"Hoy no podemos estar orgullosos, pero ma?ana quiz¨¢ s¨ª"
El t¨¦cnico C¨²per sinti¨® el mismo dolor que en la final de la Copa del Rey
Ni la emotiva despedida final, con todo el sector mallorqu¨ªn del p¨²blico aplaudiendo y coreando su nombre, le quitaron a H¨¦ctor C¨²per su disgusto. Estaba satisfecho por su planteamiento, por la actitud de sus jugadores, pero de una final, cuando se pierde, uno puede salir con tristeza. "Hoy no alcanza con las palabras de ¨¢nimo que nadie nos pueda decir", se lamentaba. "Con el tiempo, entenderemos la situaci¨®n, pero hoy no nos pidan que lo comprendamos. Hoy no podemos sentirnos orgullosos de lo que probablemente a partir de ma?ana s¨ª nos sintamos. Pero hoy no. Hoy estamos dolidos y no hay consuelo posible".Ya poco importaba lo que el t¨¦cnico les hab¨ªa dicho a sus jugadores justo antes de saltar al campo, las sensaciones que vivi¨® en el segundo tiempo cuando crey¨® adivinar un cansancio definitivo en el Lazio, cuando se vio con la final ganada. Lleg¨® ese salto letal entre Vieri y Siviero, y "la extraordinaria media vuelta" posterior de Nedved, y toda su felicidad se desmoron¨®. El argentino, pese a la insistencia con la que le tentaba la prensa mallorquina, ni siquiera quiso agarrarse al arbitraje: "Cre¨ª que el ¨¢rbitro hab¨ªa pitado falta. Pero yo lo que vi es un salto entre dos".
"Lo dimos absolutamente todo", afirm¨® C¨²per. "Tengo que reconocer el esfuerzo de mis jugadores. Jugaron de igual a igual al Lazio, con la convicci¨®n de poder ganar, pero no alcanz¨®. Se dio un f¨²tbol parejo, la tuvimos, pero al final la Copa se la llev¨® el Lazio".
"Me animo a decir", insisti¨®, "que en la segunda mitad el t¨ªtulo estaba m¨¢s cerca de nosotros que de los italianos. Est¨¢bamos m¨¢s enteros. Tuvimos nuestras oportunidades, pero no las metimos. Y ellos, en cambio, metieron la suya y nos quitaron la posibilidad de ganar una final europea. Me voy con el mismo dolor que sent¨ª en la final de la Copa del Rey.
Engonga tambi¨¦n estaba roto, con ese contradictorio sentimiento de satisfacci¨®n por el trabajo realizado y desolaci¨®n por la derrota tras un partido muy igualado. Una final se gana o se pierde por peque?as cositas. El Lazio estaba en mal momento, pero la calidad no se pierde as¨ª como as¨ª. S¨ª, llevamos dos a?os haciendo cosas muy buenas, pero no es consuelo. A un partido ya hemos perdido dos veces".
Dani marc¨® su gol, como le hab¨ªan pronosticado muchos de sus compa?eros. Y a pase de Stankovic, como tambi¨¦n imagin¨® la mayor¨ªa. Pero no fue decisivo. "Yo estaba seguro de que iba a marcar", asegur¨®, "pero tambi¨¦n de que ¨ªbamos a ganar. Parec¨ªamos mejor f¨ªsicamente, pero es lo que tienen estos equipos: gozan de una ocasi¨®n y te la clavan".
Eriksson, el t¨¦cnico del Lazio, estaba feliz por dos motivos: "Ganar el primer t¨ªtulo europeo del club, y llevarnos la Copa en propiedad, la ¨²ltima Recopa ser¨¢ nuestra para siempre". El t¨¦cnico defini¨® el partido como "una bella fiesta de f¨²tbol" y elogi¨® al rival: "Nos hemos enfrentado a una escuadra ¨®ptima, que defiende bien, bien, y te hace mucho da?o a la contra".
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