La sala Ensayo100 trae a Espa?a al dramaturgo franc¨¦s Enzo Cormann

El dramaturgo Enzo Cormann, figura fundamental en la cultura contempor¨¢nea francesa, estrena sus obras en teatros nacionales y en los mejores escenarios europeos, pero dice que es en el seno de peque?as compa?¨ªas donde se mantiene vivo el teatro. Para demostrar su apoyo al teatro alternativo, el autor ha venido a Espa?a para asistir al estreno de Diktat, obra sobre la guerra de Bosnia, montada por la prestigiada y peque?a sala Ensayo 100, de Madrid.

Se le sit¨²a, en teatro, dentro del realismo parox¨ªstico baconiano y es pr¨¢cticamente desconocido en Espa?a, donde tiene media docena de obras publicadas, con traducci¨®n muy elogiada de Fernando G¨®mez Grande, en ediciones que s¨®lo llegan a los muy puestos en teatro. En cuanto a montajes, la situaci¨®n es des¨¦rtica. Una t¨ªmida puesta en escena y este montaje, Diktat, que ahora estrena la Sala Ensayo 100 y su compa?¨ªa, del mismo nombre, con direcci¨®n de Pilar Romera y Miguel Torres, tambi¨¦n actor junto a Antonio Mart¨ªnez.Cormann, que adem¨¢s escribe periodismo, cine y m¨²sica, es autor teatral desde hace 20 a?os. Ha triunfado con textos como Credo o El vagabundo, esta ¨²ltima estrenada en varios pa¨ªses. "S¨®lo me considero un peque?o artesano cuya especialidad es la ficci¨®n, ya que el teatro es una actividad marginal, arcaica, pero me es necesario seguir escribiendo", dice el autor, cuyo elemento constante en sus obras es la imbricaci¨®n entre lo ¨ªntimo y lo pol¨ªtico, uniendo temas que afectan tanto a lo psicoemocional como a lo social.

Diktat, escrita en el transcurso de la guerra de Bosnia, (1992-1995) se centra en este conflicto. "En aquel momento no me sent¨ªa capaz de ir tres d¨ªas al ¨¢rea de conflicto en un avi¨®n de las ONG y volver para dar una opini¨®n pol¨ªticamente correcta... Es lo que ha hecho gran parte del mundo intelectual franc¨¦s, que se ha situado en posturas muy generales". Y a?ade: "Lo que s¨ª pod¨ªa era introducirme en el conflicto desde el punto de vista sentimental y humano". Esa reflexi¨®n le llev¨® a escribir la historia de dos hermanastros de diferentes etnias: "Hoy ya no se pueden escribir tragedias, porque el destino ya no existe, pero fuera del teatro todo hace pensar que el destino sigue existiendo".

Cormann, que no tiene religi¨®n ni teor¨ªa alguna acerca de por d¨®nde debe ir la escritura teatral, tiene claro que el papel del director teatral, se ir¨¢ difuminando: "Es un elemento reciente y no le auguro un gran porvenir, pero son los que dirigen los teatros... Los actores y los autores somos los que hacemos el teatro", dice este autor que deja desnudos sus textos, sin acotaciones, ni indicaciones, ni signos de puntuaci¨®n, para dar libertad a los actores.

El jazz

El escritor relaciona la m¨²sica con el teatro, g¨¦neros en los que est¨¢ sumergido. "Trabajo en formas que son oratorios profanos, hay que buscar en el teatro formas ritualizadas, que se acerquen a la funci¨®n del cuentista; adem¨¢s, la situaci¨®n econ¨®mica obliga a buscar un arte muy ligero y otros caminos de expresi¨®n". Caminos que Cormann ha encontrado en la fusi¨®n del jazz y el teatro con su propia compa?¨ªa, trabajando tanto en peque?as salas como en grandes espacios. Uno de sus ¨¦xitos esc¨¦nicos es Mingus Cuernavaca, obra que cuenta los ¨²ltimos cinco d¨ªas de vida de Charles Mingus y que tiene intenci¨®n de montar el director espa?ol Guillermo Heras.