La costa de los conflictos
En una plaza de Barbate (C¨¢diz) suenan casi a la vez varios tel¨¦fonos m¨®viles. Un grupo de chavales reci¨¦n entrados en la veintena salta del banco como con un resorte, agarran el ciclomotor y ponen rumbo a la playa. Una lancha con motor se aproxima a la costa y deja en la orilla unos fardos con droga antes de poner de nuevo la proa hacia Marruecos. De entre los pinares sale la chavaler¨ªa, que carga con los fardos y los transporta al punto convenido. En el pueblo los llaman busquimanos. Ingresan unas 250.000 pesetas por cada bulto que entregan en el lugar fijado. La radiograf¨ªa de estos j¨®venes deja ver el fracaso escolar y, en muchos casos, el desarraigo social. Pero, seg¨²n los datos que manejan los investigadores, llevan consigo, sobre todo, los valores de una vida "acomodaticia", que le permite ingresar importantes cantidades de dinero por poco trabajo. Una "n¨®mina" que ni tributa ni se controla. "Es muy dif¨ªcil actuar, muy dif¨ªcil", reflexiona Miguel Osuna, subdelegado del gobierno en C¨¢diz, "una peque?a parte de la poblaci¨®n se ha acostumbrado a vivir del dinero f¨¢cil y al margen de la ley". El fen¨®meno se agudiza a partir de 1987, cuando se recorta el convenio de pesca con Marruecos, porque Barbate es, antes que nada, una poblaci¨®n pesquera y conservera, de gente que echa duras jornadas de mar para llevar a casa la mitad de lo que ganan otros con dos carreras por la playa. La flota fue mermando y sobrevino una crisis econ¨®mica que cogi¨® a Barbate en la peor de las disposiciones para afrontarla. El Ayuntamiento no tramitaba las sanciones que impon¨ªa la Subdelegaci¨®n del Gobierno, la Guardia Civil ten¨ªa bastante con controlar la costa y la Polic¨ªa Local estaba "encerrada, sin salir", recuerda Osuna. El fen¨®meno il¨ªcito de la costa ha ido trasladando sus efectos al casco urbano: "Cada control de tr¨¢fico que hacemos nos asegura un incidente de orden p¨²blico, porque no est¨¢n acostumbrados", dice el subdelegado. Pero esos efectos relativos a la falta de "respeto a la autoridad" se quedan en poca cosa si se comparan con la trascendencia econ¨®mica del narcotr¨¢fico: el precio del suelo en el litoral barbate?o se ha duplicado y casi agotado en los ¨²ltimos cinco a?os; la Agencia Tributaria ha incrementado el n¨²mero de expedientes y de sanciones por incremento injustificado de patrimonio, aunque no siempre es f¨¢cil encontrar una relaci¨®n directa con el narcotr¨¢fico. Y todo esto ocurre en un litoral privilegiado, de playas de arena blancas y aguas limpias, protegido por un parque natural. Barbate podr¨ªa tener su futuro asegurado al margen de actividades il¨ªcitas. "Ahora hay proyectos y perspectivas de futuro, porque Barbate es una de las poblaciones m¨¢s ricas de la provincia, pero antes hay que controlar las actividades ilegales", relata Osuna. Hasta nueve candidaturas han presentado listas para lo pr¨®ximos comicios locales en Barbate. Cuatro de ellas independientes. Algunas fuentes se?alan que detr¨¢s de alguno de esos colectivos hay intereses de constructores. Fue Jos¨¦ Chamizo, defensor del Pueblo Andaluz, el primero en advertir, hace unos a?os, de la articulaci¨®n econ¨®mica de las listas independientes. La Comunidad, una asociaci¨®n contra la droga, ha presentado a todos los partidos sus propuestas para acabar con el narcotr¨¢fico: "Las instituciones no pueden ni deben vivir de espaldas a la realidad de la droga y, mucho menos, no contraer compromisos decididos de lucha contra los narcotraficantes", dicen en su manifiesto. En cambio, mientras aqu¨ª se ha agravado el conflicto, la situaci¨®n ha mejorado en La L¨ªnea. El intenso control que ejerce la Guardia Civil durante el ¨²ltimo a?o y la actuaci¨®n del Gobierno gibraltare?o contra las lanchas r¨¢pidas han dado resultado, informa C¨¢ndido Romaguera. Las planeadoras no cruzan desde el Pe?¨®n hasta La L¨ªnea m¨¢s que en contadas ocasiones. Ahora los contrabandistas utilizan otras v¨ªas: el transporte por contenedores o el trasiego de las llamadas matuteras, mujeres que introducen cajetillas de tabaco adosadas a su cuerpo. Tambi¨¦n surgen nuevos m¨¦todos, como el lanzamiento de fardos con hach¨ªs desde los ferrys que cubren el trayecto entre Algeciras y Ceuta, una vez alcanzada la Bah¨ªa algecire?a. Motos acu¨¢ticas se encargan del transporte.
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