"Me opongo a la paridad porque es una segregaci¨®n"
Elisabeth Badinter, fil¨®sofa de 55 a?os, profesora en l"?cole Polytechnique de Par¨ªs, mujer del abogado y exministro socialista, Robert Badinter, ha vuelto a ser blanco de numerosas cr¨ªticas al oponerse a la introducci¨®n de la paridad entre hombres y mujeres en la Constituci¨®n francesa. La paridad fue aprobada a mediados de marzo, tras meses de acaloradas discusiones.P. Usted es una de las pocas mujeres que se ha declarado abiertamente en contra de la inscripci¨®n de la paridad en la Constituci¨®n francesa. ?Por qu¨¦?
R. La paridad considera que la humanidad est¨¢ dividida en dos partes: los hombres por un lado y las mujeres por otro, lo que va en contra de la noci¨®n republicana de ciudadan¨ªa. Introduce el diferencialismo en la Constituci¨®n. Para m¨ª supone una regresi¨®n.
P. En su opini¨®n, ?qu¨¦ medidas facilitar¨ªan el acceso de las mujeres a la vida pol¨ªtica?
R. Hay dos fundamentales: lograr la no acumulaci¨®n de mandatos, es decir, que los diputados no tengan mil funciones. De esta manera, al liberarse una gran cantidad de puestos las mujeres podr¨ªan entrar masivamente en pol¨ªtica; dar los medios financieros suficientes para que, por ejemplo, las mujeres que no tengan recursos puedan contratar a una persona que cuide de sus hijos. Si estas dos condiciones no lograran hacer entrar a las mujeres en pol¨ªtica, imponer medidas econ¨®micas a los partidos.
P. Usted ha declarado que inscribir la paridad en la Constituci¨®n es abrir la puerta a cualquier tipo de diferenciaci¨®n.
R. Los defensores de la paridad se han centrado en la idea de que la diferenciaci¨®n sexual no era comparable a otras diferencias y que lo que era aceptable para las mujeres no lo era para otras minor¨ªas. Yo encuentro este principio detestable. Estoy convencida, y es algo que ya est¨¢ sucediendo, de que dentro de poco los franceses negros, que son muchos, van a luchar para que se instauren en la Constituci¨®n unas cuotas de ciudadanos negros, algo totalmente leg¨ªtimo.
P. Han pasado siete a?os desde la publicaci¨®n en Francia de su ¨²ltimo libro XY identidad masculina. ?Cree que la situaci¨®n de los hombres respecto a su propia virilidad y respecto a las mujeres y a los homosexuales ha cambiado?
R. La evoluci¨®n es tan lenta que recuerda al ritmo biol¨®gico. Uno de los s¨ªntomas puede ser parad¨®jicamente la diferencia de salarios entre hombres y mujeres que se va acortando poco a poco.
P. En XY identidad masculina, usted afirma que la masculinidad se construye sobre un eje negativo. ?Qu¨¦ quiere decir?
R. Es una negaci¨®n triple. Para construir su identidad masculina el ni?o se dice a s¨ª mismo: no soy beb¨¦, ni mujer, ni homosexual. La primera persona con la que se identifica un ni?o es con su madre y a partir de ah¨ª comienza todo un trabajo de construcci¨®n para alejarse de su estado primario de reci¨¦n nacido, pasivo, dependiente e identificado con su madre. Para pertenecer al g¨¦nero masculino, el ni?o debe tomar una posici¨®n negativa, lo que supone un ejercicio m¨¢s duro que el camino de ni?a a mujer. Las feministas me han echado en cara haber considerado al hombre con tanta ternura, haberlo presentado como un ser muy complejo. Sin embargo, lo que yo digo en el libro es que el sexo fuerte es el sexo femenino, lo que es cierto desde el punto de vista biol¨®gico y que hoy d¨ªa como ya no existe esa estructura patriarcal de opresi¨®n y dominaci¨®n de las mujeres, ¨¦stos se han quedado sin modelos de virilidad.
P. Usted ha hablado del hombre reconciliado. ?A qu¨¦ se refiere?
R. El hombre reconciliado es una especie de ideal hacia el que la sociedad avanza. Un hombre que no tenga ninguna cuenta pendiente con las mujeres ni sienta una necesidad de venganza respecto al sexo contrario. Y s¨®lo puede darse si las mujeres tambi¨¦n se reconcilian con ellas mismas. Me ha sorprendido much¨ªsimo o¨ªr de nuevo argumentos como que las mujeres son m¨¢s dulces, m¨¢s concretas, menos vanidosas, ofreciendo una visi¨®n admirable de las mujeres, al mismo tiempo que se presentaba a los hombres como seres abominables. Yo personalmente creo que la mayor¨ªa de la gente no est¨¢ de acuerdo con el diferencialismo.
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