El Parlamento yugoslavo debate el plan de paz

Slobodan Milosevic acept¨® estudiar la propuesta de paz que le entregaron ayer en Belgrado los enviados de Rusia y de la UE. La reuni¨®n, que dur¨® menos de dos horas, concluy¨® en un ambiente de cierto optimismo y con el compromiso del presidente yugoslavo de responder, probablemente hoy mismo, tras consultar con su Gobierno y su Parlamento. El presidente finland¨¦s, Martti Ahtisaari, y el emisario ruso, V¨ªktor Chernomirdin, permanec¨ªan anoche en Belgrado y continuar¨¢n hoy. ?sta es la primera misi¨®n de Ahtisaari en Belgrado y la primera ocasi¨®n tambi¨¦n en que Chernomirdin participa, de hecho, en una gesti¨®n conjunta con la OTAN. Anoche, diversas fuentes se mostraban esperanzadas en una pronta salida al conflicto.

El primero en llegar a Belgrado fue Ahtisaari. Su avi¨®n aterriz¨® a las 17.05. Tres minutos m¨¢s tarde lleg¨® Chernomirdin en su propia aeronave. Las conversaciones, que comenzaron ayer, continuar¨¢n a lo largo del d¨ªa de hoy mientras el Parlamento yugoslavo, que por primera vez en esta crisis adquiere un cierto protagonismo, debate la propuesta para terminar con la guerra. Chernomirdin interpret¨® anoche la convocatoria del Parlamento como un signo esperanzador.En la OTAN se recibi¨® con cauto optimismo el viaje del presidente finland¨¦s a Belgrado. Y es que en los peque?os detalles siguen existiendo diferencias: el portavoz civil aliado, Jamie Shea, no comparti¨® las declaraciones realizadas por V¨ªktor Chernomirdin sobre el supuesto reparto de mandos en la tropa internacional. Seg¨²n Chernomirdin, el contingente de paz estar¨¢ compuesto por tropas rusas y aliadas bajo mandos distintos. "Por lo que respecta a la OTAN", precis¨® Shea, "estamos hablando de una sola fuerza, no de una suma de diferentes fuerzas. Una fuerza ¨²nica con un ¨²nico mando, normas de compromiso fuertes y una misma visi¨®n acerca de Kosovo. No vamos a hacer nada que pueda incrementar las posibilidades de una partici¨®n real o virtual [de Kosovo]", a?adi¨®.

Tropas separadas

Lo que s¨ª recoge el acuerdo al que llegaron en la madrugada de ayer, en Petersberg (cerca de Bonn), Chernomirdin y el subsecretario de Estado norteamericano, Strobe Talbott es que Rusia y la OTAN desplieguen tropas por separado con sus respectivos mandos militares en Kosovo. El acuerdo prev¨¦ que las relaciones entre los dos contingentes se regulen mediante acuerdos especiales y que tanto Rusia como la OTAN determinen sus respectivas presencias en Kosovo, seg¨²n fuentes rusas y finlandesas.Para la Alianza, eso no significa un reparto de la provincia. "Tenemos varias ¨¢reas de mando pero no estamos hablando de sectores en los cuales se pueda entender que se aplican distintas pol¨ªticas y de forma distinta a la estructura de mando", precis¨® Shea.

El paquete que los mediadores ofrecieron a Milosevic en Belgrado contempla, de acuerdo con las fuentes rusas, el cese de los bombardeos, la salida de las tropas yugoslavas de Kosovo y el despliegue de tropas internacionales, y todo ello de forma paralela. A la ONU le corresponde vigilar los acuerdos, as¨ª como decidir formalmente sobre el mando conjunto del contingente pacificador, circunstancia que es muy importante para Rusia. Este pa¨ªs ha insistido en situar el proceso bajo la ¨¦gida de la ONU y sacarlo del control aliado.

La f¨®rmula acordada en Petersberg prev¨¦ que la OTAN decida qu¨¦ pa¨ªses de la Alianza participan en su contingente y que Rusia determine, a su vez, c¨®mo quiere formar el suyo. Al Consejo de la Federaci¨®n (la c¨¢mara alta del Parlamento ruso) le corresponde, seg¨²n Chernomirdin, resolver c¨®mo se efectuar¨¢ el despliegue y la envergadura del contingente de su pa¨ªs.

El compromiso permite a Rusia coordinar sus actividades con la OTAN, manteniendo un margen de maniobra individual en torno a los temas en los que no haya entendimiento. Chernomirdin dijo ayer que en cuanto se haya un acuerdo entre Yugoslavia y la OTAN para la salida de las tropas serbias de Kosovo, cesar¨¢n los bombardeos y entonces se elaborar¨¢ una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad. De esta forma, Rusia salva la coherencia formal de su posici¨®n de exigir la interrupci¨®n de los bombardeos antes de cualquier resoluci¨®n.

En cualquier caso, la misi¨®n conjunta de Chernomirdin y Ahtisaari no result¨® ayer tan inmediata como hab¨ªan cre¨ªdo la v¨ªspera sus anfitriones alemanes, que los hab¨ªan reunido en Petersberg con el subsecretario de Estado norteamericano. Hasta las cuatro de la ma?ana de ayer estuvieron discutiendo Chernomirdin y Talbott, y en m¨¢s de una ocasi¨®n la baraja estuvo a punto de romperse.

Valent¨ªn Sergu¨¦iev, el asesor de Chernomirdin, puso en evidencia el grado de tensi¨®n al que se hab¨ªa llegado al afirmar que los estadounidenses hab¨ªan "endurecido" sus exigencias en lo que se refiere a la retirada de las tropas serbias de Kosovo, tanto desde el punto de vista pol¨ªtico como militar. Unas condiciones que, seg¨²n Sergu¨¦iev, se sal¨ªan del marco acordado por el G-8 (los siete pa¨ªses m¨¢s desarrollados del mundo y Rusia).

Los alemanes estaban mal dispuestos para afrontar una misi¨®n fallida, cuando ya se imaginan que Ahtisaari puede aparecer hoy o ma?ana en el Consejo Europeo de Colonia como el mensajero de la paz. Tal acontecimiento producir¨ªa un punto de inflexi¨®n positivo que cerrar¨ªa el ciclo que se inici¨® en Berl¨ªn, el 24 de marzo, cuando los aviones de la OTAN comenzaron a bombardear Yugoslavia y los l¨ªderes occidentales abordaban la Agenda 2000 en la capital alemana. Tan s¨®lo pasadas las dos de la tarde (hora peninsular espa?ola), el mediador ruso y el finland¨¦s volaron hacia Belgrado con cinco minutos de intervalo. Todav¨ªa en Bonn, Chernomirdin calificaba de "muy dif¨ªciles" las conversaciones, pero se mostr¨® satisfecho por la confirmaci¨®n de que Kosovo contin¨²a siendo parte de Yugosalvia y por el papel de la ONU.

Al llegar a Belgrado, el enviado ruso manifest¨® que esperaba marcharse de la capital yugoslava con resultados concretos y se?al¨® que ¨¦stos depender¨ªan de la voluntad pol¨ªtica de los l¨ªderes occidentales y del presidente yugoslavo. Pero, tras salir del encuentro con Milosevic, Chernomirdin puso toda la presi¨®n sobre el presidente yugoslavo: "La decisi¨®n [sonre la propuesta] es dif¨ªcil, pero es necesario que se tome y eso corresponde al l¨ªder de Yugoslavia".

El r¨¦gimen de Milosevic inici¨® anoche una campa?a para preparar a la opini¨®n p¨²blica a lo que comienza a perfilarse como una inminente capitulaci¨®n tras 72 d¨ªas de incesantes bombardeos aliados. Los s¨ªntomas de flexibilidad aparecieron en la televisi¨®n estatal, RTS, que inaugur¨® sus informativos con la noticia de la llegada a Belgrado de Chernormidin y de Ahtisaari, pero destacando un detalle: el plan de paz del G-8 contiene el respeto a la integridad de Yugoslavia y a la reafirmaci¨®n de los derechos constitucionales y territoriales de Belgrado sobre Kosovo.

En la noche de ayer, era imposible obtener una lectura precisa de lo que el presidente Slobodan Milosevic piensa del plan, quiz¨¢s el ¨²ltimo para impedir una ofensiva terrestre de la OTAN.

Chermomirdin dio la pauta de que su misi¨®n no es la ¨²ltima. Ahtisaari puntualiz¨® que el ¨¦xito de su gesti¨®n no depender¨¢ de la firma inmediata de documento alguno. El papel que ambos tra¨ªan bajo el brazo es algo m¨¢s que una proposici¨®n de paz: es el borrador inalterable, definitivo, de una lista de condiciones que Milosevic tendr¨¢ que tomar o dejar. Fuentes yugoslavas con acceso al borrador, que Milosevic estudiaba con sus m¨¢s cercanos colaboradores, describ¨ªan la idea como organizar un puzzle con la misma prisa de un piloto que sabe que su avi¨®n y sus pasajeros van a caer a tierra o al mar. Las operaciones militares -en la madrugada de ayer hubo bombardeos en los cuatro puntos cardinales del coraz¨®n de Serbia, pero ayer fueron moderados- quedaron eclipsadas a lo largo del d¨ªa por los afanes diplom¨¢ticos.

La postura de Aznar