las menos) serio, el realizador dio todo un recital y demostr¨® porqu¨¦ su presencia hab¨ªa despertado tantas expectativas entre la prensa internacional. "Yo lo quiero todo", dijo cuando fue preguntado sobre una posible presencia en el palmar¨¦s, que se conocer¨¢ dentro de una semana. "Pero no aqu¨ª. Quiero mucho m¨¢s de lo que la vida puede ofrecer a un ser humano y no lo consigo, pero no me decepciono y sigo trabajando", agreg¨®.
Uno de los momentos m¨¢s hilarantes se produjo cuando el moderador le pregunt¨® sobre las frecuentes comparaciones entre su cine y el de Fassbinder. "En 1983, un cr¨ªtico italiano escribi¨® que yo era el Fassbinder mediterr¨¢neo. Lo hizo con cari?o y sonaba muy bien. Los dos ¨¦ramos gordos, ¨¦l m¨¢s que yo; a los dos nos gustaba mucho la coca¨ªna, a ¨¦l m¨¢s que a m¨ª, y los dos nos tom¨¢bamos libertades con personas de nuestro mismo sexo, ¨¦l mucho m¨¢s que yo. Pero ¨¦l es alem¨¢n y yo soy espa?ol y ¨¦sa es una diferencia muy grande", asegur¨® y luego dijo al traductor: "A ver si lo dices con la misma gracia que yo".
Otro momento glorioso lleg¨® cuando sali¨® el tema de la tolerancia, uno de los v¨¦rtices de Todo sobre mi madre, y, como en su pel¨ªcula, supo pasar en pocos instantes de lo c¨®mico a lo reflexivo. "Espa?a ha vivido en los ¨²ltimos 20 a?os un gran aceler¨®n, dif¨ªcil de mantener. En los ¨²ltimos tres a?os, no s¨¦ si vamos para atr¨¢s o m¨¢s despacio. Pero es un hecho que Madrid se parece a ciudades europeas como, no s¨¦, Oslo. Una de las grandes p¨¦rdidas de la cultura madrile?a es que ha desaparecido su noche, que ahora es totalmente europea", dijo entre carcajadas generalizadas. "Pero la democracia espa?ola ha dejado un poso de tolerancia dif¨ªcil de romper: En cuanto a mi pel¨ªcula, prefiero no hablar de tolerancia, porque tiene un elemento moral que rechazo. Prefiero hablar de emociones puras", agreg¨®, esta vez entre aplausos.
Babelia
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