LA CR?NICA La neutralidad GUILLEM MART?NEZ
El punto de vista de Miss Am¨¦rica. Kosovo. En Internet se accede a todos los puntos de vista del conflicto. Agencias pertenecientes a los bombardeadores, los bombardeados, los acuchillados, los acuchilladores, los emigrados y los emigradores. Todos los puntos de vista tienen un rasgo en com¨²n: manan inocencia. Los culpables son otros, en lo que es una constante tem¨¢tica de la propaganda de guerra de las guerras que en el mundo han sido. Aunque no venga a tema, de ello se deduce que, en este conflicto -?en todos los conflictos?-, la propaganda prima por encima de la informaci¨®n. Bueno. Lo llamativo del asunto es que luego navegas por la red y ves la opini¨®n de otros tipos como t¨² que hablan, se preguntan y se responden sobre el tema. Todos reivindican tambi¨¦n la inocencia. Nadie es la OTAN, nadie es el Estado serbio y todos estamos contra el mal rollo, en lo que parece un discurso colectivo muy parecido al de Miss Am¨¦rica -ya saben: pienso dedicar mi reinado a que la gente se quiera m¨¢s y no haya guerras, etc¨¦tera-. Y ¨¦sta es, posiblemente, la met¨¢fora del d¨ªa: esta ma?ana, a primera hora, una parte del mundo bombardea, otra degolla y todos somos inocentes. Los inocentes somos una parte llamativa del mundo, un mundo, por otra parte, en el que -echen un vistazo a su alrededor- la inocencia no existe. La Gran Met¨¢fora de la Inocencia dibuja una humanidad inocente, lo cual es un cambio de reglas sin igual en el estado de ¨¢nimo de una humanidad que, desde hace milenios, se ha educado en la culpabilidad. La humanidad est¨¢ reescribiendo el G¨¦nesis en Internet. El Tercer Mundo y la inocencia. El Tercer Mundo es una regi¨®n del mundo en conflicto y, por lo mismo, sometida a la publicidad antes que a la informaci¨®n, y a la recepci¨®n de inocencia industrializada occidental antes que al cabreo c¨®smico occidental. Cuando viajas por el Tercer Mundo, sientes el terror que te nace cuando ves que no eres inocente, y cierta estupefacci¨®n al ver que el Primer Mundo est¨¢ creando escenograf¨ªas de -la palabra es- solidaridad, que permiten construir pocas cosas efectivas, excepto la inocencia. Paco Escribano, periodista, copap¨¢ de programas perplejos como Ciutadans, Vides Privades y Bellvitge Hospital, ha escrito un libro sobre el Tercer Mundo. Se trata de Descal? sobre la terra vermella (Edicions 62), una cosa agradablemente extra?a, una mezcla de libro de viajes por el Brasil yu-yu, y de libro biogr¨¢fico acerca del obispo Pere Casald¨¢liga. Es un libro sin tesis evidente, alejado de la literatura piadosa, donde la religi¨®n no es el tema, sino la vida cotidiana, el pasado, el proceso de p¨¦rdida de la neutralidad y de p¨¦rdida de la inocencia c¨®smica ¨¦sa, de un se?or que accede a la beligerancia social a trav¨¦s de una lectura de la religi¨®n. La religi¨®n es un campo tan amplio que, como cualquier otro campo amplio, a unos usuarios les aboca a la inocencia, y a otros a la culpabilidad. El plural de la primera persona. Paco Escribano. El Norte y el Sur. "La gran diferencia es que nosotros creemos en la neutralidad. La neutralidad, el centro, es una lectura de la derecha". "En el Tercer Mundo todo es diferente, la vida y la muerte. T¨², como occidental, tienes una vida y una muerte distinta. All¨ª, por ejemplo, comprendes a esos personajes de las pel¨ªculas que no dejan de repetir: "Oiga, que yo tengo pasaporte norteamericano", de lo que se deduce que tu vida vale m¨¢s que la de ellos por tener ese tipo de pasaporte, que no eres neutral". El Tercer Mundo como sensaci¨®n de colapso. "No, yo vivo en ¨¦l sensaci¨®n de confusi¨®n. Los valores s¨®lidos que tienes consolidados all¨ª no valen. Por ejemplo, el individuo y los valores individuales: all¨ª comprendes que la felicidad es colectiva". "Reconoces los valores colectivos que priman en esas sociedades, pero te sorprenden. Y los reconoces no porque vengas de un pa¨ªs que fue pobre hace poco y los recuerdes, sino simplemente porque son humanos". La reivindicaci¨®n constante de la inocencia del Primer Mundo. "Mira, el Tercer Mundo es la frontera de tu cultura. Una frontera es un territorio confuso, y la ¨²nica respuesta en una frontera es la individual. Sea del tipo que sea. La ¨²nica respuesta il¨ªcita es la no respuesta". Casald¨¢liga. "Es uno de los nuestros, es occidental; si fuera un nativo, posiblemente no lo comprender¨ªamos". "Comprender a Casald¨¢liga es m¨¢s f¨¢cil que comprender la situaci¨®n en la que est¨¢ inmerso".
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