El hijo del Flaco rompe el gafe
Jordi Cruyff marca el primer gol desde su regreso a la Liga espa?ola
Pocas actividades son tan dadas a la superstici¨®n como el f¨²tbol; nada condiciona tanto en la Liga espa?ola como ser hijo de Johan Cruyff. Cedido por el Manchester United en diciembre, a Jordi le colgaron el cartel de gafe a las dos semanas de jugar con el Celta y una inoportuna lesi¨®n hizo el resto. Diez minutos del domingo le bastaron para acallar supercher¨ªas y evocar el cambio de ritmo y la pegada que defin¨ªan a su padre 20 a?os atr¨¢s.Pronto apareci¨® quien le culp¨® del primer s¨ªntoma de debilidad en el Celta: su ca¨ªda en la Copa y un par de partidos mal despachados hacia Navidad. Despu¨¦s pas¨® Jordi por el quir¨®fano, como tantos otros jugadores celestes en una temporada marcada por las lesiones. Cuando el entrenador V¨ªctor Fern¨¢ndez le hizo saltar a la pradera del Carlos Tartiere, muchos temieron por la ventaja sobre el Oviedo, pero el hijo del Fllaco convirti¨® ese corto periodo en un acto de reivindicaci¨®n.
Su mala suerte en Vigo toc¨® fondo hace unos d¨ªas, cuando derrib¨® con su coche una columna de cajas de cerveza en una calle c¨¦ntrica. La empresa que distribuye las bebidas result¨® ser del presidente c¨¦ltico, Horacio G¨®mez. Fue el ¨²ltimo suceso lamentable de un jugador que ha entablado amistad con Michel Salgado y que pronto dejar¨¢ el apartamento que le alquil¨® el ex ciclista ?lvaro Pino.
No le ser¨¢ f¨¢cil escapar de la sombra de su padre, la misma que le hizo abandonar el Bar?a cuando N¨²?ez despidi¨® al creador del Dream Team. Como a Johan, le persiguen quienes hicieron de ¨¦l un arma arrojadiza en su etapa de canterano, que lo mismo le buscan fama de cenizo que cuestionan su calidad.
Si no hab¨ªa motivos para culparle de los tropiezos, tampoco lo ocurrido en Asturias le consagrar¨¢. Jugaba el Oviedo con diez hombres y Jordi se limit¨® a hacer caja, pero el celtismo divis¨® en ¨¦l un gusto especial: con el primer bal¨®n arrug¨® a la zaga de Fernando V¨¢zquez y entreg¨® a Karpin un tanto que el ruso no cobr¨®. El segundo lo envolvi¨® en un amago y escap¨® disparado hacia el gol, el primero que anota en la Liga espa?ola desde que se separ¨® del camino de su padre.
Todos los malos presagios del inicio del a?o se han difuminado en una semana perfecta. Pas¨® por el quir¨®fano, est¨¢ listo para rentabilizar su cesi¨®n, el club que le form¨® celebra el t¨ªtulo de Liga y el Manchester se ha hecho con todo lo que estaba en juego en Inglaterra.
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