C¨¢diz homenajea a Chano Lobato en un teatro Falla lleno de artistas
Por su gracia. Porque es el que mejor ha cantado para el baile. Por su soniquete. Todos encontraron razones para estar junto a Chano Lobato en su gran noche, aquella en la que el cantaor del barrio de Santa Mar¨ªa, con la mirada encendida, supo que es profeta en su tierra. Fue el martes, en un teatro Falla lleno hasta el para¨ªso, con los camerinos tomados al asalto por el duende. El homenajeado, de 71 a?os, asegur¨® estar "mejor que Johnny Weismuller, un gach¨® que fue campe¨®n ol¨ªmpico y era un fen¨®meno".
Desde la llegada de las primeras figuras, el ambiente fue el propio de los grandes festivales. En un pasillo, las veteranas cantaoras de T¨ªo Jos¨¦ de Paula, de mant¨®n y lunares, jaleaban a Chano. Pepe de Luc¨ªa, retando cari?osamente a Nano de Jerez y calentando por buler¨ªas. Juan Villar, ensayando cantes serios, "que si no, la juventud te come por sopas". M¨¢s all¨¢, Ni?o Jero se restauraba con pegamento una u?a rota. "Yo siempre acompa?aba a Chano haciendo muchas falsetas", recordaba el guitarrista, "y ¨¦l me rega?aba: "picha, que haces m¨¢s falsetas que Pavarotti". Rancapino -a quien Chano suele presentar: "con ustedes, Robert Redford"- seguido por buena parte de su numerosa prole y su inseparable Cepero. Aqu¨ª la elegancia jerezana de Moneo, Barullo, Terremoto y El Pipa, all¨ª las tres cantaoras gaditanas por excelencia: Mariana Cornejo, Carmen de la Jara y Encarnita Anillo. La armaron sobre las tablas. En el fin de fiesta acab¨® cantando hasta Francisca, la mujer de Chano Lobato. Y Pep¨ªn Cabrales, compa?ero del cantaor en los a?os duros del Pavillion -cuando Paul Anka le oy¨® cantar Ad¨¢n y Eva por buler¨ªas y s¨®lo acert¨® a balbucir: "No puede ser, no puede ser"- se peg¨® su pata¨ªta. Nadie quer¨ªa irse de all¨ª, pero sali¨® Manuela Carrasco, que estaba entre el p¨²blico, y, como se dice, el comandante mand¨® a parar con dos destellos de baile puro. La fiesta, no obstante, sigui¨® en el restaurante La Bodega, donde Chano Lobato volvi¨® a desplegar su hilarante anecdotario para disfrute del selecto auditorio: "Ahora, con un disco m¨ªo que sali¨®, empezaron a llamarme, que si lo tienes que presentar en Aranjuez, que si en este sitio, que si en el otro... ?pero bueno!, ?yo soy Ricky Martin? A m¨ª dejadme tranquilo con mis pe?itas".
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