Yugoslavia denuncia la muerte de 27 pacientes en el bombardeo de un hospital en Kosovo
ENVIADO ESPECIALCerca de 27 muertos y 40 heridos es el balance provisional que la agencia de noticias serbia Tanjug ofreci¨® anoche. Son las v¨ªctimas de un supuesto ataque aliado contra el pueblo de Surdulica, a 85 kil¨®metros al este de la capital de Kosovo, y que afect¨® a un hospital. El n¨²mero de civiles que han perdido la vida en las ¨²ltimas 40 horas se eleva ya a 51. Los portavoces de la OTAN declinaron ayer confirmar o negar este bombardeo, pero, a diferencia de otras ocasiones, la Alianza efectu¨® una defensa apasionada de su estrategia miilitar despu¨¦s de 69 d¨ªas de guerra.
("Esta Alianza no va sentirse afectada, no se va a detener y no va a ceder hasta que las fuerzas asesinas de [Slobodan] Milosevic se retiren de Kosovo", asegur¨® ayer en Bruselas Jamie Shea, portavoz oficial de la OTAN. ?ste confirm¨® el ataque del domingo sobre el puente de Varvarin (al menos nueve muertos y 17 heridos), calific¨¢ndolo de "objetivo leg¨ªtimo". Respecto al supuesto bombardeo del sanatorio, la Alizanza ni desmiente ni confirma. Hasta el momento, la OTAN trataba de justificar sus posibles errores con diversos argumentos. Ahora, la t¨¢ctica ha cambiado. Shea quiere reorientar el debate y demostrar que toda la responsabilidad de la guerra y sus efectos es del presidente de Yugoslavia, informa la agencia Reuters.) La versi¨®n serbia es diferente y algo m¨¢s detallada. Belgrado informa de que fueron tres los misiles que destruyeron el domingo el puente de Varvarin. En ¨¦l perdieron la vida 11 civiles, aunque se trata de c¨¢lculos conservadores pues esa zona estaba llena de gente. Al d¨ªa siguiente se produjo el ataque contra el sanatorio de Surdulica en el que fallecieron 27 pacientes. Entre los dos incidentes han perdido la vida 38 personas en 40 horas. Pero hay otros 13 muertos, seg¨²n las informaciones oficiales de Belgrado: 10 en la localidad de Novi Pazar, un hombre en Vranje, otro en Ripanj y el caso de Nebojsa Radojevic, el joven conductor de un coche que llevaba a los veteranos periodistas occidentales Renzo Cianfanelli, del Corriere della Sera, y a Eve-Ann Prentice, del Times de Londres. Circulaban cerca de Prizren cuando su autom¨®vil fue alcanzado durante un ataque a¨¦reo. Los dos periodistas resultaron heridos leves y se encaminaban de regreso a Belgrado.
De todos estos incidentes, la televisi¨®n serbia ha informado con especial inter¨¦s del caso del sanatorio de Surdulica y de sus vecinos de un hospicio para ancianos. Los 27 muertos eran, al parecer, pacientes que murieron en sus camas cuando al amanecer estallaron en la zona cuatro misiles. El objetivo era un cuartel serbio en las cercan¨ªas, pero no todas las bombas debieron impactar en su sitio. Las im¨¢genes difundidas por la televisi¨®n serbia se asemejaban a aquellas que producen los terremotos, de una destrucci¨®n total.
Puede haber m¨¢s muertos
"El n¨²mero de muertos en Surdulica puede aumentar en las pr¨®ximas horas. Lo m¨¢s dif¨ªcil es extraer los cad¨¢veres de los escombros", asegur¨® un miembro de la brigada de socorro. No hab¨ªa detalles del da?o causado por las bombas en un edificio adyacente donde se alojaban los ancianos.La prensa yugoslava recurri¨® a una declaraci¨®n del portavoz de la OTAN, Jamie Shea, para convertirla en una amarga iron¨ªa sobre la guerra. "S¨®lo es posible, hasta cierto punto, hallar una bomba de precisi¨®n. Llega un momento en que las bombas m¨¢s inteligentes no pueden distinguir entre objetivos militares y civiles".
Entre las numerosas v¨ªctimas de esas bombas cient¨ªficamente perfectas que se arrojan desde hace 69 d¨ªas con intensidad sobre Yugoslavia, estaba ayer Liliana Miljkovic, una robusta se?ora de 62 a?os que por la ma?ana temblaba en Belgrado. Su marido, un mec¨¢nico jubilado, Srbislav, de 65, le estaba ayudando a recoger los cristales y tejas destrozadas de su hogar en el barrio belgradense de Zvezdara. Era una casa de una planta, con un jard¨ªn primoroso de rosas y un gran vi?edo. Todo ha quedado destru¨ªdo. El techo se ha desplomado en la sala de estar, est¨¢ rajado en el dormitorio y comienza a perder su solidez gracias a tres bombas aliadas que cayeron a 300 metros de distancia.
"Aqu¨ª, en el barrio de Zvezdara, hubo una vez, en los tiempos de Tito, una estaci¨®n de polic¨ªa, pero el cuartel fue abandonado hace a?os", dijo la se?ora cerca de las ruinas de su casa. Su marido asinti¨® en silencio. Parece que la OTAN se ha guidado una vez m¨¢s por los mapas m¨¢s antiguos.
Los ataques no cesan. Ayer, las bombas cayeron sobre Serbia durante el d¨ªa. Seg¨²n la televisi¨®n estatal, 10 civiles habr¨ªan muerto en el ataque a la localidad suroccidental de Novi Pazar. Otras 20 personas resultaron heridas cuando proyectiles aliados impactaron en un barrio residencial. El objetivo del ataque, siempre seg¨²n versi¨®n serbia, era un edificio de la radio y la televisi¨®n locales y del peri¨®dico progubernamental Jendinstvo.
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