Grandes proyectos inconclusos

Castell¨®n ten¨ªa, en esta legislatura, dos objetivos claros: la culminaci¨®n de la casi secular reivindicaci¨®n del soterramiento de la v¨ªa del tren, para acabar con la divisi¨®n de la ciudad, y la revisi¨®n del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU), que, sobre todo, hab¨ªa de dar una soluci¨®n a la masiva construcci¨®n ilegal en La Marjaler¨ªa. Las dos metas correspond¨ªan al ¨¢mbito urban¨ªstico, ¨¢rea en la que el equipo de gobierno popular ha puesto especial empe?o, cari?o y esfuerzo. Sin embargo, los populares, con Jos¨¦ Luis Gimeno al frente, no pueden presentar ninguno de los dos como casos cerrados. El soterramiento no se ha concluido. Imprevistos, cambios, variaciones y ampliaciones del proyecto inicial han obligado a un aplazamiento tanto de la inauguraci¨®n como de la puesta en marcha para la pr¨®xima legislatura. Pero adem¨¢s, el PP se ha encontrado con que, un proyecto que hab¨ªa de ser alabado por toda la ciudad, ha sido contestado por diversos aspectos. As¨ª, los vecinos que, en teor¨ªa, m¨¢s se beneficiaban de la que se ha llamado "obra de siglo" se han puesto en pie de guerra contra el equipo de Gimeno por el uso que se dar¨¢ al suelo que quede liberado tanto de la estaci¨®n como de las propias v¨ªas. Con este frente, los populares se afanaron en la revisi¨®n del PGOU, con el compromiso de tenerlo aprobado antes de junio de l999. Pero la ciudadan¨ªa, y la oposici¨®n, se torn¨® contestataria hasta el punto de presentar cerca de 6.000 alegaciones. Todo ello, pese a que el PP hab¨ªa optado, dada la cercan¨ªa de los comicios, por dejar La Marjaler¨ªa para un plan especial posterior. Las prisas ante objetivos incumplidos han llevado al equipo de gobierno incluso a perder determinadas maneras. As¨ª, quiso debatir la aprobaci¨®n provisional del PGOU un d¨ªa antes del inicio de la campa?a electoral y pese a que los informes de los t¨¦cnicos advert¨ªan, entre otras cosas, de que la excesiva premura pod¨ªa llevar a la impugnaci¨®n del procedimiento. Con todo, y con la ¨²nica presencia del edil del Bloc, los concejales del PP sacaron adelante la aprobaci¨®n provisional de un PGOU que multiplica el suelo urbanizable de la ciudad. Los otros grandes caballos de batalla tambi¨¦n han sido urban¨ªsticos. El manido agente urbanizador ha tra¨ªdo a Castell¨®n la creaci¨®n de suelo para la construcci¨®n de m¨¢s de 10.000 viviendas que estar¨¢n ubicadas, en su mayor¨ªa, en la zona este, toda un ¨¢rea repartida entre las grandes constructoras que, incluso, pugnaron por el reparto. Eso s¨ª, el Ayuntamiento logr¨® un premio de la Asociaci¨®n de Constructores. Adem¨¢s, el PP se ha jactado de la creaci¨®n de 4.000 plazas de aparcamiento subterr¨¢neo que, unido a la eliminaci¨®n de espacio en superficie, hace casi imposible el estacionamiento sin el desembolso de cantidades notables a los parkings o el engorde de la recaudaci¨®n municipal por sanciones de tr¨¢fico. A ello se uni¨® la decisi¨®n de acabar con la gratuidad del transporte p¨²blico con el fin de mejorar las condiciones de las l¨ªneas de autob¨²s. El hecho es que Castell¨®n ha acabado figurando en los primeros puestos del listado de ciudades donde peor se circula. En lo que se refiere a los espacios verdes, la pol¨ªtica del PP bien podr¨ªa resumirse en el hecho de que las rotondas son contabilizadas como zona verde y que la modificaci¨®n de una ordenanza permite construir edificios dotacionales en estos espacios. Pero tambi¨¦n hay que decir que, en proyecto o ejecuci¨®n, se encuentran los parques de Rafalafena y Lled¨®.