?Qui¨¦n fue el primero: Manet o Fortuny?
La sala del Macba donde Perejaume, en una de sus instalaciones, ha colgado dos pinturas exactamente iguales, una firmada por Manet y otra con el sello testamentario de Fortuny, estaba a rebosar. Cristina Mendoza, directora del Museo de Arte Moderno de Barcelona, desvelar¨ªa el enigma que encierran esas dos obras de arte, una llamada Paisaje de Oloron-St.-Marie, y la otra Paisaje de Granada. ?Qui¨¦n copi¨® a qui¨¦n?
Es la primera pregunta que se hace el visitante cuando llega a este punto de la exposici¨®n y se queda pasmado ante las dos telas. Tras a?os de investigaci¨®n parece claro que este paisaje corresponde a Granada, donde Manet no estuvo nunca. Cristina Mendoza afirmaba, tras exponer su riguroso estudio, que le gustar¨ªa resolver el enigma del c¨®mo, cu¨¢ndo y por qu¨¦ Manet decidi¨® copiar al entonces artista de moda, aunque resulta pr¨¢cticamente imposible. No obstante, con su relato ¡ªtan ameno como escuchar una historia misteriosa una noche de invierno a la luz del hogar¡ª nos dio muchas pistas.
Fortuny vivi¨® en Granada desde 1870 a 1872. All¨ª, cansado del academicismo que lo llev¨® a la gloria, pintar¨ªa al plein air, en lo que hubiera coincidido con Manet si no fuera por su temprana muerte, en 1875. Fortuny ni firm¨® ni dat¨® su Paisaje de Granada; la obra pas¨® a Roma y m¨¢s tarde al taller de Par¨ªs. Al morir se subastaron todas las pinturas de ese taller ¡ªen general apuntes y obras menores¡ª, pero la viuda se qued¨® con el Paisaje de Granada. Nunca se supo a qui¨¦n lo vendi¨® posteriormente. En 1922, Joaquim Folch i Torres, entonces director de museos de Barcelona, viaj¨® a Par¨ªs para comprar La vicaria, pero termin¨® adquiriendo un lote de tres obras en la Casa Jacobi por 22.000 francos. As¨ª, esa tela que ahora cuelga en el Macba pas¨® a formar parte de la colecci¨®n del Museo Nacional de Arte de Catalu?a.
Por su parte, Manet viaj¨® en 1871 a Oloron-St.-Marie, en el Pirineo vasco franc¨¦s, donde pint¨® cuatro telas. Los estudiosos acreditaron que una de ellas era ese paisaje ¡ªsin datar y con la firma muy borrosa¡ª que hoy cuelga al lado de la obra de Fortuny. Lo que s¨ª es seguro es que ambos cuadros fueron enmarcados en Par¨ªs porque los marcos son tambi¨¦n id¨¦nticos y propios de la ¨¦poca.
?Pero d¨®nde y cu¨¢ndo Manet pudo ver la obra de Fortuny? Cristina Mendoza segu¨ªa desmadejando la historia... Manet estuvo en agosto de 1865 en Espa?a; visit¨® Madrid, Burgos y Toledo, admir¨® los cuadros de Vel¨¢zquez y pint¨® algunas telas, pero no se acerc¨® a Granada, ni tampoco a Roma, donde estuvo un tiempo la pintura de Fortuny. Pero en 1878 se expusieron 30 obras del artista reusense en la Exposici¨®n Universal de Par¨ªs, cuatro de las cuales eran de la viuda. Puede ser que Manet decidiera plantar su caballete y esbozar lo que ser¨ªa su Oloron-St.-Marie. ?D¨®nde, si no, pudo copiar la tela?
En aquel tiempo Manet no disfrutaba del mismo prestigio que su colega. Solo hace falta comparar los m¨¢s de 600.000 francos que se consiguieron por las obras del taller de Fortuny con los poco m¨¢s de 100.000 francos por la subasta del taller de Manet, que reun¨ªa sus mejores telas. ?Por qu¨¦ copiar¨ªa Manet ese paisaje granadino? La respuesta forma parte del misterio. Lo cierto es que el destino separ¨® injustamente a esos dos artistas que, como dijo Cristina Mendoza, hubieran abierto juntos el futuro de la pintura del siglo XX.
En el Macba el visitante se queda desconcertado ante las dos obras. Perejaume descubri¨® la de Manet en la Stuttgart Galerie. En 1989, en una exposici¨®n en Nueva York, mostr¨® tres fotograf¨ªas: la tela de Manet, la de Fortuny y los dos marcos id¨¦nticos. Ahora ha conseguido colgar los dos originales bajo el t¨ªtulo Gabinet fant¨¤stic. Cristina Mendoza ha puesto la guinda a esta instalaci¨®n, pero, como dice ella, el misterio contin¨²a.
El estudio de Mendoza formar¨¢ parte del segundo volumen de la Miscelania dedicada a Joan Ainaud de Lasarte, que se publicar¨¢ a finales de a?o.