Antonio Ferrera: "Los toros no serv¨ªan ni para estofado"
Divisi¨®n de sentimientos. De decepcionado a muy decepcionado, pasando por frustrado, impotente o, m¨¢s sencillo, hundido. La terna de hoy al completo se puso r¨¢pidamente de acuerdo en entonar una sentida eleg¨ªa (que no laudatio funebris) a una tarde remisa a las euforias. El primero en abrir fuego es Antonio Ferrera. Su primer San Isidro... en la frente: "La corrida ha salido justo como yo no quer¨ªa. Era como luchar contra un muro. Hubiese preferido unos toros que salieran al ruedo a comerte. Pero que voy a decir..., seguro que no sirven ni para estofado. De lo dura que debe estar la carne".El balear (naci¨® en Ibiza) se exhibe convencido de que lo ¨²nico que pod¨ªa hacer es intentar dar alegr¨ªa a un encierro... "de m¨¢rmol", se apresura al quite por adjetivos su compa?ero Cepeda. "R¨¢pidamente he visto que con la muleta hab¨ªa poco que hacer. As¨ª que me he empleado a fondo con las banderillas", dice. Prueba de ello es un varetazo en el pecho. "La idea", contin¨²a, "era dar un poco de alegr¨ªa a aquello. Pero ni por esas. No s¨¦, hubiese preferido quedarme en casa y ejercitarme en el toreo de sal¨®n".
Reacci¨®n del p¨²blico
De cariz bastante m¨¢s amargo son las declaraciones del otro debutante en faenas isidriles. Alberto Elvira empieza por exhibirse de hundido para abajo hasta la pura desolaci¨®n. "Lo que m¨¢s me duele es la reacci¨®n del p¨²blico. Entiendo que pudiera tener algo de raz¨®n por c¨®mo han salido los toros. Pero creo que ha sido muy desconsiderado conmigo. He estado preparando la corrida desde hace mucho tiempo y he intentado hacer todo lo humanamente posible. Si ligaba me protestaban que no me cruzaba, y cuando me he cruzado... m¨¢s protestas. Creo que no se aplica la misma vara de medir con todos. No somos figuras y venimos aqu¨ª con toda la ilusi¨®n. No entiendo por qu¨¦ no te dejan siquiera intentarlo", afirma de carrerilla en una apresurada lectura de unos adentros en perfecto estado de demolici¨®n. "Yo me hundo muy pronto. Es un defecto, lo s¨¦... Despu¨¦s de la reacci¨®n del p¨²blico con mi primero... me he hundido".
Para estos casos, la experiencia suele ayudar. Aqu¨ª, Fernando Cepeda. "Conozco al p¨²blico de Madrid. Cuando no hay toro o el que hay no les gusta, ya puedes hacer lo que sea, que nada", dice, y prosigue: "Con mi lote lo ¨²nico que pod¨ªa hacer es llevarles por alto para que no se vinieran abajo. As¨ª es imposible llegar o transmitir un poco de emoci¨®n. A todos les faltaba fuerza". Tras lo dicho se detiene, piensa y no puede evitar una sonrisa cuando recuerda su segundo toro. "De repente [justo despu¨¦s de brindar al p¨²blico], al suelo. Se ha echado. No ha llegado siquiera a caerse. Se ha echado al suelo", repite sorprendido. Y ah¨ª, a ras de tierra, se queda la terna en desolada unanimidad.
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