Almod¨®var arranca la primera aclamaci¨®n
Le acompa?¨® un pl¨²mbeo, l¨²gubre y pretencioso filme ruso sobre las relaciones sexuales entre Hitler y Eva Braun
ENVIADO ESPECIAL. Nunca hab¨ªa estado sometida una pel¨ªcula de Almod¨®var al test, con frecuencia muy duro, de las sesiones matinales del Palacio de La Croisette. En Berl¨ªn, en 1986, La ley del deseo, desde un rinc¨®n marginal, se convirti¨® en la pel¨ªcula que m¨¢s dentro cal¨® en la gente festivalera, muy por encima de las elegidas para la secci¨®n oficial, y se convirti¨®, pese a estar relegada a segundo plano, en la m¨¢s resonante de aquel festival. El salto de Almod¨®var a la celebridad internacional se produjo all¨ª. Algo parecido ocurri¨® en 1987 con Mujeres al borde de un ataque de nervios en Venecia; concursaba, era considerada una candidata clara al Le¨®n de Oro y, sobre todo, Carmen Maura a la Copa Volpi a la mejor actriz, pero una maniobra de los jurados que ten¨ªan intereses distintos acab¨® con la esperanza y de nuevo Almod¨®var, pese a ser su pel¨ªcula la mejor recibida, volvi¨® a casa con la celebridad multiplicada pero con las manos en los bolsillos.
Ahora, en Cannes, el arranque de esta nueva aventura festivalera de Almod¨®var comienza a ser un calco de las dos anteriores, y s¨®lo queda esperar que el final de su haza?a sea esta vez diferente. Ayer, Todo sobre mi madre fue respirada por los 2.000 periodistas de todo el mundo que atestaban la sala Lumi¨¨re con esa peculiar¨ªsima comodidad y sensaci¨®n de euforia que s¨®lo segrega una pantalla cuando est¨¢ viva, cuando es contagiosa, seductora y embaucadora. La per-meabilidad entre los espectadores y las actrices oficiantes del precioso melodrama fue completa. Hab¨ªa alg¨²n temor a que una masa de gente con sensibilidad muy dispar y venida de las cuatro esquinas del planeta no apreciara en todo su bello y divertido alcance la singularidad, ligada a giros y gestos de nuestro idioma, del adorable personaje de Antonia San Juan, que es el eje oculto de la construcci¨®n del filme, lo que lo sostiene y eleva cuando le amenaza un bache.
Las r¨¦plicas de una actriz
El temor era infundado. La sorprendente actriz transmite gracia y emoci¨®n de alcance universal. Me cuentan que un conocido cr¨ªtico japon¨¦s sali¨® de la sala gritando a un colega que era la mejor actriz c¨®mica que hab¨ªa visto en su vida y que la pel¨ªcula estaba a su altura. La desarmante r¨¦plica de Antonia San Juan a la pregunta de si sabe conducir "Yo fui camionero" rompi¨® los diques del silencio y de la contenci¨®n, y las risas estallaron y se prolongaron en una ovaci¨®n cerrada espont¨¢nea. Incluso cuando, al final, la pel¨ªcula decae y pierde s¨²bitamente br¨ªo, otra r¨¦plica de esta actriz -que para entonces ya hac¨ªa gracia por decreto de su simple presencia- borr¨® de un manotazo el balbuceo de la pantalla y un nuevo golpe de risa abierta encubri¨® la ca¨ªda y abri¨® paso a la larga y un¨¢nime ovaci¨®n final, que se intuye que podr¨ªa haber sido jalonada por un griter¨ªo de bravos de haber tenido m¨¢s consistencia el endeble desenlace del maravilloso filme.
Casi la mitad de los periodistas acreditados que pretend¨ªan asistir al encuentro con la prensa de Pedro Almod¨®var, Cecilia Roth, Antonia San Juan, Marisa Paredes, Pen¨¦lope Cruz y Candela Pe?a se qued¨® fuera del repleto sal¨®n de conferencias del Palacio de La Croisette y se apeloton¨® bajo los monitores exteriores, sobre cuyos altavoces se alzaban bosquecillos de manos enarbolando magnet¨®fonos para grabar preguntas y respuestas y luego poder contarlas o transcribirlas. Otros colegas, menos mecanizados, se sentaron sobre la moqueta azul y tomaron a mano anotaciones del debate, casi convertido en un brillante y ocurrente mon¨®logo de Almod¨®var.
Al ser proyectada en la mejor hora del mejor d¨ªa del festival, parece evidente que a los programadores de Cannes les ha cautivado y son gente que apuesta siempre a caballo ganador. Suelen usar la lupa a la hora de decidir qu¨¦ pel¨ªcula destinan para la ostentosa gala del primer s¨¢bado, y su decisi¨®n es un signo indicativo de la c¨²pula del festival de por d¨®nde van sus preferencias. La organizaci¨®n del festival propuso ayer a Todo sobre mi madre como su pel¨ªcula favorita -hip¨®tesis que se hace m¨¢s cre¨ªble si se tiene en cuenta que para acompa?arla eligieron el insufrible filme ruso Moloch, un tedioso relato de los l¨²gubres amor¨ªos entre Hitler y Eva Braun, que fue abucheado-, y la respuesta de los millares de profesionales e informadores fue de pleno acuerdo. S¨®lo queda por ver la respuesta de los cr¨ªticos, sobre todo la de los paneles de calificaci¨®n, que tienen gran influencia aqu¨ª y que los miembros del jurado estudian meticulosamente, aunque todos lo nieguen.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.