Paco Ib¨¢?ez
De cuantos han tomado prestada la poes¨ªa para la m¨²sica s¨®lo uno ha conseguido tomar el camino adecuado de la absoluta concordia. Del mismo modo que los novelistas suelen desconocerse en las traducciones cinematogr¨¢ficas de sus obras (las toleren o las abominen), los poetas -artistas ¨ªntimos de la soledad creativa- expresan una discordia casi absoluta de la convivencia entre el verso (prestado) y la m¨²sica. Paco Ib¨¢?ez (Valencia, 1934) es una de las escasas excepciones que ha encontrado en la poes¨ªa el arte de la recreaci¨®n musical. Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo lo expres¨® con claridad cuando Paco Ib¨¢?ez le cant¨® en su casa de Barcelona algunos de sus propios poemas: "Parec¨ªan poemas de otra persona, escritos como para ser cantados o hechos cantando. Sus canciones, no los poemas, eran algo nuevo, hermoso, sorprendente, pero tambi¨¦n con sabor a?ejo, entre medieval y renacentista, y en todo caso trovadoresco". Paco Ib¨¢?ez es seguramente el m¨²sico que mejor recita la poes¨ªa, como Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo era el poeta que mejor m¨²sica pon¨ªa a su recitaci¨®n: ni engolado, ni tenue, pon¨ªa la voz justa, la pausa necesaria y el tono suficiente para vivir su poes¨ªa. Ten¨ªan que encontarse y fue all¨¢ por 1968, cuando Paco Ib¨¢?ez ya hab¨ªa editado un disco con canciones de G¨®ngora y Garc¨ªa Lorca. Paco Ib¨¢?ez hab¨ªa llegado a Par¨ªs desde Barcelona por la v¨ªa del exilio tras la guerra civil. Con su padre recluido en un campo de trabajo franc¨¦s, el resto de la familia se instal¨® en el caser¨ªo Apakintza, en Aduna (Guip¨²zcoa), donde Paco Ib¨¢?ez conoci¨® la vida rural vasca y globaliz¨® el idioma que hablaba con su madre, vasca, ya en Par¨ªs. Aquellos a?os se han traducido en su ¨²ltimo disco Oroitzen (Recuerdos), recopilatorio de canciones tradicionales y poemas de autores vascos, interpretado ¨ªntegramente en euskera, tras una reinmersi¨®n en una lengua un tanto perdida en el tiempo. Sin lugar a dudas, la de Paco Ib¨¢?ez es una trayectoria vital, siempre reconocible en las mismas actitudes fundamentales (un ap¨¢trida enamorado de Par¨ªs), en la fe en la poes¨ªa como instrumento de su obra, en la devoci¨®n a sus referencias fundamentales (Soto, Brassens, Leo Ferr¨¦, Yupanki, Goytisolo, Neruda, Oteiza). Lejos de situarse en otra ¨¦poca, se mantiene intacto en la ¨¦poca de siempre, porque la poes¨ªa no admite el estrecho margen de los per¨ªodos temporales. Paco Ib¨¢?ez permanece firme en sus convicciones. La misma firmeza que le llev¨® a rechazar por dos veces la Medalla de las Artes y las Letras de Francia, que le concedi¨® el ministro de cultura Jack Lang. As¨ª que pasaran cuatro a?os, entre una y otra, que Paco Ib¨¢?ez se mantuvo firme porque "un artista tiene que ser libre en las ideas que pretende defender". La misma raz¨®n por la que rechaz¨® el premio de la sociedad cultural Almenara. Ib¨¢?ez hab¨ªa regresado a Par¨ªs desde Guip¨²zcoa en 1948. Veinte a?os despues di¨® su primer concierto en Espa?a, en Manresa. El franquismo tard¨® tres a?os en fijarse en aquel m¨²sico que interpretaba a G¨®ngora, a Lorca, a Alberti y cuyos discos se escuchaban en las clases de literatura. Palabras para Paco Paco Ib¨¢?ez, prohibido en Espa?a, volvi¨® a instalarse en Par¨ªs hasta la muerte de Franco, que puso punto y final a la prohibici¨®n. A partir de entonces, la poes¨ªa recogi¨® su aut¨¦ntico papel: de la reivindicaci¨®n puntual pas¨® a la reivindicaci¨®n permanente. Paco Ib¨¢?ez dej¨® de ser perseguido y quiz¨¢ dej¨® de ser escuchado, como si ya no hubiera que galopar en el caballo de Alberti, ni sentirse llamado, como escribiera Blas de Otero. Si acaso era el tiempo de la Espa?a en marcha que escribi¨® Gabriel Celaya ("a la calle que ya es hora de pasearnos a cuerpo / y decir que pues vivimos anunciamos algo nuevo"). Paco Ib¨¢?ez lo sigue anunciando hoy mediante lo que ¨¦l define como kultur borroka (lucha cultural), de la mano de los poetas que surgen del hueco de su guitarra, de su poderosa sensibilidad. En Oroitzen acumula sus recuerdos de Aduna. Pero en el recuerdo de los dem¨¢s siempre permanecer¨¢ la sincron¨ªa de Palabras para Julia, el poema que Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo escribi¨® a su hija y que igualmente pudiera haber sido dedicado a Paco Ib¨¢?ez. Goytisolo reclama que "nunca te entregues ni te apartes / junto al camino nunca digas / no puedo m¨¢s y aqu¨ª me quedo / aqu¨ª me quedo". Paco Ib¨¢?ez no le defraud¨®.
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