Una victoria con mando a distancia

"Tranquilo, Chepe, que te voy a poner el auricular toda la etapa y te voy a decir exactamente lo que tienes que hacer". As¨ª que el furbo (pillo), que dicen en Italia, el chuparruedas que logr¨® que Di Luca le llevara hasta la victoria, no fue el colombiano Chepe Gonz¨¢lez, como su fama hac¨ªa creer, sino su director, ?lvaro Pino. El gallego le coloc¨® un auricular a su pupilo y le fue dictando lo que ten¨ªa que hacer en cada momento para conseguir la victoria. "No s¨¦ si ¨¦l me o¨ªa, pero en los ¨²ltimos cinco kil¨®metros no par¨¦ de hablarle, y al final, por lo menos hizo lo que yo le dec¨ªa. De todas formas, le iba diciendo todo el d¨ªa que llegado el ¨²ltimo repecho duro, atacara".El momento clave lleg¨® a un kil¨®metro de la llegada, cuando salt¨® por detr¨¢s Santi Blanco. "Chepe, que llega Santi, ahora es el momento", grit¨® por su micr¨®fono el director del Kelme. Chepe as¨ª lo entendi¨® y as¨ª gan¨®. Peg¨® un estir¨®n, Di Luca pareci¨® sufrir algunas dificultades para aguantarlo pero sigui¨® durante unos metros la rueda del colombiano. Finalmente, logr¨® abrir brecha y pudo tener tiempo para echar un vistazo hacia atr¨¢s y disfrutar con m¨¢s tranquilidad del momento en el que cruzaba la l¨ªnea de meta. Se desconoce si, ya en esos instantes en los que la victoria estaba asegurada, ?lvaro Pino mantuvo viva la conexi¨®n en directo.

La an¨¦cdota queda reflejada en este punto, que pareci¨® salir a gusto de todos. As¨ª ser¨¢ hasta que se llegue al ejemplo contrario: cuando alguien haga lo contrario de lo que se le dice y resulte que termine bien.