La fiesta acab¨® en reivindicaci¨®n

Una marea humana en la calle.Miles de personas, unas 100.000 de acuerdo con los datos oficiales, participaron en Barcelona en la celebraci¨®n de las cuatro ligas conseguidas por el Bar?a: las de f¨²tbol, baloncesto, balonmano y hockey. Hubo m¨¢s gente que nunca. Quiz¨¢ porque ayer, Pascua de Pentecost¨¦s, era fiesta en Barcelona. Y tambi¨¦n se recuper¨® el sentido reivindicativo de otras ¨¦pocas, aunque en esta ocasi¨®n los protagonistas fueron el presidente y el entrenador azulgrana: Josep Llu¨ªs N¨²?ez se quej¨® p¨²blicamente y Van Gaal se escaque¨® a la hora de tomar la palabra, aunque intim¨® con los aficionados, mientras los futbolistas se entregaban a los j¨®venes seguidores que abarrotaban la plaza de Sant Jaume.Los siete jugadores holandeses del primer equipo -todos salvo Bogarde- se expresaron en catal¨¢n, con gran riqueza de l¨¦xico. Un cursillo acelerado perfecto. Y Rivaldo volvi¨® a ser el rey. Tres jugadores, llevados por la euforia, prometieron el a?o que viene la Copa de Europa (Rivaldo, Anderson y Kluivert) y uno se reprimi¨®: ?scar, un ¨ªdolo de los adolescentes, casi se despidi¨® de la afici¨®n y evit¨® enfrentarse a Van Gaal, al contrario de lo que hizo el a?o pasado, cuando imit¨® con sorna su particular forma de saludar a los hinchas cul¨¦s.

La fiesta se situ¨® en los balcones del Ayuntamiento y de la Generalitat. Nada que ver con lo sucedido en el Sal¨® de Cent. N¨²?ez no olvid¨® pasar cuentas. El presidente opt¨® por abandonar el tono protocolario de los discursos y se emple¨® con un tono rencoroso. "Los jugadores han sabido salirse de la confusi¨®n que se ha generado durante el a?o. La entidad necesita un poco m¨¢s de cari?o", dijo, mientras resonaban sus palabras por la megafon¨ªa de la plaza. "Creo que el Bar?a no se ha sentido querido y se ha pretendido crear confusi¨®n, cosa que ha afectado a los deportistas".

No se qued¨® ah¨ª. N¨²?ez reproch¨® que se tildara de extranjeros a los futbolistas comunitarios y cit¨® a los holandeses. "Y eso me entristece. El pa¨ªs debe ser generoso con un club integrador como el nuestro. Si buscamos en nuestros antepasados, seguro que tenemos un padre o un abuelo nacido fuera de Catalu?a. La gente se integra a trav¨¦s del Bar?a. Lo m¨¢s importante es la fe de los profesionales y su gran calidad humana".

El presidente aprovech¨® incluso la ocasi¨®n para solicitar que no se pusieran trabas al proyecto Bar?a 2000, un complejo l¨²dico y recreativo al que se opone la mayor¨ªa de partidos parlamentarios y de los vecinos. "Este club es una entidad que mantiene su autonom¨ªa, independiente y privada. Cualquiera de los proyectos que presente el Bar?a es de todos, y ¨¦ste lo necesitamos para seguir creciendo".

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, se tap¨® los o¨ªdos y, entre otras cosas, lanz¨® un mensaje para quien quiso escucharlo. "Hay que saber ganar y perder", dijo antes de obsequiar a N¨²?ez con una r¨¦plica de un elemento arquitect¨®nico de la bas¨ªlica de Santa Maria del Mar. N¨²?ez mantuvo un tono m¨¢s conciliador en el discurso pronunciado en la Generalitat. "El 99% de los jugadores tienen un hijo catal¨¢n y eso es una prueba de afecto", reiter¨® el presidente del Bar?a ante el de la Generalitat. Jordi Pujol respondi¨®: "N¨²?ez ha hecho un gran discurso. Propio del centenario y de los cuatro t¨ªtulos. Agradezco la labor integradora que hace el Bar?a en este pa¨ªs". Los discursos y la gran comitiva azulgrana, que superaba el centenar de personas -I?aki Urdangar¨ªn no estuvo presente-, alargaron la fiesta hasta pasadas las diez de la noche. La jarana fue sobre todo juvenil y seria, y todas las intervenciones acabaron con el tradicional Visca el Bar?a i Visca Catalunya. No hubo cabellos pintados con nebulizador. Imper¨® la seriedad en el atuendo de los jugadores y s¨®lo Rivaldo, Anderson y Giovanni se enfundaron sobre el traje tres camisetas blancas con la expresi¨®n, separada en s¨ªlabas, campeones 98-99.

No hubo grandes declaraciones. Xavi se solt¨® con un visca la pedrera; Abelardo record¨® que en diciembre nadie daba un duro por el equipo; y Nadal asegur¨® que ahora sab¨ªa de verdad que la afici¨®n azulgrana era la

mejor porque se hab¨ªa pasado todos los fines de semana como un seguidor m¨¢s.

La jornada, que hab¨ªa empezado en el Camp Nou y tuvo como paso intermedio la ofrenda de los trofeos a la Virgen de la Merced -los homenajeados se desplazaron en cuatro autobuses descapotables, uno para cada equipo profesional-, acab¨® con una conversaci¨®n entre Pujol, N¨²?ez y Van Gaal. El t¨¦cnico, al igual que N¨²?ez, prefiri¨® las conversaciones fuera de c¨¢mara antes que dirigirse a los aficionados que llenaban la plaza de Sant Jaume.