La alta abstenci¨®n ind¨ªgena ahoga el proceso de reformas democr¨¢ticas en Guatemala
Las 50 enmiendas constitucionales que hab¨ªan de reconocer los derechos ind¨ªgenas, reducir el poder militar o modernizar la justicia en Guatemala fueron rechazadas el domingo porque su principal beneficiario, la mayor¨ªa ind¨ªgena, que se abstuvo por apat¨ªa, ignorancia o lejan¨ªa de las urnas, permiti¨® que triunfase la movilizaci¨®n de la derecha antigua, de los sindicatos patronales, la Alianza Evang¨¦lica o de corporaciones opuestas a las reformas. La abstenci¨®n lleg¨® al 81,4%. Del resto, de los que votaron, un 50,6% rechaz¨® las reformas y s¨®lo un 40,4% las apoy¨®.El escrutinio todav¨ªa es incompleto, pero el Gobierno y la oposici¨®n perdieron rotundamente. La mayor¨ªa de los electores apenas percibi¨® la importancia de una consulta que pretend¨ªa superar las estructuras pol¨ªticas, castrenses o judiciales, y las discriminaciones sociales, detr¨¢s de 39 a?os de sangre y barbaridades. Otros guatemaltecos permanecieron al margen por diferentes razones, entre ellas el fracaso de la campa?a favorable al s¨ª, una respuesta encaminada a dotar de soporte jur¨ªdico a los acuerdos de paz de 1996 entre el Gobierno y la guerrilla, o porque necesitaban ocho horas para llegar al colegio electoral.
Una ind¨ªgena recorri¨® descalza 12 kil¨®metros para votar porque quer¨ªa "una paz completa". En un pa¨ªs donde el 70% de sus siete millones de ind¨ªgenas son analfabetos, el presidente, Alvaro Arz¨², declar¨® que la gente desconoc¨ªa las enmiendas sometidas a refer¨¦ndum porque no le¨ªa los peri¨®dicos.
Ciertamente, la informaci¨®n publicada fue amplia, pero no motiv¨® lo suficiente a una poblaci¨®n ind¨ªgena a¨²n ajena, miedosa, sometida hist¨®ricamente por los gobiernos criollos, acostumbrada a agachar la cabeza desde que el uso del quich¨¦, el idioma de los mayas, quedara prohibido en las escuelas, o las religiones y usos de las 23 comunidades ¨¦tnicas fueron tomadas como peligrosas supercher¨ªas.
La Constituci¨®n, alevosamente pisoteada desde su promulgaci¨®n, proh¨ªbe la discriminaci¨®n y consagra la igualdad de las personas, pero s¨®lo en un enunciado de principios que las enmiendas del domingo precisaban. El refer¨¦ndum pretend¨ªa apuntalar el dominio civil sobre las fuerzas armadas y policiales, culpables del 93% de las 150.000 muertes y desapariciones registradas durante la guerra civil, y constatadas por la Comisi¨®n de Esclarecimiento Hist¨®rico. Las reformas limitaban el poder presidencial, impon¨ªan un ministro de Defensa civil, eliminaban una unidad militar de espionaje, y establec¨ªan las bases de una justicia no comprometida con la impunidad.
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