"Los criminales de guerra no pueden firmar la paz"
ENVIADA ESPECIALComo protagonista de uno de los momentos m¨¢s delicados para Europa desde la II Guerra Mundial, Kiro Gligorov expresa a EL PA?S sus temores ante la decisi¨®n del Tribunal Penal Internacional (TPI), con sede en La Haya, de procesar al presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, por cr¨ªmenes de guerra. "Va a afectar de forma negativa a una soluci¨®n pol¨ªtica de la crisis porque ahora Yugoslavia se ha quedado sin interlocutores v¨¢lidos. Los criminales de guerra no pueden firmar la paz y, seg¨²n la fiscal Louise Arbour, Milosevic lo es", asegura Gligorov en un fr¨ªo despacho instalado en el edificio del Parlamento de Macedonia, en el centro de Skopje. A sus 82 a?os, el presidente y fact¨®tum de Macedonia, un antiguo appar¨¢tchik educado en la ¨¦poca de Tito, tiene claro que "sus vecinos serbios" jam¨¢s les perdonar¨ªan una invasi¨®n de Kosovo desde su territorio. En el rostro de este claro representante de la nomenklatura es bien visible la brutal huella dejada por el atentado que hace casi cuatro a?os a punto estuvo de costarle la vida y que le hizo perder el ojo derecho. Pero quien para muchos es un l¨ªder conciliador, que se apunt¨® el triunfo de que Macedonia fuera la ¨²nica de las seis rep¨²blicas que se separ¨® de Yugoslavia sin disparar un solo tiro, sigue hoy reclamando mayor apoyo de la comunidad internacional frente a la avalancha de refugiados que saturan un pa¨ªs del tama?o de la provincia de Albacete con 2,2 millones de habitantes y una renta per c¨¢pita 24 veces inferior a la espa?ola. Y sin dudarlo un momento, a pesar de reconocer que desconoce las cifras de deportados que han partido hacia Espa?a, califica la ayuda del Gobierno espa?ol en esta crisis de "simb¨®lica".
Pregunta. Hasta el momento se las ha ingeniado para preservar el equilibrio interno de Macedonia desde su elecci¨®n, en 1991. ?Cu¨¢nto de realista hay en el miedo a que la presencia de los miles de deportados kosovares acaben alterando su mapa demogr¨¢fico?
Respuesta. Todo depender¨¢ de cu¨¢ntos refugiados vuelvan finalmente a Kosovo, pero, desgraciadamente, creo que no todos lo har¨¢n. En ese caso tendremos graves problemas. No s¨®lo sufriremos cambios en las estructuras sociales y pol¨ªticas de nuestro pa¨ªs. Hasta ahora hemos conseguido mantener el equilibrio frente a las reclamaciones de los albaneses y otras minor¨ªas ¨¦tnicas. Pero si el n¨²mero de kosovares crece en el interior de Macedonia, veremos ciertas actividades que ning¨²n pa¨ªs desea. Actualmente, nuestros temores est¨¢n m¨¢s cerca de que el territorio sirva de base para el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK) y de que ¨¦stos desarrollen ciertas actividades entre los albaneses macedonios.
P. ?Esas actividades tienen algo que ver con la denuncia de los albaneses macedonios de que el Gobierno les mantiene en un gueto educativo y laboral?
R. No estoy en absoluto de acuerdo con la idea de que vivan en un gueto. Son libres de usar su lengua y tienen acceso a la educaci¨®n. Adem¨¢s, disponen de emisoras de radio y televisi¨®n. Aunque no cabe ninguna duda de que la radicalizaci¨®n de este sector de la poblaci¨®n suceder¨¢ si siguen el pensamiento extremo de algunos de sus l¨ªderes. Pero los albaneses de Macedonia tienen muchos lazos con este pa¨ªs. Hasta donde yo puedo ver no tienen intenci¨®n alguna de crear la Gran Albania.
P. En Macedonia hay ya m¨¢s de 250.000 deportados del r¨¦gimen de Belgrado. ?C¨®mo enfrentar¨¢ el pa¨ªs una nueva oledada?
R. Hemos repetido a la Uni¨®n Europea, a Naciones Unidas y a otras instituciones que no podemos seguir acogiendo a m¨¢s refugiados. Hace tiempo que alcanzamos un l¨ªmite. El n¨²mero de refugiados es el 13% de la poblaci¨®n, lo que en el caso de Espa?a ser¨ªa cuatro millones de personas. Dos millones de personas no pueden ser dejadas solas frente a tan inmensa carga. Si la situaci¨®n interna empeora y se desestabiliza el pa¨ªs, los resultados ser¨¢n peores de lo que sucede en Kosovo. El problema de los refugiados se ha dejado sobre tres pa¨ªses peque?os y pobres . Esto no puede ser. Por eso necesitamos mayor apoyo econ¨®mico. Sin mencionar que la comunidad internacional tiene que hacerse cargo de su parte en esta crisis y acoger a m¨¢s refugiados. No s¨¦ el n¨²mero de refugiados que han partido hacia Espa?a, pero en cualquier caso creo que es una cifra simb¨®lica.
P. ?Cu¨¢l debe ser el futuro estatuto de la provincia serbia de Kosovo?
R. Una amplia autonom¨ªa dentro de Serbia y Yugoslavia porque las consecuencias de la independencia de Kosovo ser¨ªan muchas y muy graves. Adem¨¢s, creo que no hay un solo Estado de Europa que no tenga un Kosovo en su pa¨ªs. Deben prevalecer otras ideas, y esto significa que los pa¨ªses balc¨¢nicos puedan integrarse en la Uni¨®n Europea y sus instituciones. Adem¨¢s, creo que un programa para la reconstrucci¨®n de la regi¨®n debe ser llevado a cabo cuanto antes. En estos ¨²ltimos diez a?os, los Balcanes se han enfrentado a grandes da?os y han visto c¨®mo se destru¨ªan sus infraestructuras y sus f¨¢bricas, incluso las m¨¢s b¨¢sicas de sus instituciones. Por eso, un Plan Marshall para los Balcanes ser¨ªa bienvenido y har¨ªa posible que nuestros pa¨ªses alcanzaran los niveles de la UE, lo que nos permitir¨ªa unirnos a ella como socios.
P. ?Cu¨¢l es la soluci¨®n para la crisis de Kosovo y la guerra en Yugoslavia?
R. En principio, la formulada por el G-8 [Grupo de los Ocho]. B¨¢sicamente, creo que se debe llegar a un acuerdo entre ambos lados, entre los serbios y los albaneses, y que despu¨¦s sean las tropas de la OTAN las que aseguren el cumplimiento del acuerdo y el retorno seguro de los refugiados. Es aqu¨ª, evidentemente, donde reside el asunto m¨¢s espinoso y a¨²n por resolver entre Milosevic y los negociadores internacionales que intentan asegurar una soluci¨®n pac¨ªfica y pol¨ªtica.
P. ?C¨®mo afectar¨¢ la decisi¨®n del Tribunal Penal Internacional de La Haya de perseguir a Milosevic por cr¨ªmenes de guerra?
R. Creo que va a afectar de forma negativa porque ahora del otro lado de la mesa estar¨¢ un acusado por cr¨ªmenes de guerra. Adem¨¢s, en el caso de alcanzar un acuerdo, ?qui¨¦n lo firmar¨¢? Tanto el presidente de Serbia, Milutinovic, como el de Yugoslavia son criminales de guerra seg¨²n la fiscal Louise Arbour.
P. ?Podr¨¢ servir el territorio macedonio de base para una eventual intervenci¨®n terrestre de los aliados sobre Kosovo?
R. El Gobierno y el Parlamento han dejado claro a la Alianza que nuestro territorio no puede servir de punto de partida para una acci¨®n militar contra un pa¨ªs vecino. No ser¨ªa una buena idea, adem¨¢s de que acarrear¨ªa muchas v¨ªctimas en ambos lados. Son nuestros vecinos, y no elegimos a nuestros vecinos, por lo que tenemos que convivir con ellos. Una operaci¨®n de ese tipo involucrar¨ªa a Macedonia como una parte m¨¢s de la guerra, y eso es algo que los serbios no podr¨¢n olvidar y que no nos perdonar¨ªan durante siglos.
P. Tras cerca de 70 d¨ªas de bombardeos, ?qu¨¦ opini¨®n le merece la operaci¨®n de la OTAN sobre Yugoslavia?
R. Creo que la comunidad internacional se ha equivocado desde el principio al valorar el car¨¢cter del pueblo serbio. Desde que comenzaron los ataques, Milosevic recibe m¨¢s y m¨¢s apoyo por parte de su pueblo. Se ha ignorado y no se ha tenido en cuenta la mentalidad serbia de que durante siglos jam¨¢s han sido derrotados por nadie. Es muy significativo que incluso la oposici¨®n dentro de Serbia tenga una visi¨®n cercana a la de Milosevic ante el conflicto y acaben cerrando filas en torno a ¨¦ste.
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