?Basta!
De nuevo el verano, de nuevo el calor, de nuevo los ancestrales ritos de la burricie hispana consistentes en apalear, mutilar y torturar animales alegremente bajo la asombrosa afirmaci¨®n de que hacer semejante barbaridad es una fiesta.Aunque en realidad lo que es ancestral no son los ritos en s¨ª, sino la burricie, esto es, la violencia, la hambruna de sangre y el sadismo. Porque muchas de estas ceremonias salvajes han sido inventadas hace dos d¨ªas, y ahora quieren hacernos pasar la feroz gamberrada por una liturgia centenaria. El "salto de la cabra" de Manganeses, por ejemplo, durante el cual arrojan al pobre bicho desde la torre, es una memez torpe y cruel que se les ocurri¨® a unos quintos hace apenas 13 o 14a?os. Pero, de todas formas, da lo mismo que la escabechina del animal sea una costumbre verdaderamente a?eja: sigue resultando inadmisible. La antig¨¹edad de una pr¨¢ctica no justifica su moralidad o su pervivencia. La esclavitud fue una costumbre milenaria. Si tuvi¨¦ramos que vivir pegados a la tradici¨®n seguir¨ªamos siendo trogloditas.
Empieza el verano, en fin, y estallan las fiestas de los pueblos. Tambi¨¦n en invierno hay atrocidades (el "salto de la cabra" es en enero), pero ahora se redoblan. C¨®mo llego a detestar mi espa?olidad en estas fechas: es dif¨ªcil coexistir con esos miles de conciudadanos que se regodean con el bestial tormento de unos pobres seres, y que encima pretenden basar la idiosincrasia de nuestro pa¨ªs en semejante abuso. Como el toro alanceado de Tordesillas, en septiembre, cuando miles de energ¨²menos acuchillan s¨¢dicamente al animal durante horas; o el toro enmaromado de Benavente, el 2 de junio, cuando la pobre bestia, atada por los cuernos, es arrastrada y revolcada por toda la ciudad. Lentas y espantosas agon¨ªas a las que llaman fiestas. Es una indecencia que se permita esto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.