Los costes sociales del modelo
Los vientos que soplan en Argentina indican que la convertibilidad es intocable, "porque ¨¦ste es el convencimiento de la sociedad argentina y cierra la puerta a una devaluaci¨®n", seg¨²n el vicecanciller econ¨®mico, Jorge Campbell. Nadie quiere tocarla, especialmente ninguno de los candidatos en las elecciones presidenciales del pr¨®ximo octubre. Demasiados riesgos. A pesar de la defensa un¨¢nime de la convertibilidad, hay argumentos para cuestionar el modelo. "Es muy r¨ªgida y le quita al Gobierno capacidad de tener pol¨ªtica monetaria", admite el vicecanciller.Pero los argentinos llevan en sus entra?as el recuerdo de la hiperinflaci¨®n. "No hay un modelo econ¨®mico ¨²nico. Cada pa¨ªs obtiene su propio modelo en funci¨®n de su historia y su cultura. Nuestra historia reciente y nuestra cultura hiperinflacionaria nos llev¨® a que el modelo argentino sea ¨¦ste, y lo debe seguir siendo por largo tiempo".
Cuando se alude a los costes sociales del modelo argentino, Campbell responde con otra pregunta: "?Qu¨¦ da m¨¢s coste social, la convertibilidad o tener una inflaci¨®n del 5.000%? Ser¨ªa una demencia decir que los problemas sociales est¨¢n resueltos. Tenemos grandes desigualdades. La discusi¨®n es que este instrumento grotesco y tosco", prosigue Campbell, "permiti¨® que Argentina llegara hasta donde est¨¢ hoy. Los ricos tal vez son m¨¢s ricos, pero los pobres son menos pobres, porque Argentina es m¨¢s rica. Ahora podemos tener la discusi¨®n sobre la distribuci¨®n de la riqueza, antes no hab¨ªa nada que discutir si eras pobre. ?ramos un pa¨ªs del Tercer Mundo".
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