Un profesor logra el reconocimiento general de los alumnos con un m¨¦todo "autogestionario" Los estudiantes que se autoeval¨²an comparan las clases con "El Club de los poetas muertos"
Cuando acab¨® el curso el a?o pasado, los alumnos dejaron sobre la mesa de Samuel Camba un bonsai y un poema. De la misma promoci¨®n, el profesor recogi¨® un sinf¨ªn de folios en los que los estudiantes expresaban lo que les hab¨ªa parecido la asignatura y el desarollo que de ella se hizo en el aula. Dos quejas: las clases se acaban demasiado pronto y la asignatura deber¨ªa ser obligatoria en lugar de optativa. No es normal que las protestas del alumnado sean ¨¦stas y tampoco que el resto sean halagos, admiraci¨®n, respeto, nostalgia. Despu¨¦s de 40 a?os en la ense?anza, 15 de ellos en la Facultad de Psicolog¨ªa de Sevilla, Samuel Camba no ha recibido m¨¢s que reconocimiento. Al menos por parte de los estudiantes. Este gallego de "62 tacos" ha acarreado durante los a?os de su profesi¨®n lo que ahora es una vieja cartera de cuero y un m¨¦todo pedag¨®gico propio: el sistema autogestionario. Y con ¨¦l se ha metido en el bolsillo a todos sus alumnos, que hablan de c¨®mo les ha modificado la visi¨®n de las cosas, de los buenos momentos en sus clases, de los esquemas tradicionales de ense?anza derrumbados, de lazos de amistad, de libertad y de c¨®mo les ha cambiado hasta la vida. "?Las clases eran tan distintas! Particip¨¢bamos todos, hasta yo. Eramos una pi?a, no hab¨ªa ning¨²n tipo de jerarqu¨ªa, y pod¨ªamos expresar lo que sent¨ªamos o pens¨¢bamos". Este es un extracto de una de las cartas en las que cuentan los alumnos del a?o pasado c¨®mo les fue en clase. Otra de ellas dice: "Estas clases han sido las mejores de toda mi vida, en las que m¨¢s he aprendido. Han suscitado verdadero inter¨¦s cr¨ªtico por la lectura, han estimulado la comunicaci¨®n; la metodolog¨ªa motivaba, despertaba inter¨¦s por la clase y los temas abordados, por el trabajo individual o grupal; invitaba a la reflexi¨®n y al an¨¢lisis; hemos sido un poco m¨¢s felices". As¨ª son las clases de Samuel Camba, y as¨ª las ven sus alumnos, a los que conoce por sus nombres al d¨ªa siguiente de comenzar el curso. "El lunes de feria no hab¨ªa m¨¢s de cinco alumnos en cualquier clase y esta estaba llena, y eso que esta asignatura es optativa", recuerda Alexis Navarrete, uno de los alumnos de este curso. La asignatura que imparte este profesor es Psicolog¨ªa Social del Sistema Educativo, una materia que se presta a los debates en clase, a las reflexiones ¨¦ticas, a los trabajos en casa que luego se exponen. Y, por fin, a la autoevaluaci¨®n que los mismos alumnos hacen de su trabajo durante el curso. Camba no hace ex¨¢menes. Las ¨²ltimas tendencias apuntan la ausencia de ex¨¢menes como un indicativo de calidad docente. Pero ?qu¨¦ pasar¨ªa si se tratase de impartir y evaluar los conocimientos en F¨ªsica Cu¨¢ntica? ?Podr¨ªa utilizarse esta metodolog¨ªa autogestionaria? A Camba no se le escapan las dificultades que podr¨ªa entra?ar el sistema que usa aplicado a otras asignaturas. "No hay que ser ingenuos, pero de lo que se trata es de dar las claves, de motivar a las personas para que descubran la asignatura. Hay que despertar su capacidad cr¨ªtica, motivarles, aprender a aprender". As¨ª lo hace cada d¨ªa. A las tres de la tarde de un mi¨¦rcoles, los alumnos empiezan a llegar. Un poco despu¨¦s aparece el profesor, deja su maleta y se sienta sobre la primera mesa del patio de butacas. Si s¨®lo hay un grupo es m¨¢s f¨¢cil verse las caras y todos van cogiendo sitio, en las sillas o en las mesas, hasta formar una coreograf¨ªa m¨¢s acogedora. "?Qui¨¦n quiere exponer hoy?", pregunta Camba. Se levanta una mano, otra, otra. Incluso una alumna se queja de que su trabajo se aplace de nuevo, porque est¨¢ "loca por exponerlo". De pel¨ªcula La primera voluntaria resume el libro que libremente ha elegido y las conclusiones y reflexiones que ha sacado de su lectura. Comienza el debate. Todos opinan lo que quieren, sin timidez. Y de la boca de los alumnos comienza a salir cr¨ªtica social, educativa, pol¨ªtica. "La clase no es del profesor ni de los alumnos, es de todos. Nos enriquecemos mutuamente. Yo aporto mi experincia y ellos la suya desde su juventud", explica Camba. El profesor ha recopilado las cartas que recibi¨® de sus alumnos el pasado curso bajo un ep¨ªgrafe, Utop¨ªa realizada. He aqu¨ª otro extracto: "Cuando el profesor nos invita a autoevaluarnos nos resulta extra?o porque no estamos acostumbrados a eso, ni a pensar tranquilamente en nuestro rendimiento; [...] luegopienso y reflexiono sobre mi actitud y rendimiento: he dado de m¨ª lo que he podido, he puesto empe?o real en el trabajo, he llevado a cabo mi proyecto inicial". Otro alumno opina: "La metodolog¨ªa es la mejor que he tenido desde la EGB. Debo agradecer esto al profesor (?oh capit¨¢n, mi capit¨¢n!)". Y as¨ª son todas las cartas con las que el profesor pretendi¨® sondear la opini¨®n de los alumnos sobre el sistema utilizado. En todas se lee la misma pasi¨®n que logr¨® arrancar el capit¨¢n de El club de los poetas muertos. ?sa es la pel¨ªcula que se ve todos lo d¨ªas en la clase de Camba.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.